Disculpas y cambio
Un producto en internet, aunque no tenga un objetivo comercial, sólo tiene sentido desde la actualización permanente. Por eso pido disculpas por la ausencia en este blog desde hace justo una semana. Gracias, en todo caso, a las cientos de visitas que han seguido entrando a diario.
Hemos cambiado el hosting de la Garlopa a Linux y por eso no he podido escribir nada. Por eso y por la incompetencia de la empresa que gestiona nuestro servidor, a la que aprovecho para saludar si nos lee.
Hemos remozado la portada de la página web y su estructura general, añadiendo más imágenes y contenidos, mejorando la presentación (creemos) y agilizando su funcionamiento. Hemos dado un lavado de cara a todo el sitio sin olvidar que esto es un blog y no un diario online con una plantilla entera a su disposición. También nos hemos permitido algunas licencias personales. Porque esto se hace para disfrutar. Si no, no tiene sentido.
Y digo hemos porque el trabajo y las mejoras se deben a David García Giral, un informático como la copa de un pino al que un día tuve la suerte de conocer en la adolescencia. Gracias a su empeño, y a su pericia, a mí me ha costado cero minutos y cero esfuerzos la renovación de esta humildísima página web. Por tanto, cero méritos. El mérito es suyo porque un sitio web, aunque sea un simple blog, acarrea un descomunal trabajo, oscuro, discreto, que pocos conocen hasta que no se adentran en una aventura como esta.
Los cambios no están cerrados. Faltan muchos cabos que atar. Pero seguiremos en ello a poco que las obligaciones nos lo permitan.
Como dijo Serrat: El gusto es nuestro.