Periodismo

4 octubre 2004

Así no vale

GUADALAJARA DOS MIL, 04/10/2004

El compañero Rafa González reseñaba recientemente en “Nueva Alcarria” un libro muy entretenido: “Copiar y pegar”, de Carlos Serrano, director de “Tribuna de Salamanca”, y Alberto Fernández-Salido, redactor de “La Razón”. El volumen se orienta a los profesionales del periodismo, especialmente a los novatos. Pero puede interesar a cualquiera. Una de las dedicatorias va dirigida “a los que están considerando la posibilidad de pasarse a la otra acera, la de las columnas de opinión, las tertulias o los gabinetes de prensa. Hay luz al final del túnel. Sólo hay que volver a la esencia”. Escribir columnas de opinión en Guadalajara es como si el obispo de Sigüenza predicara en El Cairo. Sin embargo, en Madrid la especie se encuentra en un periodo de expansión. Por su estilo zafio, sobresalen los periodistas, escritores y hermanos de la cofradía de la sacrosanta columna. Se dicen liberales y no fallan en su intento de zaherir a aquél que no piense como ellos. No entienden de matices; sólo insultan. Así, uno, que todavía está en edad de aprender, se sorprende por las palabras gruesas y los descalificativos que salen de plumas tan brillantes como mal educadas. Léase Ussía, Campmany, Jiménez Losantos y, como alevín de todos ellos, David Gistau, cachorro de Anson y autor de un libro con título edificante: “A que no hay huevos”. En las últimas semanas, quizá fruto del impulso vacacional, estos maestros del buen improperio no han cejado en su empeño de disparar contra todo aquello que se mueve en Moncloa. Ya sean las ministras posando para “Vogue”, las sonrisas de Zetapé o las bromas de Ibarra, que cuando habla revienta los precios del pan. Puede que lo que diga en este artículo se interprete como un exceso de vanidad, pero de algo hay que morir. Mientras la mayoría trabaja con moderación, ellos faltan al respeto, regañan a casi todos y desprecian el rigor porque se sirven de la peor sátira. Humildemente, desde la ignorancia absoluta: así no volvemos a la esencia. Así no vale. Pienso.