Caja Madrid
Debe producir un poco de desazón en los votantes, militantes y simpatizantes del PP el fenomenal embrollo en que ha sumido este partido a Caja Madrid, con un magma de titulares que bien parecen capítulos de un culebrón. Y todo ello, en plena tormenta económica, con el Gobierno noqueado y con una vicepresidenta económica incapaz de explicar con soltura la política que, supuestamente, ella misma está impulsando (aunque Rajoy la ninguneó de forma inaceptable, no por ser duro con ella, sino por no dirigirse a su persona para establecer el debate).
Debe producir mucha inquietud e impotencia entre las gentes del PP que sus referentes anden desangrándose justo cuando tienes a tu enemigo contra las cuerdas.
Caja Madrid es la cuarta entidad financiera del país y una monumental máquina de dinero, inversiones y propaganda. Una palanca económico-política de primer nivel que traspasa por completo la linde de la Comunidad de Madrid. Bien, no descubro América. Pero quizá por todo eso Esperanza Aguirre está poniendo tanto empeño en colocar a su amigo y fiel escudero Ignacio González. Quizá porque Aguirre apunta a otras miras que van de Sol a Moncloa, pero eso ya se verá.
De momento, lo que sí se está viendo es un espectáculo impresentable y bochornoso de utilización política de una entidad en la que miles de madrileños y españoles han depositado sus ahorros y sus créditos. Tan impresentable es Gallardón cuando dice a las claras que es un señor que tiene despacho en Génova el que debe decidir quién será el nuevo presidente; como la propia Aguirre, en ese afán intervencionista (ella, que dice ser tan liberal) para situar en el puesto a uno de sus más directos colaboradores, que además no tiene formación económica ni financiera conocida. Y ojo a los resultados (casi un 47% menos en el primer semestre) y a la tasa de morosidad de Caja Madrid, que no está precisamente para florituras ni para imberbes gestores.
Al final, la imagen que se proyecta es de un tufo amiguista que echa para atrás y la de que, por mucha democracia que se vocifere, hay cosas que los ciudadanos ni huelen. Y esta es una de ellas. Existe todo un entramado de intereses que hacen que se crucen nombres, cargos y prebendas con tanta facilidad como para conseguir hastiar al personal. Tampoco sé por qué esta clase de asuntos despiertan tanto interés en los periodistas cuando muchas veces la gente pasa completamente de las mismos. Observen la lista de las 10 noticias más leídas en elmundo.es y en elpais.com. Ninguna está relacionada con Caja Madrid ni con los líos que se traen, a espaldas de los ciudadanos, los jerifaltes del PP y del PSOE.
Debe producir mucha desazón entre quienes de verdad trabajan en la organización del PP comprobar que tus líderes se odian y se contradicen en público, mientras el Gobierno se despeña en las colas del paro.