El mejor elogio a TVE
Son momentos difíciles para el ministro de Trabajo. El hombre ha pasado de la placidez del Ayuntamiento de L’Hospitalet, mi auténtico pueblo, y de la Diputación de Barcelona a comerse el marrón más grande que se ha encontrado un ministro de Trabajo de la democracia. Cuatro millones de parados, y subiendo.
Pero nada justifica algunas salidas de tono. El jefe de prensa de Celestino Corbacho, que también viene de L’Hospitalet, Manel Fran, reprendió a un periodista de TVE que se había «atrevido» a preguntar al ministro después de una rueda de prensa. El comportamiento de Fran es impropio de un sistema donde se supone que tenemos libertad de prensa. Incluso amenazó al periodista con no dejarle pasar más al Ministerio, como si fuera de su propiedad. En todo caso, ataques de los gabinetes de intoxicación (perdón, de comunicación) a los periodistas mondos y lirondos son frecuentes y ya no sorprenden aunque no por ello dejan de ser injustificables. Y en todo caso también, este episodio resulta el mayor elogio que pueda recibir TVE y sus Servicios Informativos: demostrar que sus preguntas increpan al ministro de Trabajo del Gobierno del cual depende su funcionamiento.
Piensen si esto sería posible en algunas televisiones autonómicas y piensen también si hubiera sido posible en otras épocas del antiguo Ente público.