La Garlopa

Cuando una publicación se acaba, se achica el pensamiento y se reducen los límites de nuestra curiosidad. A través de una sentida carta, Jesús Rodríguez Vicente, infatigable defensor del deporte y de las letras, nos anuncia que Deporte Base deja de publicarse. Se trata de una pésima noticia para el periodismo local, pero también para los cientos de niños y chavales que han sido los verdaderos protagonistas de sus páginas. El esfuerzo editorial que supone Deporte Base nació en Sigüenza, tierra de guerreros, obispos y literatos. Allí Jesús creó “Deporte Seguntino”, que luego pasaría a ser “Deporte Castilla-La Mancha”. Fue un éxito fulminante. Creo que por tres motivos principales. Primero, porque estaba echa con tesón y cariño, ingredientes mucho más importantes que la técnica o el dinero para sacar adelante una cabecera. Segundo, porque los niños y niñas que practican el deporte base se sintieron, desde sus comienzos, los verdaderos artífices de esta publicación. Y, tercero, porque es una revista bien hecha: una paginación medida, una estructura idónea para los temas a tratar, un tipo de papel adecuado y una línea siempre cuajada en torno a la cercanía con los colaboradores: entrenadores, competidores o jugadores de las distintas disciplinas.

Jesús Rodríguez Vicente es un cronista local. El título no es baladí porque, por desgracia, ya van quedando pocos. Un cronista local es el que absorbe la historia de su pueblo, y luego la cuenta y la divulga. Un cronista local es el que tiene una curiosidad sin límites por lo que le rodea. Un cronista local es un señor que, con un bloc de notas o una grabadora, se mezcla con los suyos para ver por dónde respiran. Eugenio Scalfari, periodista italiano, tiene escrito que periodista es gente que le cuenta a la gente lo que la pasa a la gente. Así se ha comportado Jesús a lo largo de estos años. Por lo menos, desde que yo le conocí, en 2004, cuando nos enviaba colaboraciones al periódico Guadalajara Dos Mil. La prosa seguntina chorrea a borbotones en la pluma de Jesús Rodríguez Vicente, que siempre traía alguna entrevista interesante en aquella sección que convirtió en bandera: “el personaje seguntino”. No eran personajes de latón. Eran personas de carne y hueso de la Ciudad del Doncel. Gente con iniciativa propia que había destacado en algo bueno para su pueblo. Pienso que la virtud de Jesús ha sido captar ese pálpito ciudadano, que conoce y aprecia porque lo considera suyo, y plasmarlo negro sobre blanco.

Ahora, tras nueve años de esfuerzo, deja de editar la revista Deporte Base. Sacar adelante una publicación, al margen de la periodicidad, siempre es una tarea compleja. Hay que atemperar mucho los ánimos, alargar la paciencia y trabajar demasiado como para no desfallecer en el intento. El éxito de Jesús y sus colaboradores ha sido resistir todos los embates. Y ya se sabe, como dijo Camilo José Cela, que resistir es ganar. Ahora Deporte Base se despide, pero queda la huella de todos los números publicados, que no es poca cosa. Y Jesús –estoy seguro- permanecerá inasequible a su desaliento literario. Siempre atento a las pequeñas cosas, a las noticias aparentemente sencillas, al deporte que no está copado por famosos ni multimillonarios. Siempre atento, y ese ha sido su mayor patrimonio, a los niños y los discapacitados. Enhorabuena a Deporte Base y a su creador.