Radio Nacional
El diputado de IU, Gaspar Llamazares, ha pedido al Gobierno que Radio Nacional de España pase a llamarse «Radio Española», igual que Televisión Española (elmundo.es, 01.02.09). ¿Por qué? Porque su señoría considera que el calificativo «Nacional» procede de resabios franquistas y que ya es hora de poner las cosas en su sitio. Sin ánimo de caer en la demagogia, pero produce un poco de repelús pensar que uno de los dos diputados comunistas que quedan en el Parlamento se dedica a plantear estas preguntas el día anterior de conocer los datos del paro. O es error de estrategia o es error de necios. Pero en todo caso es un error. Por muy cargado de agumentos que esté.
El columnista de La Razón, Alfonso Ussía, ha publicado un comentario poniendo de chupa de dómine al diputado de Izquierda Unida. Su opinión es respetable, pero parte de una afirmación errónea. O como mínimo ambigua.
Ussía escribe: «En la II República, todo lo que había sido «Real» pasó a llamarse «Nacional», hasta el Palacio Real mismo, y esa denominación republicana se mantuvo oficialmente durante el franquismo» (03.02.09). Pues es verdad y no es verdad al mismo tiempo. Es cierto que lo de «Nacional» fue aplicado durante el periodo republicano a varios edificios e instituciones, pero eso no tiene nada que ver con RNE.
La emisora se creó en enero de 1937, en plena Guerra Civil. Su artífice fue el general Millán-Astray y se denominó «nacional» porque se originó entre las fuerzas de ese bando. Dependía de la Delegación del Estado para Prensa y Propaganda y, tras la victoria rebelde en la guerra, pasó a ser la radio oficial del Estado. Y así se ha quedado hasta la fecha.
Comparar aquella Radio Nacional de España con la de ahora, ni siquiera en su nombre, es una sandez memorable. Pero eso no quita para reconocer sus orígenes.