II Ruta de la Jara (a las Pozas del Aljibe)
El sábado pasado anduvimos por buena parte de la Sierra del Ocejón recorriendo la II Ruta de la Jara a las Pozas del Aljibe, entre Campillo de Ranas y Matallana. Fue un nuevo acto de la Asociación Serranía. El paisaje de la Sierra de Guadalajara ha irrumpido soberbio en esta primavera calurosa que ha recogido todas las aguas que cayeron durante el invierno. Hubo sol y buen tiempo. La floración de la jara estaba en su máximo apogeo. Todas blancas y algunas con la cinco llagas, que es el emblema de nuestra Asociación. Algunas lomas del camino entre Roblelacasa y el paraje de las Pozas del Aljibe parecían talmente que estaban cubiertas de nieve. Hubo buen ambiente, buen ánimo y una admiración general cuando la ruta alcanzó su meta en el paraje de las pozas, que es uno de los sitios más hermosos y recónditos de nuestra tierra. Lo pasamos bien. Andamos. Cantamos. Bailamos. Y, por encima de todo, disfrutamos de esa extraordinaria unión que resulta de la amistad sincera y un entorno natural bien nutrido de sosiego y de tranquilidad. Un lujo en estos tiempos.
Esta es la nota de prensa que ha enviado a los medios la Asociación Serranía:
Alrededor de 200 personas participaron en la marcha
La II Ruta de la Jara recorrió las pozas del Aljibe, entre Campillo de Ranas y Matallana
La Asociación Serranía de Guadalajara, satisfecha con el respaldo a esta actividad que pretende fomentar el medio natural de la comarca
Los dulzaineros de Hiendelaencina y el cantautor José Antonio Alonso animaron la marcha, que discurrió por uno de los parajes más bellos y desconocidos de Guadalajara
Otro éxito de de participación, pero sobre todo cultural. La Asociación Serranía de Guadalajara organizó el pasado sábado la II Ruta de la Jara. Aprovechando la floración de esta especie, tan extendida en la comarca, la entidad preparó un itinerario de algo más de diez kilómetros por uno de los parajes más espectaculares y desconocidos de la provincia: Las Pozas del Aljibe, un conjunto de cascadas naturales en medio de la naturaleza virgen serrana, situadas entre Campillo de Ranas y Matallana, en plena Sierra del Ocejón.
El paisaje fue extraordinario y el respaldo de asistencia también fue notable, aderezado con el buen tiempo y el día soleado que acompañó. La jornada comenzó con la proyección de un vídeo del II Día de la Sierra, celebrado en Galve de Sorbe el pasado año, en el salón del Ayuntamiento de Campillo de Ranas. La Asociación Serranía invitó además a desayunar con rosquillas, licores y aguardiente a todo el público madrugador. El vídeo es una síntesis de todos los actos del día serrano, cuyo montaje y edición corre a cargo de José María Alonso Gordo, de Valverde de los Arroyos y socio de la Asociación Serranía.
Después, la ruta congregó a casi dos centenares de asistentes, aunque no todos lograron completar el itinerario. La marcha constó de casi 12 kilómetros, entre ida y vuelta. Partió del pueblo de Campillo de Ranas y, atravesando Roblelacasa, llegó hasta las pozas del Aljibe. El entorno presentaba una excepcional estampa, tras las abundantes lluvias del último invierno. Fue un espectáculo en sí mismo contemplar los distintos escenarios por donde discurrió la ruta, jalonada por diferentes especies como el roble, la encina, los lampazos, las zarzamoras, el cerezo, los caíllos, los perejones (así se llaman a los perales en la Sierra), las endrinas, los nogales y, por supuesto, las jaras.
Los ingenieros Carolina Lozano y Jerónimo Pérez hicieron de guías de la ruta, ayudados en el geólogo Vladimir Sánchez. Además, el recorrido contó con la participación magnífica de Octavio Mínguez “Tavi”, vecino de Majaelrayo y profundo conocedor de la Sierra del Ocejón, que contó innumerables anécdotas y datos curioso de la naturaleza de la comarca. Fue “Tavi” quien explicó, con su humor y sabiduría habitual, cómo amontonaban las “gorroneras” (montones de piedras); cómo se trabaja la tierra antaño, antes de la despoblación; y hasta cómo los lugareños se fumaban los “mogos”, que no era otra cosa que la corteza deshilachada de las estepas, laminada y enrollada.
Además, la ruta contó con la alegría y la música de los Dulzaineros “Calaveras” de Hiendelaencina y el cantautor serrano José Antonio Alonso, que demostraron su valentía al intercalar la marcha a pie con distintas piezas de música tradicional de la zona. Su esfuerzo fue extraordinario.
El itinerario busca aprovechar la belleza y el contraste que supone en el paisaje de la Sierra de Guadalajara la floración de la jara, una planta emblemática para esta comarca. Concretamente, en este caso, el paraje que recorre la marcha sigue la senda de una de las faldas del Ocejón. La marcha alcanzó las pozas del Aljibe y, ya por la tarde, los participantes regresaron a Campillo, el lugar de partida. “La segunda Marcha de la Jara en Flor constituye una de las iniciativas que lanzamos con más empeño porque es muy representativa de los valores que quiere transmitir nuestra asociación: contacto con la naturaleza, conocimiento de lo que tenemos alrededor y contacto entre los propios serranos que potencian el patrimonio medioambiental de la Sierra”, señalan desde la organización.
La marcha contó con la asistencia de Julio García, vicepresidente de la Diputación Provincial; Alberto López, director del Organismo Autónomo de Espacios Naturales de Castilla-La Mancha; Pilar Cuevas, gerente del Plan de Competitividad de la Arquitectura Negra; y Francisco Maroto, alcalde de Campillo de Ranas.