Corbacho no se equivoca
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, no se equivoca cuando recomienda a los españoles tener un sistema privado de pensiones. Pero no se equivoca porque se acerque el desastre total y absoluto que profetizan aquellos que atizan al Gobierno, sino porque está en la base de lo que es un razonamiento la mar de lógico.
Corbacho dijo anteayer en Telemadrid, textualmente: «Si me pregunta si es bueno tener un plan de pensiones privado, le digo que sí. Yo tengo uno desde hace muchos años«. Esta frase, que se convirtió en titular, no reflejaba ni el contexto ni la declaración completa que pronunció el ministro, que terminaba así: «Pero no porque vaya a haber problemas, sino porque hay topes, hay una merma en el salario y un plan de pensiones privado puede complementar».
Esto es lo que dijo y creo que no se equivoca. ¿Qué piensan algunos que es un plan de pensiones? ¿Acaso un inmenso cesto de dinero sólo al alcance de unos pocos privilegiados? Me temo que no. Un plan de pensiones privado, en la mayoría de los casos, es el ahorro mensual de una pequeña cantidad del sueldo con el fin de completar la pensión futura. Y lo que dice Corbacho es evidente: cuando uno se jubila, forzosamente y por los topes pactados, se produce una rebaja del sueldo. Así que ahorrar periódicamente, si la nómina de uno lo permite, puede ser un buen extra. Nada más que eso. Comprendo que se puedan enfadar aquellos que tienen una nómina muy justita, y por tanto apenas puedan ahorrar, y ya no digamos los que carecen de empleo. En cambio, sorprende que muchos de los que han atacado a Corbacho con estas palabras escondan que ellos están en la misma línea.
El PP, como recordaba el periodista Miguel Jiménez en El País, siempre ha defendido, y así consta en su último programa electoral, que «hay que reforzar la cultura de ahorro y previsión de los ciudadanos, fortaleciendo la responsabilidad personal y social ante el envejecimiento, y extendiendo los instrumentos complementarios de ahorro para la jubilación como mecanismo de mejora del bienestar de nuestros mayores». Es más: en este punto siempre ha existido consenso en el Pacto de Toledo, que es donde se negocian las pensiones en España.
No creo que el PSOE asuma así parte del discurso del PP. Lo haría si variara su posición sobre las pensiones públicas, especialmente, sobre las no contributivas, que siguen siendo de pena. Lo que sí creo es que Corbacho aplica el sentido común a una cuestión que no tiene vuelta de hoja: Por mucho que cotice usted, cuando se jubile no podrá cobrar lo mismo que figura en su nómina. Por tanto, no despilfarre tanto y, si puede, ahorre un poquito cada mes. Y eso lo puede hacer cualquiera que tenga un empleo con un salario digno.
Contaré una anécdota pesonal que no interesa a nadie, pero que viene al pelo de la cuestión que abordo: Mi padre es autónomo del ramo de la hostelería, lleva muchos años trabajando como un mulo, tiene dos empleados a su cargo y tiene un plan privado de pensiones suscrito desde hace años. ¡Es un trabajador!. No un magnate de la construcción, ni un especulador, ni un ejecutivo de Bolsa.
¿Por qué, entonces, ese fariseísmo, esa hipocresía y esa mala baba con las palabras de Corbacho? Como bien dice el colega Jiménez: Corbacho ha metido la pata en muchas cosas, pero en ésta me parece que no.
¿Resulta compatible defender un aumento de las pensiones públicas con la suscripción de un plan privado en las actuales circunstancias? Francamente, mi opinión es que sí.