La falta de lluvias en verano retrasa la recogida de setas
Como no se arregle de aquí a lo que queda hasta el final del mes de octubre, no va a ser una temporada excelente en la recogida de setas. Agosto y septiembre vino cargado de un clima menos caluroso que otros años, pero no llovió lo suficiente como para que las setas salgan ahora a raudales. La escasez de lluvias en los meses de verano ha provocado que la campaña de micología en la provincia se retrase más de lo previsto, hasta mediados de octubre. Esto no quiere decir que no haya gente saliendo al monte a coger setas. Todo lo contrario. Muchos aficionados no esperaron ni al final del verano para lanzarse a la búsqueda de setas, pero los resultados no están tan fructíferos como el año pasado. En ninguna zona: ni en Atienza, Sigüenza, Cogolludo o Molina.
En zonas limítrofes de Guadalajara ocurre otro tanto. Según informa la agencia de noticias Ical de Castilla y León, Soria presente un panorama similar. El técnico del proyecto inter-territorial «Myas», Antonio Vega, sostiene que “podríamos avanzar que la campaña micológica no ha comenzado todavía, no por falta de ganas de los aficionados, sino que la falta de lluvias de los meses de agosto y septiembre, ha provocado que la campaña venga tardía. No obstante, gracias a los chaparrones de los últimos días, podemos avanzar que la campaña comenzará a mediados de este mes”. En Soria, donde la recolección está regulada a través de permisos, el número de licencias expedidas hasta la fecha a través de los 55 puntos de venta existentes en la provincia soriana “es anecdótico”, explicó a modo de ejemplo para dejar claro que hay que esperar un poco más para aprovechar las setas. El pasado puente del Pilar, por tanto, no fue fructífero en la recogida setera. En los montes apenas había especies comestibles que llevarse a la cesta.
Fiebre del boletus
En todo caso, el interés por recoger setas no desciende ningún año. La micología es un recurso paulatinamente más valorado gracias al aumento de nivel y calidad de vida que ha experimentado la sociedad europea en las últimas décadas. Ya es normal, desde hace un par de semanas, ver un reguero de coches aparcados cerca de las carreteras que circundan los principales pueblos donde salen las setas: Cogolludo, Tamajón, Galve o Molina. La fiebre del boleus está más relacionada con el salir que con el comer. Es un plan que no exige mucho presupuesto y que, si las condiciones son óptimas, permite recolectar unas cuantas setas a cambio de un esfuerzo razonable. El periodista Xavier Mas de Xaxàs escribía en “La Vanguardia” hace escasos días: “Si no llueve y si, después de llover, las temperaturas no son las adecuadas para que el suelo mantenga la humedad, el esfuerzo de este año, además de titánico, puede ser inútil”. El periodista alcarreño Antonio Pérez Henares escribe: “Salía de Madrid una riada de coches como cuando salen en estampida hacia las playas valencianas. Por la alcarria y por la sierra, desde el Dulce al Pelagallinas, desde el Tajuña al Bornoba , del Tajo al Jaramilla , miles de vehículos aparcados en cunetas, campas, caminos y cordeles. Toda Guadalajara y me imagino que Avila o Segovia eran el parking de un hiper. Y el domingo por la tarde, nada mas ponerse el sol, un atasco urbano de los nunca vistos en tales descampados, que colapso toda la carretera de la Vega del Henares. Por pinares pinares, laderas, veredas, robledales, barbechos, baldíos, yermos y cipoteros el campo era una procesión de gentes todas con la cabeza gacha y mirando al suelo. Pero no estaban haciendo penitencia. Todos estaban buscando setas”.
Despiece
Regulación pendiente
El tema de la regulación de setas subyace cuando llega el mes de octubre. Guadalajara, y en general Castilla-La Mancha, carecen de legislación específica para regular la recogida de setas, más allá de la Ley de Montes (1957) y varias órdenes del Ministerio de Agricultura. Sólo algunos ayuntamientos de Albacete, como el de Chinchilla, aprobaron ordenanzas municipales en esta materia. La situación jurídica es muy diferente en otras zonas del Estado. Las regiones de Aragón, Castilla y León, Cataluña, Valencia, Navarra, La Rioja y País Vasco tienen aprobadas diferentes medidas para controlar esta actividad. Cada una de diferente manera. Varían en la dureza del reglamento, en las tarifas –en los casos que existen-, en las sanciones y en la tipología, mediante órdenes de los respectivos gobiernos regionales o, en su defecto, a través de ordenanzas municipales.
La provincia de Soria es pionera en comercializar los recursos micológicos. Precisamente, la Delegación de Medio Ambiente de la Junta en Guadalajara pretende trasladar este sistema a Guadalajara tratando de enraizar este sistema entre los propios seteros. Es decir, que parte de los aficionados y no estrictamente desde la Administración. Soria, desde hace cuatro años, se ha convertido en un modelo a seguir para aquellos territorios que se encuentran en una coyuntura similar. El proyecto de cooperación interterritorial “Micología y Calidad” (MYAS) se aplica en quince territorios vinculados a iniciativas Leader y Proder de desarrollo rural de la Unión Europea en Castilla y León. Mercedes Molina, una de las autoras del proyecto, destaca que se pretende “entre todos consensuar y elaborar un modelo de aprovechamiento micológico que sea posible para toda la provincia”.
——————————————–
Tarifas desde 6 a 60 euros
En Soria, la regulación de la recogida de la seta está siendo todo un éxito. Todo aficionado que quiera recoger setas en los territorios donde se desarrolla esta iniciativa debe hacerse con un permiso. Este carné se expide en 34 puntos, entre oficinas de turismo, bares, restaurantes, oficinas de la caja, gasolineras y ayuntamientos en la comarca de Almazán, Tierras Altas y parte de la de El Burgo de Osma. Las tarifas dependen del lugar de residencia del titular del permiso. Los que son del pueblo donde cojan setas, deberán pagar al año 3 euros o 10 euros, en función de su uso recreativo o comercial. Los que son de la provincia (nativos de zonas reguladas sin empadronar), 6 euros o 20 euros. Y los foráneos, 18 euros si utilizan las setas para consumo propio o 60 euros si las venden. 60.000 hectáreas de monte público de Soria están sujetas desde el pasado 1 de octubre a las tarifas de recolección. Los objetivos prioritarios de esta asociación son, entre otros, contribuir a la puesta en valor y gestión sostenible de los recursos micológicos; consolidar y desarrollar un sistema de regulación de la recolección adecuado a los distintos territorios; favorecer la creación de una nueva cultura micológica e impulsar, con fines económicos, la transformación y comercialización de los productos, así como el impulso del micoturismo y el desarrollo integral del sector; o profundizar en el estudio del potencial micológico de los territorios.