La Garlopa

De manera sorprendente, se ha establecido un nuevo vínculo entre la Guadalajara de Jalisco (México) y la de la meseta española. La de aquí. La nuestra. El ‘spot’ publicitario encargado por la Diputación de Guadalajara ha hecho fortuna. Porque un anuncio de televisión lo primero que pretende es llamar la atención. Luego, vender un mensaje. En este caso, se trata no sólo de difundir las excelencias de Guadalajara, sino de hacerlo en comparación con una ciudad homónima y cuyo tamaño supera, con creces, a la Guadalajara de Castilla-La Mancha. En todo: en población, en productividad y, sobre todo, en el peso que representa en el conjunto del Estado mexicano la Guadalajara de Jalisco. Nada que ver con el papel secundario de Guadalajara en España. Dicen que todas las comparaciones son odiosas. En este caso, más que odiosas, son producto de un curioso juego de palabras y de un ‘spot’ publicitario divertido y eficaz. El video, en todo caso, tiene una factura técnica muy buena. La canción, una letra sencilla pero que “pega”. Y la idea, genial.
Las campañas de publicidad y diseño del estudio de Laura Domínguez podrán gustar más o menos. Pero tienen una virtud incuestionable: impactan y divierten. Ambas cosas. La ranchera mexicana con la que se proclama a los cuatro vientos que “Guadalajara no sólo está en Jalisco” ha surtido efecto. Ya todo el mundo la ha podido escuchar y cualquier interesado se puede descargar la versión en la página web de la Diputación y hasta en Youtube. Primera conclusión: la promoción ha sido eficaz. De eso no hay duda. Se ha roto, por fin, el espejismo que parecía condenar a Guadalajara, la de aquí, a un segundo plano con respecto a su ciudad hermana en México. Ahora todos saben, gracias a la guitarra de Nacho Abascal y la canción de los creativos de Laura Domínguez, que hay una Guadalajara, quizá más modesta que la mexicana, pero con tanta dignidad y belleza.

Cuatro fundaciones
De todas maneras, como se trata de fomentar el conocimiento de una Guadalajara y otra, quizá conviene acercarse a la realidad de la de México. Porque la de aquí es sobradamente conocida. Cuenta la historia que Guadalajara, la de América, tuvo que ser fundada cuatro veces. La primera se asentó en Nochistlán, hoy municipio del Estado de Zacatecas, en 1535. Al siguiente año se trasladó al pueblo de Tonalá. La tercera Guadalajara fue fundada en 1539, después de una gran batalla entre indígenas y españoles en el cerro de Mixtón, donde perdió la vida el famoso español Pedro de Alvarado. Y, finalmente, doña Beatriz Hernández fundó la Guadalajara definitiva el 14 de febrero de 1542, bajo cédula real de Carlos V, que fue quien le concedió el título de ciudad y el escudo de armas que perdura hasta la actualidad. Guadalajara se convirtió en capital del Estado de Jalisco el 27 de mayo de 1824. Jalisco está en la zona occidental de la República Mexicana. La ciudad de Guadalajara es la segunda más importante del Estado, después de México D.F. Cuenta con una extensión territorial de 182 Km2 y una altitud de 1,567 metros sobre el nivel del mar,
Según datos oficiales del Gobierno de Guadalajara, el clima medio allí es de 19.2º C. Tres hechos excepcionales constan en los registros: la nevada de febrero de 1881, los 39ºC a la sombra del 4 de junio de 1936 y otra nevada el 13 de diciembre de 1997. Ni siquiera en el clima nos parecemos porque aquí prima el continental con inviernos muy fríos y veranos extremadamente cálidos. “Tres meses de infierno y nueve de invierno”, dice un refrán conocido por nuestros pueblos. Ojo: la población en el Estado de Jalisco es de siete millones de habitantes, de los cuales en la Zona Metropolitana de Guadalajara viven cuatro millones. La provincia de Guadalajara apenas pasa de los 200.000 habitantes.
La Guadalajara de Jalisco es una ciudad productiva, un centro neurálgico del país más importante de Centroamérica. “El sector financiero ha cobrado mayor relevancia en la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde operan instituciones bancarias, bolsas de valores, sociedades bancarias, uniones de crédito, entre otras, que prestan este servicio. En el 2003, la cifra en el Estado fue de 621 sucursales bancarias y en la Zona Metropolitana de Guadalajara se ubicó en 420 sucursales”, explican en la página web oficial. Jalisco ocupa el segundo lugar en la captación total de la banca comercial del país, por el grado de integración de sus servicios bancarios y financieros, lo que habla favorablemente de su capacidad de ahorro y del potencial de recursos que puede canalizar en pro de su desarrollo. Además de los servicios ya citados, la Zona Metropolitana de Guadalajara cuenta con un número sustancial de establecimientos de carácter financiero como casas de bolsa, de cambio, arrendadoras, afianzadoras, así como todas aquellas ramas que se desprenden de esta actividad. En todo caso, en esto sí podría establecerse un paralelismo porque, aunque el volumen económico no es idéntico, la pujanza del Corredor del Henares, uno de los cinturones industriales más activos del sur de Europa, sí posiciona a Guadalajara como uno de los puertos secos más importantes del país. Pese a todo, aquí, a diferencia de allí, el peso de la economía se centra en dos sectores: la logística y la construcción.

Expo-Guadalajara
Jalisco tiene más de 25.000 kilómetros de carreteras, a través de las cuales se integra la entidad con el resto del país y, a través de la frontera Norte, con los Estados Unidos. En este punto, quizá los gestores políticos mexicanos puedan asesorar a Pérez León y su equipo, ahora que pronto el Plan de Carreteras, casi 2.000 kilómetros de vías, va a empezar a ser una realidad. En el metro también nos ganan: disponen de dos líneas y de una especie de tranvía al que llaman PreTren. También cuentan con un aeropuerto internacional, llamado “Miguel Hidalgo”, ubicado a 15 kilómetros de la capital guadalajareña. Aquí, sin embargo, Barajas nos queda a algo más de 40 kilómetros.
En el ámbito educativo, cualquier comparativa nos deja en mal lugar. Sólo que aquí siempre tenemos la ventaja de tener todo cerca, a dos pasos, en Madrid. Jalisco cuenta con 8 universidades reconocidas internacionalmente, así como instituciones de carácter técnico que imparten más de 50 especialidades. La Universidad de Guadalajara es la más importante y ofrece 118 carreras. Aquí no tenemos una universidad que lleve el nombre de la provincia. Tampoco el de la región, que vendría a ser algo así como un Estado mexicano. La Universidad de Alcalá, pese a todo, tiene mayor pedigrí académico.
En economía, las diferencias se agigantan, a pesar de que ambos territorios son pujantes. Guadalajara se ha caracterizado, según el Centro Bancario de Jalisco, “por las facilidades que ofrece para la realización de congresos, convenciones, exposiciones y otros eventos similares. Así, vemos el surgimiento de Expo-Guadalajara, un gran centro para convenciones, y alrededor de éste la construcción de grandes hoteles con la categoría que exige el mercado que acude a estos eventos”. Expo-Guadalajara. ¿Les dice algo este nombre a los ciudadanos de la Guadalajara castellana? Siguiendo con los datos oficiales: “el sector industrial de Jalisco es fabricante de textiles, calzado, alimentos, bebidas, hule y plásticos, muebles, farmacéuticos, etc. Además, es asiento de empresas industriales de alta tecnología en electrónica y comunicaciones. La industria se caracteriza por ser pequeña y mediana, como sucede en la mayor parte del país y en Jalisco ésta se concentra principalmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara”.
Algunas de las principales industrias localizadas en la Zona Metropolitana de Guadalajara son, por ejemplo, Kodak, Bimbo de Occidente, Honda, IBM, Siemens o Hewlett Packard. En eso, la tierra alcarreña no desmerece: disponemos de Tudor, Mahou, Hormipresa, BASF, Camy, Rayet, Hercesa o Gran Europa. Será por nombres…

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“Business Guadalajara Metropolitan”
frentea una conexión telefónica con ‘track’

Conocida en el ámbito de los negocios como el “Valle del Silicio”, la Guadalajara mexicana, según explican sus propios responsables políticos, “se coloca como una de las ciudades de México más atractivas para las inversiones extranjeras porque abre espacios geográficos estratégicamente ubicados, con la infraestructura necesaria para solventar las necesidades que empresas trasnacionales requieren al instalarse en nuestra ciudad”. Y aluden al proceso de globalización y a la implantación de nuevas tecnologías: “Como protagonista principal de la región Occidente de nuestro país, Guadalajara otorga una contundente respuesta a estas exigencias, al colocar a través de la fibra óptica, la posibilidad de realizar negocios vía Internet, convirtiéndose en pionera de los negocios electrónicos, lanzando el programa «Business Guadalajara Metropolitan» el cual contiene la información necesaria para la toma de decisiones de empresarios con interés de invertir en nuestro municipio”. En esto sí que la antigua Arriaca sufre una derrota porque mientras al otro lado del “charco” hablan de ‘business’, aquí la banda ancha no ha llegado a la mitad de los pueblos de la provincia. Algunos todavía siguen utilizan el sistema ‘track’ de teléfono. Definitivamente, Jalisco no está en Guadalajara.

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“¡Vive Guadalajara!”, lema turístico

El turismo es el nexo que ha vuelto a unir a las Guadalajaras de México y España. La Guadalajara americana “es conocida en el mundo por su tradición hospitalaria, por su extensa gama de atractivos culturales y recreativos, por su variada y deliciosa gastronomía, pero, sobre todo, por su gente. Más que una ciudad, es la representación de la mexicanidad, con su folclore, sus grupos de mariachi reconocidos a nivel mundial, su amplia artesanía, el tequila y el deporte nacional de la charrería”. Este es un aspecto que destacan todas las guías de turismo y sitios de internet: Guadalajara es una pata esencial de México, una especie de identificación de la esencia del país, de sus raíces. “La Guadalajara contemporánea –prosiguen los folletos- representa al México moderno por su fuerza, tanto económica como industrial, comercial y de infraestructura de servicios, además de que cuenta con un legado de cuatro siglos y medio de cultura”.
Ciertamente, la Guadalajara mexicana es una potencia turística: por su centro histórico, catedral incluida (aquí debemos conformarnos con una concatedral, aunque siempre nos queda Sigüenza); el Instituto Cultural Cabañas, nombrado patrimonio histórico de la Humanidad por la UNESCO; la Cruz de Plazas y la Catedral, el más reconocido símbolo que identifica a Guadalajara por sus torres en forma de alcatraces invertidos. La Zona Metropolitana de Guadalajara tiene una capacidad hotelera de más de 16.000 habitaciones (cifra que haría marear a la Asociación Provincial de Hostelería de Manolo Jiménez). El lema turístico de los guadalajareños mexicanos es: “¡Vive Guadalajara!”. El de aquí, durante muchos años, fue “Guadalajara, puerta abierta”. Luego se dejó en “Guadalajara, algo se mueve” y “Guadalajara, con cinco sentidos”. Ahora, la Diputación ha optado por innovar: “Guadalajara no sólo está en Jalisco”.