Las Inviernas destapa los baches de
la Confederación Hidrográfica del Tajo
Paisaje de otoño en Las Inviernas: alpacas mojadas, encinares en el campo y una lluvia fina que cae como un manto espeso de frío y melancolía. Casi no hay nadie en las calles. Un señor que viene cargado con dos garrafas y un joven que descarga material en una cochera. Poco más. En los bajos del edificio del Ayuntamiento, cuatro lugareños echan una partida antes de que llegue la hora de comer. La taberna es añeja, pero de un sabor auténtico. Sifón verde, gaseosa “La Segoviana” y cortezas de aperitivo. Afuera caen cuatro gotas, pero el horizonte se presenta negro y amenaza con seguir tronando. Todo se ha empapado de agua. También los baches de la carretera que une Las Inviernas con la autovía A-2. Dicen los mayores que a los de este pueblo les llaman los tremendos. No cabe duda que los baches de esta carretera, que se cuentan por docenas, también hacen honor a su apodo.
La situación de la carretera que conduce a la presa de la Tajera, por donde se llega a Las Inviernas, resulta dantesca. Se trata de un tramo de unos seis kilómetros donde lo más parecido a una carretera normal es la gravilla de las cunetas. En un día lluvioso no se puede apreciar demasiado la profundidad de los socavones, pero los hay de hasta 40 centímetros. Se ha convertido en una de las vías de comunicación en peor estado de la provincia. La última vez que se reformó fue en 2004, coincidiendo con las obras del AVE, cuya línea transcurre a pocos kilómetros de Las Inviernas.
El peligro se hace evidente a poco que cualquiera apriete el acelerador en la carretera. Si se opta por ir lento, tampoco la seguridad está garantizada porque los conductores van más pendientes del suelo, de salvar los baches, que de atender a la circulación. Teófilo López Villaverde, alcalde de Las Inviernas, explica que esta carretera es el problema más grave que aqueja al municipio. Y la cosa no parece que tenga solución fácil, ni tampoco inminente. O sea, que va para largo.
“La Subdelegación no se moja”
La titularidad de la vía corresponde a la Confederación Hidrográfica del Tajo, que no ha mostrado ningún interés en reparar esta carretera ni ninguna de las que tiene bajo su custodia en la provincia de Guadalajara. La responsabilidad afecta de lleno al Gobierno central y, en consecuencia, al subdelegado porque las confederaciones hidrográficas tienen financiación pública del Estado. Sin embargo, el pueblo de Las Inviernas no ha conseguido su objetivo y la carretera sigue con los mismos baches. “Nos van engañando, nos dan largas pero en el fondo es una tomadura de pelo”, sentencia Teófilo López Villaverde, alcalde por el Partido Popular desde que empezó la democracia, sólo con un paréntesis en la legislatura de 1991. “Accidente creo que no ha habido ninguno, pero cualquier día puede haberlo porque, realmente, la carretera está fatal. Si se fija cualquiera, en las cunetas de la carretera verá muchos tapacubos que saltan de los coches, que claro, van a mucha velocidad y se tragan los socavones. La carretera está mal en general, pero hay cuatro sitios que casi es imposible transitar y, en cualquier caso, muy peligroso”. En caso de accidente grave, ¿quién acarrea con la responsabilidad civil subsidiaria?. Esta es la pregunta que se hacen en el pueblo, incrédulos ante el pasotismo de las administraciones para tomar cartas en el asunto.
El alcalde de Las Inviernas no tiene ningún empacho en calificar a los responsables de la Confederación del Tajo de “sinvergüenzas”. Y agrega: “fuimos a hablar con el presidente de la Confederación antes de las últimas elecciones y nos dijo que iba a arreglarla antes de marzo, pero todavía estamos esperando”. En aquella reunión estuvo presente el subdelegado del Gobierno, Juan Pablo Herranz. “El último día que hablé con el subdelegado me dijo que sí, que está metida en el presupuesto pero el otro día me dijo que no, que no estaba adjudicada. Total, que nos vuelven a engañar otra vez”, sostiene el primer edil. “Ahora, la Confederación nos ha mandado unas cartas para expropiar unos barrancos, pero luego resulta que ni te deja limpiarlos ni los limpia ella. Y encima si los limpias, te denuncian porque dicen que no se pueden tocar”.
Transferencia a la Diputación
Teófilo López Pérez, concejal del Ayuntamiento, que curiosamente comparte nombre y primer apellido con el alcalde, recuerda que la Confederación Hidrográfica del Tajo también tiene una carretera en similares condiciones cerca de Tamajón y la presa de El Vado. Pero recalca: “esta se encuentra en peor estado, mucho peor, es más larga y tiene más baches, pocas habrá tan malas como la nuestra”. Los responsables municipales de Las Inviernas aseguran que la Diputación Provincial estaría dispuesta a quedarse con la titularidad de la carretera “en caso de que la Confederación la deje totalmente arreglada, pero ahora como están con esto de las carreteras, si la parchean quizá Diputación también se la quede”, explica Teófilo. En todo caso, lo que tienen tan claro en el Ayuntamiento de esta localidad alcarreña es que la Confederación del Tajo “esté dispuesta a dar la carretera, dicen que sí, pero no lo veo tan claro, no sé, no sé, ahí deben cobrar por kilómetros, entonces, estén bien o mal, les da igual. Nada más es eso”, sostiene el edil.
En una entrevista concedida a este diario el pasado viernes, la presidenta de la Diputación de Guadalajara, María Antonia Pérez León, declaró que la carretera de Las Inviernas está en vías de solución “porque su arreglo ya ha sido adjudicado por la Confederación Hidrográfica del Tajo”. Pese a ello, admitió que se trata de una de las vías más peligrosas y en peor estado de la provincia: “es uno de esos trocitos que tenemos por Guadalajara que están casi intransitables”.
El consistorio de Las Inviernas, según su máximo responsable, no siempre ha recibido el respaldo deseado por parte de los políticos de Guadalajara. López Villaverde confiesa que “casi todos los miércoles llamamos al subdelegado y para una vez que se ponga, diez no se pone, o sea, que mire que caso hacen. Me dicen que ya lo sé, ¿y qué sé? ¿Que la carretera está así de mal? Encima la última vez me dijo el subdelegado del Gobierno que la solución irá despacio”. A juicio del alcalde, la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara “no está haciendo todo lo posible para que la carretera se arregle, no está poniendo toda la carne en el asador, parece que no quieren, porque si quisieran yo creo que podrían. Anteriormente, cuando estaba Jonás Picazo en ese cargo tardaba como mucho dos meses en arreglarlo. Una Subdelegación tendrá resortes y dinero para invertir en estas cosas”. Y cuanto más tiempo tarden en reformar la carretera, más aumenta el precio de la obra. Teófilo López ve algunas razones políticas de fondo que podrían explicar el caso: “yo soy del PP, pero ante todo soy alcalde mi pueblo y sé que el presidente de la Confederación del Tajo depende del Gobierno de turno, así que lo asuman, son ellos los responsables”.
El Ayuntamiento de Las Inviernas, con apenas 82.000 euros de presupuesto, no tiene fuerza como para arreglar la carretera. Además, tampoco es de su competencia. Cobra una compensación mínima por estar justo en el límite de la zona de acción de la central nuclear de Trillo. Por cierto que, al hilo de esta instalación, y para reflejar el estado de la carretera, los vecinos de Las Inviernas ponen un ejemplo nítido: “si hubiera algún peligro en la nuclear, tendríamos que salir pitando hacia atrás, hacia la nuclear en dirección Cifuentes en lugar de hacia el otro lado, así que fíjese usted como estará de mal”.
Sin móvil ni privadas
Las Inviernas es un pueblo donde el frío, sobre todo a partir de esta época, hace honor a su nombre. Sin embargo, sus gentes son cálidas y amables, lo que es muy habitual en los pueblos pequeños. Actualmente tiene poco más de 100 habitantes censados. En invierno quedan entre 50 y 60, lo que no está nada mal teniendo en cuenta los pueblos de alrededor. La gente vive de la agricultura, aunque hay algún albañil. El resto son jubilados, muchos de los cuales cuidan los huertos que rodean al pueblo. Las Inviernas se encuentra a poco más de medio hora en coche de Guadalajara. La localidad dispone de consultorio, pero el médico acude dos veces por semana. “Si es una urgencia, tenemos que ir al centro de salud de Cifuentes pero si es más grave nos sale a cuenta ir directamente a Guadalajara porque se tarda poco más”, explica el alcalde, Teófilo López Villaverde. El patrón es San Acacio y la iglesia parroquial, cuya portada presenta una exquisita factura, es del siglo XVI con orígenes románicos del siglo XII. Se nota en el arco de su portada y en la arquitectura general del edificio, un soberbio ejemplar muy bien cuidado en el interior, aunque debería arreglarse parte del campanario, que se encuentra deteriorado. Las Inviernas dispone de un edificio de nueva planta, que se asemeja a un pabellón de deportes, que para sí lo quisieran muchos pueblos de mayor envergadura. Es un lugar costeado enteramente por el Ayuntamiento y que sirve de lugar de reuniones, comidas, fiestas, celebraciones y competiciones. Un lujo para Las Inviernas, que demuestra con este tipo de iniciativas que mantiene vivo el espíritu de vida de antaño.
Pero no todo el monte es orégano. Otros problemas que sufren los vecinos de Las Inviernas son la falta de cobertura de telefonía móvil y las deficiencias en la recepción de la señal de televisión. “Lo del móvil no lo entendemos porque Telecom puso el repetidor y no le dan funcionamiento”, matiza el alcalde. Total, que no hay cobertura. En cuanto a las antenas de televisión, la señal es intermitente, según Teófilo López: “cuando pillamos Antena 3 TV o La Sexta no se ven las demás, no funcionan o funcionan mal, salen con un granito en la pantalla que te hace imposible verlas”. Como mínimo, a los de Las Inviernas les queda un consuelo: tienen teléfono fijo, a diferencia de otros pueblos de Guadalajara, en el Ocejón o en los pinares del Ducado, donde todavía van tirando con el cochambroso sistema track que un día funciona y al siguiente se ha estropeado. “No nos val”, concluye el alcalde de Las Inviernas, “cada uno defiende lo suyo y estamos un poco dejados de Guadalajara, de Castilla-La Mancha y del Estado. Hacen lo que quieren, nosotros somos los tontos del mundo”.