MAGDALENA Y ARACELI
[Escrito antes de confirmarse las dos candidaturas que optarán en las primarias del PSOE de Guadalajara]
Aspirar a ser candidata a la Alcaldía de Guadalajara por un partido que, a priori, tiene todas las de perder en las próximas elecciones, dejando una cómoda posición en la política regional, no es lo mismo que abandonar un cargo público (pongamos una consejería) para irse a la empresa privada al poco tiempo de haber obtenido la confianza de los ciudadanos. Sólo por este motivo creo que Magdalena Valerio, en contraposición a alguna compañera suya, merece ser la próxima cabeza de lista del PSOE en la capital.
A la vuelta del verano se desveló la incógnita y Valerio pasará estas Ferias como la candidata in péctore de los socialistas. Guadalajara nunca fue una plaza fácil para el PSOE. Tras unos cuantos años de travesía del desierto, el pacto entre Jesús Alique y Jordi Badel logró recuperar para la izquierda un municipio sociológicamente conservador hasta las trancas. Y creo que gran parte de los aciertos de la gestión de aquella época se debe a Magdalena Valerio. Como concejal de Hacienda, equilibró las cuentas del consistorio y saneó sus finanzas. Posee, además, otras virtudes: se ha trabajado los problemas de la ciudad, los conoce y la gente le conoce a ella, transmite una sensación de cercanía y seriedad y nunca ha escurrido el bulto en aquello que le ha pedido su partido. Siempre la he visto fiel a sus ideas, pero sin caer en el sectarismo.
El anuncio de su intención de querer ser candidata a la alcaldía ha descolocado a la que se supone que podría ser su rival en unas hipotéticas primarias, al estilo de Madrid. La subdelegada del Gobierno, Araceli Muñoz, tiene una incuestionable experiencia de gobierno: fue delegada de la Junta, directora general y durante siete años consejera, primero de Obras Públicas, Industria y Trabajo y luego de Cultura y Turismo. Lo que ocurre es que en 2003, tras ser elegida diputada regional, dejó su puesto para convertirse en ejecutiva de Rayet. Un puesto que volvió a dejar hace dos años para ser nombrada, fíjate tú por donde, subdelegada del Gobierno, supongo que en premio a la espantada anterior. Y ahora quiere más. Porque está preparada y porque tiene carácter. Desde luego, si de lo que se trata es de castigar a alguien condenándole a ejercer durante cuatro años una dura oposición en el Ayuntamiento, puede que Muñoz sea la que más méritos acumula para ser elegida.
Muy acertada y valida opinión con la que me identifico totalmente, por merecimiento de la actual delegada de la junta y por tan esclarecedora opinión para las bases votantes de la izquierda que a menudo, con menos razón que con ella, suelen castigar a sus representantes, no así la derecha que votar a piñón fijo pase lo que pase.