La Garlopa

Tortonda es un pueblo anónimo de Guadalajara. Pocas veces sale en la prensa. En raras ocasiones genera noticias. Sin embargo, conserva vida y alma de pueblo. Está situado a 1.110 metros de altitud y a 75 kilómetros de la capital. Su censo es escuálido: 39 habitantes. Herrera Casado y Serrano Belinchón, en la enciclopedia provincial que publicaron en este periódico, definen así a Tortonda: “El pueblo se ensancha casi a mitad de la Calle Real formando una plaza inmensa, en la que hay una fuente de piedra que es al mismo tiempo monumento a los hombres del campo, pues remata con una vertedera de tiro de mulas con la que los labradores de otro tiempo removían la tierra pasada la recolección en mañanas interminables y tardes de sudor. En esta especie de plaza se abriga dentro de su funda de yedra el tronco de una olma concejil que debió de ser voluminosa, memorial de un siglo de sombras que acabó cuando la dichosa enfermedad”.
A partir de ahora, Tortonda tiene un aliciente más. Con nombre y apellidos. Juan Ángel Bueno es un agricultor de 63 años que antes fue ganadero: “lo dejé porque es aún más duro”. Ahora cultiva, sobre todo, cereales. Vive en su pueblo desde siempre. Le apasiona el campo y la naturaleza. También es curioso. Hace doce años, Fertiberia le regaló un pluviómetro y nunca creyó que le iba a sacar tanta utilidad. Con una constancia admirable, ha ido apuntando en un cuaderno el índice de precipitaciones en Tortonda en todo este tiempo. “Lo hago por curiosidad, te da una orientación pero no hay dos años seguidos, el tiempo siempre es diferente, incluso en los años que caen los mismos litros no es lo mismo que llueva mucho en invierno que lo haga en mayo, que es cuando nos interesa”, explica.
El pluviómetro es un instrumento que se emplea en las estaciones meteorológicas para la recogida y medición de la precipitación. “Es parecido a un tubo de cubata como los que sirven por ahí”, matiza Juan Ángel. La cantidad de agua caída se expresa en milímetros de altura. El diseño básico de un pluviómetro consiste en un recipiente de entrada, llamado balancín, por donde el agua ingresa a través de un embudo hacia un colector donde el agua se recoge y puede medirse visualmente con una regla graduada o mediante el peso del agua depositada. Asimismo, el balancín oscila a volumen constante de agua caída, permitiendo el registro mecánico o eléctrico de la intensidad de lluvia caída. El pluviómetro ha sido diseñado para también estar soportado sobre la superficie de la tierra. Por regla general, la lectura se realiza cada 10 horas. Un litro caído en un metro cuadrado alcanzaría una altura de un milímetro. Para la medida de nieve se considera que el espesor de nieve equivale aproximadamente a diez veces el equivalente de agua.

Estudio fiable

El trabajo de Juan Ángel apuntando las precipitaciones lo ha plasmado por escrito, en un informe con gráficos y análisis, su sobrino, Ángel García Bueno. “No soy meteorólogo de profesión, al revés, soy ingeniero industrial, pero bueno, se trataba que el trabajo de mi tío no pasara desapercibido”. En su opinión, la fiabilidad es absoluta. Cien por cien, “salvo el mínimo error que pudiera haber al observar los litros por metro cuadrado registrados en el pluviómetro”, aclara. Hay varias conclusiones que extraen del trabajo de Juan Ángel Bueno y Ángel García. Primero, la comparación de las precipitaciones en Tortonda y la media nacional resulta inferior la primera. Segundo, es interesante comparar estos datos con la que se considera la zona más seca de España, ubicada en Murcia. Y tercero, el mes que más llueve en Tortonda en los últimos doce años es febrero. “Mi tío no ha fallado ni un día en apuntar los datos con el pluviómetro, así que no es posible el error”, confiesa su sobrino.

La precipitación media acumulada en Tortonda a lo largo del año hidrológico 2006-2007 (desde el 1 de octubre de 2006 al 30 de septiembre de 2007) alcanzó los 466 litros por metro cuadrado, lo que supone un 19 % menos que su valor medio normal a lo largo de los últimos 12 años, considerado como periodo de referencia, puesto que es desde cuando está documentada y disponible dicha información. Estas circunstancias definen el carácter del año como seco, siendo el más seco de los últimos 12 años a excepción del año 2004-2005 que fue el más seco de todos ellos.

Según consta en el informe elaborado por Ángel García, a pesar de ser casi el año mas seco, sin embargo se da la circunstancia de que los meses primaverales (marzo, abril, mayo y, junio) han sido los más lluviosos de todo el periodo de referencia de los 12 años, por lo que la cosecha de cereales se vio favorecida y aparentemente pueda dar la impresión de que el año ha sido mas lluvioso de lo que realmente fue. El mes más lluvioso de los últimos 12 fue abril, con precipitaciones de 82 litros/m2, es decir casi el doble de la media usual para este mes y, 3 veces superior a las del mismo mes del año anterior. Los meses más secos fueron agosto y enero, con precipitaciones muy por debajo de la media de esos meses. A juzgar por los datos obtenidos en los últimos 12 años mediante el pluviómetro meteorológico de Juan Ángel Bueno, en la tabla y gráficos siguientes puede observarse las precipitaciones hidrológicas totales por mes y año y, las precipitaciones mensuales medias durante éstos 12 años, así como el balance de precipitación de cada año respecto a la media.

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Lluvia a ciclos

El estudio sobre las precipitaciones en Tortonda incluye una serie de gráficos que hacen fácil consultar los datos. Aunque Ángel García Bueno, su autor, lo lleva haciendo hace años, en esta ocasión ha añadido una comparación durante los últimos 12 años de que lo que llovió mes a mes en Tortonda y la precipitación media nacional de toda España. En él se puede apreciar que generalmente llueve menos en Tortonda que en la media nacional (un 16% menos) a excepción del año 2001-2002, que llovió un 10% mas. En varias tablas, el autor del informe incluye los valores mensuales de precipitación en litros/m2 recogidos en el periodo de referencia, es decir el correspondiente a los últimos 12 años hidrológicos. También se incluye el valor acumulado anual, la media mensual anual y, el valor medio acumulado anual a lo largo de los 12 años, siendo este de 573 litros por metro cuadrado. Según García, es interesante advertir que “las precipitaciones funcionan mucho por ciclos, es decir, que no se puede decir ahora que la tendencia es que llueva más o menos, si lo comparamos con años anteriores. Simplemente cada año corresponde a un ciclo de mayor o menor intensidad pluviométrica”.