La renovación del orgullo
LA VANGUARDIA | Dagoberto Escorcia | 02/08/2009 |
Un campo nuevo, un hogar propio, un asiento particular, un sitio privado. Mi casa, que diría E.T. La nueva casa de los pericos, ideal para renovar el orgullo, para recuperar las esperanzas, para sentirse con derechos, para volver a sonreír abiertamente, para estar entusiasmado, para no envidiar a nadie. El Espanyol inaugura hoy el campo más moderno de la Liga española, un estadio coqueto, bonito y especialmente preparado para brindar todas las comodidades a los espectadores. Hoy los aficionados que acudan en automóvil sufrirán por los accesos que todavía no están acabados, pero una vez dentro admirarán una obra hermosa, magnífica, donde el equipo volverá a sentir el calor del público y donde los rivales saldrán por lo menos aturdidos. Es un cambio brusco después de haber pasado por Montjuïc, donde los jugadores quedaban lejos, pero es un cambio para mejorar indiscutiblemente.
Doce años después de la venta de Sarrià, el club blanquiazul recupera su patrimonio. Se marcha unos pocos kilómetros fuera de Barcelona, pero eso no importa. Las cifras de su masa social han aumentado considerablemente y el carnet perico se ha revalorizado. Merecía el Espanyol volver a tener su casa propia, le servirá para crecer aún más porque sobre el papel en el nuevo estadio el volumen de negocios debe aumentar, así al menos lo espera el nuevo director de marketing, Raúl Ciprés. Hoy es el día más soñado por los pericos en los últimos tiempos. Tener casa propia es algo que hoy en día se puede considerar un lujo.