Pulitzer
La Universidad de Columbia es la facultad de Periodismo más prestigiosa y conocida del mundo. Su prestigio es excesivo, según me cuentan algunos profesores que estuvieron de visitantes o incluso de alumnos. El caso es que la Columbia, cada año, entrega los Premios Pulitzer, que son los Oscars del periodismo, pero en versión menos glamourosa y más realista. Este año, NYT se ha llevado cinco premios en distintas categorías, entre ellas, la de Reportaje Gráfico con las fotografías de Damon Winter de la cobertura en la campaña de Obama. Es una gozada observar las fotos de estos premios que, más allá de las polémicas que los rodean, tienen la virtud de darnos de bruces con la realidad. Y a veces esta realidad es dura, durísima. El jefe de Fotografía de El Mundo, Ángel Casaña, publica en su blog otra de las fotos premiadas: es de Patrick Farrell, del Miami Herald. Un hombre carga el cadáver de una niña, situada en una postura rígida pero atlética, víctima del huracán Ike. La niña se llamaba Tamasha Jean y tenía cinco años. La imagen es desgarradora, brutal.
Siempre creí, como dijo un día el director de la RAE, Víctor García de la Concha, que no es verdad eso de que una imagen vale más que mil palabras. Entre otras cosas, porque la inteligencia maneja en la mente un lenguaje verbal sin el cual sería imposible descifrar el significado de cualquier instantánea.
Hay fotos que necesitan muchas palabras, aunque a veces no es necesario pronunciarlas. Hay silencios que son estruendosos.