Clara Sánchez indaga en «el sueño de la vida» en su nueva novela
La autora alcarreña, que llevaba cuatro años sin publicar un libro, sostiene que su nueva criatura literaria “es una novela de intriga psicológica y de trasfondo científico. Una mezcla de sueños, realidad cotidiana, supervivencia y humor”. Clara Sánchez no ha “regateado tiempo ni esfuerzo” para sacar a flote su nueva obra, trasunto del cuento de La bella durmiente y de La vida es sueño, de Calderón de la Barca.
Presentimientos se basa, a su juicio, “en la fuerte sensación que siempre he tenido de que la vida funciona con unas leyes que no entiendo, de que todo es una farsa y que hay gato encerrado, y creo que en cierta medida la explicación se puede encontrar en ese mundo paralelo de los sueños en que nos pasamos gran parte de nuestra vida y que no es mucho más absurdo que el real”, explica la escritora, afincada en Madrid desde hace años. A Sánchez le intrigaba desde niña saber qué pensaría “La Bella durmiente” mientras dormía porque le parecía “que la parte más importante del cuento, la que en el fondo seduce a los lectores, quedaba oculta en la mente de la princesa”.
El coma en el que la autora sumerge a Julia, la protagonista de su nueva novela, “es una manera de darle un nombre al largo sueño de la Bella durmiente”. Pero Julia no es una princesa de cuento, sino “una heroína de nuestros días”. Recién llegada de vacaciones a una zona superpoblada de la costa con su marido, Félix, y con su hijo de pocos meses, coge el coche con la intención de comprar leche para el niño y sufre un accidente. Ingresada en el hospital más cercano, Julia permanece en coma y en sus ensoñaciones “vivirá una auténtica aventura de supervivencia, amorosa y de huida, que siente como completamente real, no como algo surrealista, y lo hace en una selva de apartamentos de veraneo, supermercados y sucursales bancarias”, señala Sánchez.
Inspiración en la histeria
La intriga psicológica de Presentimientos está “animada e impulsada por Freud y sus Ensayos sobre la histeria”. “Cuando hace mucho tiempo leí aquel estudio psicológico sobre los problemas de una chica llamada Dora, pensé que más que un ensayo era una de las novelas más entretenidas e inteligentes que había leído nunca y que alguna vez me gustaría intentar algo de ese calibre”, confiesa Sánchez. Y lo intentó. Presentimientos, una novela en la que, según confiesa, “hasta el más mínimo detalle tiene su importancia”, refleja el gran interés que suscita en la escritora el mundo de los sueños. “Los estudios sobre el cerebro avanzan de día en día y lo que ayer creíamos que no era posible hoy lo es, así que mañana serán posibles cosas que hoy ni sospechamos, por eso no me he dejado limitar en ningún sentido para decir lo que quería decir”, añade.
La ciencia le ha servido “para imponer un criterio de cierta racionalidad que impide que Presentimientos sea un libro fantástico”. Es una novela “sobre el sueño de la vida”, subraya Sánchez, que reconoce que lo ha “pasado bien, pero que muy bien” escribiendo esta obra y recorriendo “de la mano de Julia sus sueños enteros”. Gran aficionada al cine, Clara Sánchez admite que, “aunque distintas”, su nueva novela “se podría emparentar” con películas como El sexto sentido. “Digamos que ambas se sitúan en un sutil ángulo de la existencia humana que aún está por descubrir”, concluye.
Clara Sánchez nació en Guadalajara en 1955, aunque pronto se trasladó a vivir a otras ciudades. Ahora reside en Madrid, donde estudió Filología Hispánica en la Universidad Complutense. Ha escrito artículos y cuentos en periódicos, revistas y antologías. Ha prologado libros, de Yukio Mishima entre otros. Y ha publicado seis novelas: Piedras preciosas (1989), No es distinta la noche (1990), El palacio varado (1993), Desde el mirador (1996), El misterio de todos los días (1999), Últimas noticias del paraíso, por la que recibió el Premio Alfaguara de novela 2000 y Un millón de luces (2004).
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Primeros párrafos del libro
La editorial Alfaguara ha tenido la gentileza de servir a este diario los párrafos del primer capítulo de la última novela de Clara Sánchez: “Salieron de Madrid por la A-3 en dirección a Levante a las cuatro de la tarde. Julia se había pasado la mañana haciendo el equipaje que ahora con Tito se complicaba extraordinariamente. Desde que nació hacía seis meses, cada paso fuera de casa suponía movilizar mil cachivaches. Y en cuanto faltaba uno el mundo parecía desmoronarse. Pañales, biberones, gotas para el oído, sombrilla gorro para el sol. Las cosas más urgentes iban en una gran bolsa de tela acolchada marrón estampada con osos azules, que por la calle solía colgar del respaldo del cochecito. La ropa de Félix y de ella la metió a voleo en la Samsonite verde abierta sobre la cama desde bien temprano. Cuando por fin la cerró, estaba hecha polvo con tanta ida y venida por el piso. También cerró los armarios. La que había que montar para bañarse un poco en el mar y tumbarse al sol. Cambiaría a Tito justo antes de emprender la marcha y aprovecharía para meter este último pañal sucio en la bolsa que dejaría en el cuarto de basuras del edificio. Antes de que se le olvidase, revisó la llave del gas y desenchufó el ordenador y el frigorífico. ¿Y qué más? Seguro que había algo más. Pero ya no le quedaba sitio en la cabeza para ningún otro detalle. Si uno pensara a fondo en todo lo que deja atrás, no terminaría nunca.
Con los huevos que quedaron al limpiar el frigorífico hizo dos bocadillos de tortilla francesa, uno para ella y otro para Félix. Félix en verano tenía jornada continua. Terminaba a las tres y llegaba a casa a las tres y media y se hacía cargo de Tito para que Julia pudiera irse a trabajar, en teoría, porque, un día sí y otro no, surgían imprevistos”.
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Una alcarreña afincada en Madrid
La novelista Clara Sánchez, natural de Guadalajara, está vinculada a la localidad campiñera de Galápagos, donde nació su madre. Nunca ha negado su condición de alcarreña, aunque en las entrevistas no suele hacer gala de ello si no se lo preguntan. Hace años que vive en Madrid. Está casada y tiene una hija. En un comentario reciente en su blog de Elboomeran.com (una página cultural editada por Prisa) glosaba la figura del librero y también alcarreño Jesús Ayuso. Clara Sánchez escribía esto: “Dice mucho de su carácter esta afición por algo tan vivo y productivo como las colmenas con ese constante ir y venir de laboriosas abejas. También tiene que ver con el sitio de donde es, Guadalajara, cuyo producto estrella es la miel, aunque a decir verdad él parece un poco extranjero por los ojos claros, el pelo rubio y los pómulos marcados. Quien quiera conocerle puede encontrarle en San Bernardo, 35, cerca de la plaza de los Mostenses. Esta nueva ubicación de la librería ha sido inaugurada este año. El que vaya por allí verá en la fachada una placa en la que dice más o menos ‘Aquí vivió y escribió Dª Emilia Pardo Bazán’”.