Socialista catalana
Casi todo es pasable en prensa y el papel lo aguanta todo. También la televisión, medio en el que se mezcla de forma torticera la información con la opinión y el análisis con la propaganda. Pero hay cosas que se pasan de la raya. La historia es la siguiente: parece ser, y digo parece ser porque no todo es como parece, que la Generalitat de Cataluña ha iniciado una campaña de iniciación al sexo entre alumnos de corta edad. Se trata de un curso de educación sexual que, al decir de algunos periódicos, incita a los menores a masturbarse, practicar sexo oral y cosas por el estilo. Como comprenderán, la brunete mediática de la capital se ha puesto a rugir. Y, de forma muy especial, el diario La Razón.
Bien, criticar la mencionada campaña de la Generalitat no es algo relevante. Que cada uno conozca la información y que opine como sus ideas y su cabecita le de a entender. Sin embargo, lo que no parece admisible es tirar por la calle de enmedio. En un programa de Intereconomía TV, un tertuliano ha llamado «guarra», «puerca» y «zorra repugnante» (cito textualmente) a la consejera de Sanidad del Gobierno catalán, Marina Geli, y «que está fabricando degenerados». Y no es una exageración. Les invito a ver el vídeo [aquí] y juzguen ustedes mismos todo esto que me parece mucho más que un calentón de boca. El periodista en cuestión, que no duda en alardear de cómo hay que educar a los niños mientras recurre a graves insultos, es hijo de un periodista falangista que hizo carrera durante el régimen. Vaya por delante, aunque este precedente no le desacreditaría si no optase por utilizar el estilo faltón e irrespetuoso como marca de la casa.
Pero lo que más me ha llamado la atención, además de la saña y el estilo impresentable del tertuliano, es cómo introduce el tema el moderador del debate. Explica el caso y luego, al ser preguntado por el tertuliano, recalca: «Esto lo dice Marina Geli, socialista catalana». Y con esas dos palabras ya ha quedado todo claro: Socialista y catalana, supongo que una conjunción endemoniada para esta pléyade de educados periodistas.
Analicemos las cosas sin sacarlas de quicio: si el presentador del programa insiste en lo de socialista catalana es porque sabe que, con ese retrato, está enmarcando el caso perfectamente al gusto de su audiencia. Porque lo primero que tiene que hacer un periodista es saber a quién se dirige, cómo es su público. Y en Intereconomía lo tienen muy claro y por eso les va tan bien. Lo que me preocupa, lo que me alarma, lo que me deja absolutamente exhausto, es comprobar la cantidad de gente que está dispuesta a secundar este tipo de periodismo basura con tal de ver su razón y sus prejuicios satisfechos.
Para qué los matices, las explicaciones o las aclaraciones. Para qué dar información sobre el alcance exacto de la medida. El fascismo mediático está desatado. El tipejo lo que se merece es que le calcen dos hostias al modo Terscht, a ver si se relaja y se le quita el rictus de chuloputas que gasta. Te aseguro que así lo pienso.
Tiene razón, don Raúl: «hay cosas que se pasan de la ralla» (¡SIC!). Pasarse de la raya, pero pasarse mucho, es escribir raya con elle, como hace Vd…. ¿Será un lapsus calami, una errata?, pues no, don Raúl. Es una chirriante faltorra de ortografía… Hay que leer, don Raúl, hay que leer asiduamente, aunque sea al periodista y escritor falangista Rafael García Serrano, que era, sí, muy falangista, pero también muy buen escritor y periodista. (Como primera providencia o aproximación, le sugiero que vaya Vd. a la entrada «Rafael García Serrano» en Wikipedia, y luego, lea Vd. algún libro de este autor, porque la lectura es presupuesto necesario de una correcta ortografía y porque el saber no ocupa lugar).
Es evidente que el periodista Eduardo García Serrano insultó por tres veces a la consejera socialista catalana Marina Geli y es cierto también que ésta se ha querellado contra aquél, que de seguro, será condenado por los tribunales. Pero mire, don Raúl, borremos lo de “guarra”, “puerca” y “zorra repugnante” , graves insultos, sin duda, pero que la señora Geli es socialista y catalana, no es insulto alguno, sino pura realidad.
Vd. don Raúl, vive tan contento en tierras sorianas y/o castellanomanchegas, por lo que le felicito y le envidio. Yo no tengo esa suerte. Aunque castellano viejo por familia, nacimiento y edad, vivo desde hace muchos años en Cataluña, y créame, lo que pasa aquí es repugnante. Los socialistas catalanes han dado aire a los separatistas o nacionalistas etnoidentitarios de ERC e ICV, desde mucho antes de la formación del primer gobierno tripartito de la Generalitat, pues en épocas en que el PSC regía el Ayuntamiento de Barcelona con mayorías absolutas, daba entrada en el equipo de gobierno municipal a separatistas y excomunistas sin ninguna necesidad, como prefiguración o ensayo de lo que luego serían los tripartitos autonómicos…. Y hablando de insultos, la verdad, estoy hasta las narices que primero los separatas de ERC y CiU y luego hasta los mismos sociatas, me insulten a mí y a todos los españoles con el mantra ese de «España nos roba» y otras lindezas cargadas de odio hacia todo lo que suene o sea español. Estoy hasta las narices de la continua vulneración de derechos individuales, interdictando el idioma materno de la mayoría de la población catalana, el castellano, (conocido desde siempre como «español» en el resto del mundo mundial), en la enseñanza y convirtiendo al idioma regional, el catalán, en única lengua oficial. Y no sigo porque este tema me produce una indeseable melancolía.
Estimado Tomás: Gracias por su mensaje y por la lectura del blog. Le agradezco la corrección y me la envaino: lleva usted toda la razón y es un error por el que pido disculpas, aunque a veces la premura de tiempo y la rapidez con la que trabaja el periodista lleva a este tipo de erratas. Lo lamento. Con respecto al resto del mensaje, yo creo que el insulto desacredita cualquier idea. Se puede defender lo que sea, pero no insultando y menos de forma tan grave y soez. Gracias. Un saludo.
Querido Raúl: Gracias también a Vd. por su atención.
Llegué a su blog navegando por páginas sorianas, pues, aunque natural de Valladolid, me declaro enamorado del alto llano numantino; de esa, para mí, maravillosa tierra de Soria, que durante tantos años, en mi niñez y primera juventud, recorría de punta a punta con mi padre, en los viajes anuales que solíamos hacer a Valladolid para ver a los abuelos y tíos que vivían allí, y por la que tantas veces he vuelto desde entonces.
Así pues, no tenía noticia de Vd. hasta que leí su blog. Me llamó la atención el título de su artículo, «Socialista catalana» y escribí el comentario del que Vd., tan amablemente, acusa recibo.
Más tarde he continuado leyendo su blog, he navegado por alguno de sus enlaces y creo estar suficientemente informado de su valioso perfil humano y profesional, por lo que le pido disculpe el agrio tonillo de maestroescuela cascarrabias que he empleado al censurar la que, sin duda, fue una errata provocada por la premura y la rapidez propias del periodismo.
Pero lo que me movió a escribir el comentario no fue la errata, no, sino alguna de las expresiones y comentarios de su artículo que llamaron mi atención y que ahora glosaré:
Dice Vd. que «Como comprenderán, la brunete mediática de la capital se ha puesto a rugir. Y, de forma muy especial, el diario La Razón»… ¿Sabe Vd., amigo Raúl, dónde se acuñó el sambenito de «Brunete mediática»? En el entorno etarra. Por eso no me gusta, y porque es un insulto equivalente a «facha». Y sin duda habrá más de un fascista en La Razón, La Gaceta, ABC y El Mundo, (Eduardo García serrano, por ejemplo), pero ninguno de estos medios puede tenerse por fascista. Sí están todos ellos en el espectro de la llamada derecha política, con una gradación hacia el centro de ese espacio ideológico.
Aquí en Cataluña, las televisiones públicas y los medios apesebrados por la Generalitat, los que hacen editoriales conjuntos al dictado del poder al que sirven y del que cobran, propios de la Rumanía de Ceaucescu, utilizan con prodigalidad la expresión «Brunete mediática» para referirse a esos medios. ¿Qué paradoja, verdad?, los voceros del nacionalismo etnoidentitario, adoradores de míticos y predemocráticos derechos históricos y/o colectivos que anteponen a los derechos del individuo, nostálgicos de la tribu y la Edad Media, dándoselas de progresistas y evocando a la División Acorazada Brunete para descalificar a sus adversarios. Lo de «Brunete mediática» es equiparable a la cursi sandez de «derecha extrema» (sic) con la que los socialistas estigmatizan a los peperos.
Dice también Vd. que, a su parecer, «Socialista y catalana», debe ser » una conjunción endemoniada para esta pléyade de educados periodistas»… Pues bien, yo me tengo por educado y no soy periodista y para mí, la conjunción «socialista y catalana», ha sido y es nefasta, porque el PSC es la proa del socialismo español en el repudio del concepto de «nación política», (de raíz grecolatina, actualizada por la revolución francesa); en el apoyo a los nacionalismos étnicos más reaccionarios y racistas en nuestro país.