Las preferentes, en portada (es un decir)
El Gobierno, a través del fondo de reestructuración bancaria (Frob), decidió ayer aplicar una quita de hasta el 70% en la inversión realizada por los titulares de participaciones preferentes en los bancos nacionalizados. Traducido, esto quiere decir que los dueños de las preferentes perderán hasta un 70% del dinero que habían metido en estos productos, la mayoría de los cuales fueron vendidos por los bancos a modo de depósitos a plazo fijo. El tenedor podrá canjear el valor restante por acciones cuyo precio es ridículo (por ejemplo, una acción de Bankia, ahora mismo, vale 1 céntimo; cuando salió a bolsa valía 3,75 euros). El Gobierno consuma así la legalización de un latrocinio: rescata a los bancos y ahora regulariza un producto que ha dejado atrapado a cientos de miles de pequeños ahorradores.
Repaso las portadas del día. Cuesta ver la noticia de las preferentes en un lugar también preferente. El furor de la prensa por los casos de corrupción en los dos principales partidos (Bárcenas y Gürtel a un lado, y los ERE de Andalucía, en el otro, según el color de cada cabecera) se desvanece cuando se trata de poner negro sobre blanco lo que constituye una estafa para cualquier persona sensata. Con la banca hemos topado.
El Mundo dedica a la quita de las preferentes un espacio menor en la columna de salida de su primera página. El País, un titular a tres columnas por debajo. La Razón, un titular secundario y además con un enfoque benigno para las entidades financieras: «Los bancos aportarán 2.000 millones para pagar a los afectados por las preferentes, que perderán entre un 38% y un 61%». ABC y La Gaceta no publican nada de este asunto -repito: nada- en sus portadas. La prensa catalana, a excepción del diario Ara, sí le concede relieve. «Quitas del 60%» es el titular que manda en la primera de El Periódico y «Las preferentes de Catalunya Banc perderán el 61% del valor», en La Vanguardia. Ambos a cinco columnas. La prensa gallega, una comunidad especialmente afectada por las preferentes, también lleva a sus primeros titulares la decepción causada por las medidas que va a aplicar el Frob: «Los 64.000 compradores de preferentes de NCG perferán 660 millones» (La Voz de Galicia); «El Frob se limita a desvelar una pérdida media del 43% en las preferentes de NCG» (Faro de Vigo). Los periódicos del País Vasco ignoran por completo el asunto en sus portadas, pese a las ramificaciones empresariales que las preferentes tienen en esa comunidad.
No se trata de quitar hierro a escándalos muy graves como el de Bárcenas o los ERE. Pero, ¿no merecían las preferentes, un producto que ha dejado en la ruina a cientos de miles de ciudadanos, un poco más de interés y ahínco?