Ferlosio
A Rafael Sánchez Ferlosio le han concedido el premio Nacional de las Letras. Una buena noticia. Se trata de un galardón que concede el Ministerio de Cultura en reconocimiento a la trayectoria de un autor. No a una obra sino al conjunto de la misma. Y pocos autores pueden reunir un catálogo tan extenso y tan denso, que no son la misma cosa, como el autor de «El Jarama». Es cierto que en los últimos años le hemos visto más volcado al ensayo que a la novela, y ahí están «El alma y la vergüenza» y «Non olet» para cautivarnos. Sin embargo, su capacidad narrativa se ha plasmado también en libros donde mezcla varios géneros: el cuento, la novela, el ensayo. Todo junto en unión con la capacidad intelectual de un autor que, además, suele tener la manía de ser algo o bastante heterodoxo. Vamos, que ha dado sobradas muestras de tener los pies en la tierra. «Los premios que he recibido me han venido muy bien y ya está, pero soñar, yo no sueño con nada, yo estoy siempre despierto», dijo ayer tras conocerse la noticia del premio.
A Sánchez Ferlosio suelo verle a menudo paseando por la calle López de Hoyos. Compartimos barrio, el de la Prosperidad madrileña, y también librería, El Buscón, en la calle Cardenal Silíceo. Somos unos afortunados los de «la Prospe» porque no es habitual tener de vecino a un escritor de esta talla. El Buscón, por cierto, es una librería especializada en filosofía pero de temática general. Una librería de las de antes, con un fondo buenísimo y un librero que sabe de libros. Ferlosio suele pasear acompañado. Anda despacio y apoyado en un bastón, con pose de observador. Lleva las gafas colgando. Viste con rigor, pero algo astroso. Exhibe una barba descuidada. Y casi siempre que le he encontrado llevaba El País en la sobaquera. Es la segunda vez que un autor premiado con el Cervantes, que se concede también a autores de Hispanoamérica, recibe el Nacional de las Letras, limitado a España. El primero fue el dramaturgo alcarreño Antonio Buero Vallejo.
Quizá los premios le sobran algo, pero puede que al menos sirvan para divulgar aún más toda su producción. Ferlosio es un seguro de inteligencia y de crítica. No se calla. Sacude si hace falta. Y bascula sus opiniones entre el realismo y la acidez cáustica. Tiene un talento y un humor que, puesto negro sobre blanco, nos deslumbra.