La Garlopa

Pregunta. ¿Tienen los periódicos de papel los días contados?

Respuesta. No. Seguirán existiendo. Porque todos los necesitamos. Por el placer de la escritura y de la buena lectura y, sobre todo, porque no se limitan a dar noticias, sino que contribuyen a crear una opinión pública informada. No basta con saber qué sucede. Hay que valorar las consecuencias de un acontecimiento, ver sus intereses evidentes u ocultos. Los diarios no son un flujo continuo de información. Si sólo transmitiéramos datos ya habríamos desaparecido. En cambio, sus páginas retienen retazos de noticias y construyen así una especie de catedral que ayuda a los lectores a orientarse.

P. ¿Qué criterio han de utilizar los diarios?

R. Antes de nada, buscar el sentido de las noticias. Es lo que nos diferencia de Internet, la televisión o la radio. Y en eso está la raíz de nuestra misión y de su supervivencia.

P. Sin embargo, para sobrevivir es necesario renovarse.

R. Sin duda. Los periódicos forman parte de un sistema que no puede parar, en el que hay que estar presentes en la Red. Pero todas las mañanas llega el diario de papel, que sabe organizar las noticias y tiene la responsabilidad de dar a los lectores también su opinión. Es decir: hago hablar a los protagonistas y te digo qué pienso yo.

P. ¿Qué distingue al lector de periódicos?

R. Los diarios convierten a los lectores en ciudadanos conscientes, capaces de ejercer sus derechos, por ejemplo, cuando van a votar: ciudadanos que puedan premiar o castigar con criterio.

P. Italia está en plena campaña electoral y Zapatero parece haberse convertido en el modelo del centro-izquierda. ¿Por qué?

R. Es una cara nueva, moderna, europea, presta mucha atención a los derechos civiles y la laicidad del Estado. Éstos son los rasgos que muchos votantes quieren también para la izquierda italiana y el Partido Democrático. Además, si antes mirábamos más hacia Francia como modelo, hoy existe un nuevo interés por la vitalidad española. Y Zapatero es el líder que encarna ese cambio.