Y tres más
Haré tres addendas al comentario anterior sobre la manida financiación autonómica:
1.- Me producen bastante asco y rechazo las soflamas anticatalanas que se están lanzando por parte de algunos. Es un error, un grave error que busca quebrantar la convivencia y fracturar a la sociedad. El consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, un señor de imagen tétrica llamado Antonio Beteta, ha dicho que el nuevo sistema hace que un catalán valga «dos veces más que un madrileño». Qué pena. Qué pena de país. Parece que todo se reduce a Cataluña o a ERC y sus ambiciones. Como si el resto de partidos no tuviera ambiciones. Señores: que ERC defienda la independencia es cosa lógica. ¿Pero no es eso lo que le estamos pidiendo al brazo político de ETA? ¿No le estamos pidiendo que defienda, si quiere, la independencia de Euskadi, pero sin violencia ni armas? Pues eso es lo que hace Esquerra en Catalunya: busca la independencia, claro que la busca, por supuesto que la busca. Yo nunca votaría a favor de algo así, pero entiendo que haya gente que sí lo haga y entiendo además que se articule una opción política que defienda estas ideas por la vía democrática.
2.- Se está diciendo que la nueva financiación política se ha pactado para que Rodríguez Zapatero salve la cara en los Presupuestos de 2010. Pues ya lo veremos. Veremos cuál es la postura que adopta ERC porque sus antecedentes inmaduros no invitan precisamente a la estabilidad. El Gobierno se ha equivocado en muchas de las formas de pilotar este proceso de reforma de la financiación, pero dar más dinero a las autonomías para gestionar servicios públicos como la sanidad, la educación, los servicios sociales o la dependencia no sé si es déficit o no, lo que sí sé es que la gente lo necesita como agua de mayo. ¿Por qué una administración pública tiene que gestionarse con criterios de una empresa privada? Al final la sobriedad y la cordura castellana se imponen y la consejera de Economía de Castilla y León, del PP, Pilar del Olmo, ha dicho: «No comparto las tesis de mi partido. Es necesario controlar el déficit público, pero cuando se habla de financiación autonómica lo que se está debatiendo es la prestación de los servicios públicos. Para eso sí se debe incurrir en déficit, no para otros gastos«. Confieso que hasta me ha emocionado este gesto torero.
y 3.- El discurso del aparato del PP siempre maneja la misma ecuación: Zapatero = debilidad del Estado = Improvisación = Cesión a los nacionalistas. Pero los datos dicen otra cosa. Cuando gobernaba Aznar, ERC tenía siete diputados en el Congreso; hoy, tres. Cuando gobernaba Aznar, el PNV amplió su mayoría en Euskadi y ‘se echó al monte’ de Estella; hoy, sólo rige las tres diputaciones forales y la de Álava con medio pie fuera. Cuando gobernaba Aznar, CiU mandaba en Cataluña; hoy acumula ya dos legislaturas en la oposición. Cuando gobernaba Aznar, el BNG llegó al poder en Galicia; hoy está en la oposición y con menos escaños. Cada uno tiene el derecho a opinar lo que considere oportuno. Pero, ¿de verdad alguien puede sostener en serio el embuste de que con Zapatero los nacionalistas están más fuertes?