Page busca oposición
No he podido seguirlo entero porque por la mañana he escuchado la intervención de Sánchez y luego me he tenido que poner a transcribir una entrevista y escribir cosas para el periódico, pero por la tarde sí he estado atento al Debate sobre el Estado de la región en las Cortes de Castilla-La Mancha.
Si tuviera que poner un título a la crónica de esta sesión sería el siguiente: Page busca oposición. Con independencia de los errores de gestión en la pandemia y también al margen de la falta de autocrítica del propio Page, está claro que delante no tiene oposición. Se los come con cuatro chascarrillos y un discurso hilvanado que no se ciñe a los papeles y que demuestra haberse pateado el territorio, que es más de lo que hizo su antecesora en Fuensalida. El presidente del PP CLM es un hombre voluntarioso, con una tosca oratoria, que no centra bien el tiro. Esto no lo digo en menoscabo de su ideología, sino de su incomprensible estrategia. Cuando ejerces la oposición, una de las cosas más importantes es elegir bien el flanco de las críticas. Núñez dispara con cosas que no tienen sentido dirigidas hacia un perfil como el de Page: le reprocha patinazos del Gobierno central, le tira a la cara pactos con Bildu y Podemos, presenta al presidente de CLM como si fuera un peligroso revolucionario… Y, claro, como diría un castizo, al socialista se lo ponen a huevo. En lugar de ceñirse a la la gestión pandémica, Núñez suelta todo el argumentario de Génova. Con su campañita en las redes sociales y su canesú. Como era previsible, hace agua. Porque Page tiene muchos defectos -ningún político es infalible-, pero ni al que asó la manteca se le ocurre atizarle por cosas sobre las que él ha discrepado en público y que implican una colisión con su propio partido. Sería el equivalente a hacer oposición a Feijóo llamándole radical o extremista… A eso se le añade un problema de credibilidad: cuando durante los cuatro únicos años en toda la democracia en los que has gobernado esta tierra, la que fue tu mentora política se dedicó a recortar el Estado del bienestar -para enjugar, es cierto, el enorme agujero de déficit que dejó Barreda, pero también con una evidente intencionalidad ideológica-, tienes muy difícil ahora quejarte del retraso en los hospitales por abrir o en los institutos por construir. Una cosa es que haya retrasos y otra es frenar obras de hospitales de nueva construcción, que es justo lo que ocurrió con Cospedal. Esa losa sigue pesando aun con todos los peros que se puedan poner en materia de sanidad o de bienestar social.
Es difícil cuando el gobierno está respaldado por una mayoría absoluta tan aplastante y un dominio institucional apabullante en las cinco provincias, pero la oposición en CLM no encuentra ni el mensaje ni el tono para cargar contra García-Page. Estado del bienestar, moderación fiscal, apego a las tradiciones sin pudor (toros y procesiones) y cero veleidades en lo tocante al statu quo constitucional. No estoy haciendo un análisis ideológico ni estoy diciendo si todo esto me parece bien, mal o regular. Digo que, cuando tienes delante a Page, no puedes hacer oposición como si fuera el Che Guevara. Además de ridículo, es contraproducente.