La Garlopa Diaria

19 enero 2012

Cospedal, ocho meses después

httpv://www.youtube.com/watch?v=2aZGW7efrzc

Una de las cosas más extrañas que ha hecho Rajoy desde que es presidente ha sido subir el IRPF y el IBI. Una medida «temporal y extraordinaria», según enfatizó la vicepresidenta plenipotenciaria del Gobierno. Lo que no aclaró es por cuanto tiempo se extenderá esta genial idea y por qué ahora existen motivos extraordinarios que la justifican y no cuando gobernaba Zapatero y hacía exactamente lo mismo. Ya saben aquello de los toros y la barrera…

María Dolores de Cospedal sigue la estela de Rajoy. Se presentó a las elecciones autonómicas de mayo encaramada a lomos de una crisis en Castilla-La Mancha azuzada, básicamente, por los datos del paro y por la deuda y el déficit generado en la Administración regional. Gran parte de ese agujero se debe a la inversión en sanidad, educación y bienestar social que destinó el Gobierno anterior, pero ella prefirió tirar por la calle de enmedio. Que si el aeropuerto de Ciudad Real, que si la quiebra de CCM, que si el chiringuito de las subvenciones. Y así. Barreda fue presentado como un manirroto dispuesto a fundirse las arcas regionales. Y no digo que el de Ciudad Real fuera Adenauer, pero la campaña del PP llegó al extremo de colgar carteles que clamaban: «si quieres empleo, vota PP». Toma nísperos. El mensaje equivalía a decirle a la gente: olvídense de estos ineptos que no saben más que fabricar parados y despilfarrar el dinero y vótennos a nosotros, que somos gestores serios, que cumplimos la palabra y que tenemos muchísimo sentido común.

Hace ocho meses, la prioridad era el empleo. O eso dijo Cospedal en campaña. Ahora resulta que es el déficit. Hace ocho meses todo eran promesas en Castilla-La Mancha de un futuro esplendoroso en el que la región iba a marchar viento en popa y a un ritmo de creación de empleo nunca visto. Insisto: no exagero, es lo que dijo Cospedal durante la agria campaña que protagonizaron tanto ella como su adversario.

Ahora todo ha cambiado. Desde que gobierna esta región la secretaria general del PP, Castilla-La Mancha se ha distinguido en el panorama nacional por aplicar recortes, devaluar la enseñanza pública, poner a los funcionarios en el disparadero, paralizar obras públicas, regatear infraestructuras en las zonas rurales y cerrar 85 centros de información y 13 casas de acogida para mujeres.

Ocho meses después de su ascenso, el Ejecutivo regional ha descubierto que la tormenta no amaina ni aunque esté la derecha en el poder. Cospedal ha sacado adelante la ley de emprendedores, aunque sus efectos todavía sean nulos. Pero no ha sido capaz en este tiempo ni siquiera de establecer un calendario de pagos a los proveedores, que además lo fía para verano. No ha conseguido reducir el número de parados (al contrario, se ha incrementado por las medidas adoptadas para reducir el gasto) y no ha cumplido su palabra de eliminar organismos y fundaciones vinculadas a la Junta de Castilla-La Mancha, condenando a estas entidades a una situación de ingravidez que ni las mantiene activas ni las cierra por completo, con el consiguiente perjuicio laboral para los trabajadores. Pura indefinición. Pura demagogia.

El remate -por ahora- ha sido el anuncio de que va aplicar el impuesto de patrimonio después de jurar y perjurar que no iba a subir impuestos, y mucho menos el de patrimonio. Cospedal quiere recaudar 16 millones de euros y, claro, le pasa lo que a Barreda o Zapatero, que no le salen las cuentas. De ahí que ahora la subida tributaria se plantee como un trágala, cuando hogaño no eran más que puñaladas traperas que el PSOE asestaba a las clases medias. Cospedal se opuso a la aprobación del Impuesto de Patrimonio aprobado por el Gobierno de Zapatero el pasado septiembre. Según leo en EXPANSIÓN, en concreto, proclamó: «más impuestos equivale a más paro», y luego prometió que no lo aplicaría. Hasta hoy, claro, cuando su consejero de Hacienda ha asegurado que recuperar este impuesto «es de sentido común». Ella mismo dijo después de presentar su tijeretazo y antes de que Rajoy ganara las elecciones: «Nunca se sale de una crisis subiendo los impuestos». Acabáramos.

Los vaivenes en la política fiscal ejemplifican la simpleza y la parsimonia con la que el Partido Popular se está tomando la responsabilidad de dirigir esta tierra.

Está empezando a calar, sobre todo entre responsables municipales, una preocupante sensación de parálisis en la acción del Gobierno regional. Incluso la prensa afín ha tirado de las orejas a Cospedal por la falta de tiempo que le dedica a la que debería ser su principal tarea. Incluso los suyos susurran en bajito que ya es hora de superar esa primera fase de la queja permanente y el gimoteo cansino y farrogoso. Antes de ganar, Cospedal ya sabía a lo que se enfrentaba, así que ni la falta de liquidez ni la tasa de paro deberían ser obstáculos para quien aseguró tener la fórmula para sacarnos del atolladero. Los ciudadanos la eligieron para que les resolviera sus problemas, no para perpetuar el lloriqueo.

La presidenta ha conseguido potenciar su figura personal, goza de buena prensa en Madrid y sigue teniendo casi intacto el crédito que la llevó a Fuensalida en mayo pasado. Sin embargo, no hay ritmo, no hay presencia, no hay viajes de trabajo en su labor institucional. No se está pisando el terreno en las cinco provincias. No se están atendiendo bien las peticiones de alcaldes, concejales y miembros de la sociedad civil. No hay concertación ni con la oposición en las Cortes, ni con los sindicatos, ni con los principales ayuntamientos. No hay presupuestos para este año. Y no hay una presencia compacta y sólida de la presidenta ni de sus consejeros, relegados a un papel discreto. Casi imperceptible.

El cuadro de zozobra ha encontrado su puntilla en el relevo nada menos que del consejero de Presidencia, enviado a la Delegación del Gobierno a los pocos meses de asumir el cargo. No parece muy serio. Ni el cambio ni mucho menos la falta de explicaciones sobre el mismo. Pero aquí no pasa nada. Nunca pasa nada. Cada vez hay menos periódicos, menos emisoras de radio, menos canales de televisión y menos portales de internet en Castilla-La Mancha para contar lo que está pasando. La mejor garantía para que todo siga como hasta ahora.

2 comentarios

  1. Trillano dice:

    «Gran parte de ese agujero se debe a la inversión en sanidad, educación y bienestar social que destinó el Gobierno anterior, pero ella prefirió tirar por la calle de enmedio». La verdad a medias es la peor mentira señor Conde. Y la otra gran parte, mucho mayor, de ese agujero se esfumó en favores a amiguetes, en miles de obras faraónicas irresponsables, en colocar a hijos, familia y demás del entorno socialista en puestos de trabajo creados a posta y en prometer subvenciones a pesar de no tener ni un duro. Para colmo, y como culmen a la mayor de las deslealtades posibles a la Administración y al pueblo, se fundieron el dinero que no tenían hipotecando el futuro de una región y de miles de ciudadanos a sabiendas de que no lograrían revalidar la victoria electoral.
    Es cierto que el Gobierno Cospedal está siendo decepcionante, aún diría más, cada día somos más los que dudamos de su capacidad para sacarnos de la crisis. Pero deje ya de defender al PSOE. Se le ve bastante el plumero, y eso deja bastante que desear de su profesionalidad.
    Por cierto, deja usted entrever que la desaparición de los medios de comunicación está relacionada con el Gobierno Cospedal. Habría que preguntarse porqué muchos medios de comunicación están en la situación en la que están o cuanto dinero ha destinado la Junta de Comunidades a determinados medios durante los últimos años comprando voluntades. O también me gustaría saber su opinión acerca del nombramiento de Barreda como presidente de la Comisión de Control de RTVE. Uno de los mayores censores que ha existido en la región y en la provincia se encargará de controlar RTVE.

  2. raul dice:

    Trillano, cuestiona usted mi profesionalidad pero yo doy la cara en mis opiniones. Trato de ser riguroso y apoyo mis opiniones en argumentos. Usted podrá compartirlos o no, pero no los expreso de forma arbitraria.

    No defiendo al PSOE, simplemente analizo la labor del gobierno actual de Castilla-La Mancha. Si repasa usted mi blog y mis artículos cuando trabajaba en Guadalajara verá que siempre he sido crítico con parte de la gestión económica que hizo Barreda y su equipo, pero eso no es óbice para reconocer los aciertos de tres décadas de gestión del PSOE en CLM.

    Por otro lado, no dejo entrever nada con relación al cierre de medios. Nada que no sea la situación actual que atraviesa la prensa. Cada vez hay menos medios y menos periodistas en activo en CLM para contar y analizar todo lo que sucede en esta tierra. No es culpa solo de los políticos haber llegado a esta situación, también tenemos responsabilidad los periodistas y, desde luego, las propias empresas. Pero el hecho verdadero es que el poder en la región está ahora menos vigilado que antaño.

    El nombramiento del ex presidente regional en la comisión de RTVE me parece un desacierto, igual que la elección que han hecho el resto de partidos. Los nombramientos de las comisiones suelen responder a criterios de reparto de puestos entre las formaciones del Congreso y el Senado. De todas formas, Barreda es diputado y, por tanto, es un representante legítimamente elegido que puede formar parte de esa comisión o de la que sea mientras lo elija su partido. El intento de criminalización que se está haciendo de algunos de los políticos que pierden elecciones (tanto del PSOE como del PP) me parece lamentable y una gran muestra de deslealtad democrática por parte de quien lo practica.

    Gracias por su comentario. Un saludo.

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