La Garlopa Diaria

6 octubre 2020

Encíclica ‘Fratelli tutti’

La segunda encíclica del Papa Francisco se tituló Laudatio Si. Compré el texto en su día en la librería Cervantes, de Segovia, y me pareció una defensa sólida del conservacionismo, de la necesidad de proteger el entorno y de la exigencia de luchar contra el cambio climático. La tercera encíclica (Hermanos todos), que acabamos de conocer, es una defensa radical de la igualdad, de la inmigración y del concepto de «pueblo» como elemento para escapar del resurgimiento de «nacionalismos cerrados, exasperados, resentidos y agresivos». Pide una reforma de la estructura de Naciones Unidas y también de la «arquitectura económica y financiera internacional». «La política -afirma- se vuelve cada vez más frágil frente a los poderes económicos transnacionales que aplican el divide y reinarás». Y añade: «El mercado solo no resuelve todo, aunque otra vez nos quieran hacer creer este dogma de fe neoliberal. Se trata de un pensamiento pobre, repetitivo, que propone siempre las mismas recetas frente a cualquier desafío que se presente». Sobre la pandemia, incide en la devastación política y advierte d que, «pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería la de caer aún más en una fiebre consumista y en nuevas formas de autopreservación egoísta» […] «Ojalá no nos olvidemos de los ancianos que murieron por falta de respiradores, en parte como resultado de sistemas de salud desmantelados año tras año. Ojalá que tanto dolor no sea inútil, que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros».
La encíclica es muy buena y no hace falta ser cristiano para valorar la importancia de las opiniones del jefe de la Iglesia católica. Eso sí, en España, cualquiera que asuma esas mismas posiciones será tratado de populista o de antisistema por los mismos cantamañanas que acostumbran a ser más papistas que el Papa. En este caso, no precisamente de Francisco.

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