La amenaza de las bandas neonazis se extiende desde Canillejas hasta Guadalajara
La violencia neonazi rebrota en el cinturón industrial limítrofe entre Guadalajara y Madrid, fruto de las recientes agresiones ocurridas en Alcalá de Henares, en Guadalajara y en otros puntos del Corredor. La situación no es nueva pero diversas fuentes policiales citadas por distintos medios de comunicación de ámbito nacional confirman que el Corredor del Henares se ha convertido, durante los últimos dos años, en un vivero de los violentos de la extrema derecha.
Sólo una persona que no conoce Guadalajara o que no la visita hace tiempo puede sorprenderse por esta noticia. La novedad consiste en que ahora es la propia Policía quien reconoce esta situación. Los antecedentes alientan la preocupación, pero no la alarma como algunos medios han podido dar a entender. El Partido Comunista de Guadalajara, que no forma parte de Izquierda Unida, ha convocado una manifestación para el próximo 29 de septiembre con el lema: “contra las agresiones fascistas y las bandas neonazis. Por un Corredor del Henares solidario y combativo”. Los comunistas alcarreños consideran que tanto políticos como periodistas están difundiendo la idea de que el “fenómeno” –ello lo entrecomillan en su manifiesto- “es la obra de un grupo de malvados sin control alguno”. Su opinión es que se trata de “unas agresiones forjadas en un círculo de impunidad plenamente conocido por las autoridades”.
Entre 2006 y 2007, según los miembros del Centro Social Octubre de Guadalajara, hubo, como mínimo, seis agresiones graves provocadas por bandas de ideología de ultraderecha. En agosto de 2006, la caseta del PCE de Alcalá de Henares fue atacada por grupos neonazis, “entre ellos un Guardia Civil identificado y no sancionados”, mantiene el PCE. En diciembre de 2006, un trabajador rumano fue asesinado por un grupo de personas “ante la vista, a menos de 100 metros, de un policía local de Alcalá”. En febrero de 2007, “un policía nacional de Guadalajara empuñó con su arma a dos jóvenes menores de edad que huían de una agresión neonazi. La misma noche, otro joven huido recibió una brutal paliza en dependencias policiales. Nadie fue sancionado”. Entretanto, el Centro Social Octubre recibió varios ataques a lo largo del año, al igual que el Centro Social Okupado “El Nido” de Guadalajara.
Los miembros del PCE en Guadalajara suman, a esta lista de agravios, lo que ellos consideran “silencio mediático” y la presencia de inmigrantes como subterfugio utilizado por los “cabezas rapadas” para ejecutar sus agresiones. El último ataque a la sede del PCE en la calle Chorrón se produjo el 29 de agosto. Fue aquella noche cuando el autor o autores de los hechos arrojaron un líquido inflamable a las puertas de este local, según informó la Subdelegación del Gobierno. Además, las llamas y el humo que se originaron como consecuencia de la combustión ocasionaron daños de distinta consideración en el inmueble. La Policía Nacional detuvo el 7 de septiembre en Guadalajara a D.F.B., de 20 años de edad, como presunto autor de este delito. Sin embargo, no siempre el responsable de los ataques acaba arrestado ni mucho menos condenado de forma ejemplar.
Los inmigrantes, en la diana
Un artículo publicado en el diario “El País” el pasado 9 de septiembre señalaba que “los dardos ultraderechistas juegan a tres dianas: izquierdistas, inmigrantes y homosexuales. El epicentro del movimiento neonazi madrileño está, según fuentes policiales, en Alcalá de Henares (201.000 habitantes, de los cuales 35.149 son inmigrantes)”. El rotativo citaba declaraciones de un experto policial: “Aunque la cifra de neonazis en el Corredor del Henares no supera el centenar [de los 1.000 que la policía tiene identificados en la región], tienen un gran peso organizativo en todas las actividades en toda España e, incluso, de Europa”. Este experto recalca que los ultras se extienden desde el barrio de Canillejas hasta Guadalajara capital. Los gobiernos de Alcalá, Torrejón, Coslada (83.000 habitantes, y un 13% de inmigrantes) y San Fernando (40.000 vecinos y la misma proporción de extranjeros) sostienen que, en general, los suyos son pueblos tranquilos. En Guadalajara, el discurso esgrimido por los dirigentes políticos es muy parecido. En cambio, durante los dos últimos años se han registrado varias agresiones a inmigrantes, por ejemplo, la sufrida por un magrebí el 23 de diciembre de 2005 en el parque de La Concordia. Izquierda Unida y el Foro Ciudadanos contra la Violencia coincidieron en afirmar “que no se trata de una simple cuestión de bandas”.
La tradición ultraderechista en Alcalá nació durante la Transición. En los cuarteles militares existían puestos de tropa (cabos, sargentos…) que controlaban a grupos de jóvenes que derivaron en activistas violentos. De Alcalá se ha ido extendiendo a Guadalajara de forma periódica. El incremento de la población inmigrante ha recrudecido los ataques violentos en forma de amenazas, agresiones y puñetazos. En febrero, el congoleño Miwa Buene fue agredido en Alcalá por un hombre blanco, identificado por dos testigos y que, al ser detenido, soltaba consignas xenófobas. Los miembros del Centro Social Octubre de Guadalajara corroboran que “uno de los argumentos con los que las bandas fascistas y los grupos de ultraderecha están calando en la sociedad y en los barrios obreros del Corredor del Henares es la presencia de trabajadores inmigrantes”.
Los expertos de la policía y la Guardia Civil calculan que unas 10.000 personas pertenecen a grupos ultraderechistas y neonazis en España. Según datos contrastados, la cifra de neonazis fichados por las fuerzas de seguridad ha disminuido desde finales de los noventa. Los colectivos de izquierdas alcalaínos y guadalajareños indican que hay menos neonazis pero que los existentes se mantienen muy activos. En el caso de los neonazis, defensores a ultranza de la supremacía blanca, ha irrumpido con fuerza una tenebrosa organización, de origen estadounidense y denominada Volksfront, que está absorbiendo a otros grupúsculos. Jesús Duva, un periodista curtido en las páginas de Sucesos de El País, subraya que “los expertos policiales, sin embargo, consideran que aún no hay ningún líder capaz de aglutinar a todo este conglomerado extremista y que, por tanto, no es previsible a corto plazo la implantación de un frente único neonazi”.
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Algo más que una gamberrada
Varios portavoces de izquierdas en Guadalajara coinciden en señalar que las agresiones neonazis “no son hechos aislados”
Según explican fuentes policiales, los neonazis no suelen actuar en las localidades donde residen, de tal forma que los de Torrejón se van a San Fernando y los de Alcalá a Guadalajara. Vivan o no en la capital, lo cierto es que las agresiones en Guadalajara y actos multitudinarios protagonizados por bandas neonazis han ido en aumento. No son simples gamberradas ni actos aislados. Responden a una violencia organizada y de carácter ideológico marcadamente ultraderechista. Los portavoces de los distintos grupos de izquierda aseguran que las bandas neonazis actúan con “impunidad”.
La revista “Interviú” acaba de publicar un amplio reportaje en el que analiza en profundidad la situación de la violencia neofascista en el corredor del Henares. Uno de los testigos citados es Santiago Vilar, de 60 años, ex secretario del Partido Comunista de Alcalá. El año pasado resultó herido durante las fiestas y está convencido de que los neonazis que le atacaron provenían de Guadalajara. El nombre de Guadalajara aparece permanentemente asociada a esta clase de violencia desde hace ya varios años. Alcalá de Henares es la ciudad donde se concentra un número mayor de “skins heads” pero la amenaza se extiende al resto de localidades del entorno. En medio de una batalla campal entre neonazis e izquierdistas, Vilar sufrió cortes en el brazo por las esquirlas de un vidrio roto. Denunció la agresión, pero aún espera la resolución del juicio. Los agresores, a su juicio, no eran de Alcalá, sino de otros pueblos del corredor del Henares y Guadalajara. Al parecer, es una práctica habitual: los neonazis no suelen cometer acciones violentas en sus propias localidades, donde están bien identificados. Van a otras para atacar. Los portavoces del Centro Social Octubre de Guadalajara inciden, en un comunicado hecho público esta semana, que no se trata de hechos aislados ni simples gamberradas, sino que este tipo de violencia va más allá y adquiere un calado más profundo de lo que, en algunas ocasiones, quieren aparentar tanto los dirigentes políticos como los mandos policiales. Además, no son novatos en estas lides y actúan de forma coordinada, bien físicamente o por internet. No actúan al libre albedrío y siempre que vayan acompañados. Y tratan de captar a jóvenes en las escuelas e institutos que tienen problemas: “a los que reciben las collejas de los demás les
Un miembro del PCE de Guadalajara aseguró a Interviú que muchos de los que sufren agresiones no lo denuncian porque sus datos personales llegan a los abogados de los agresores: “Es más peligroso denunciar que quedarse callado”. Los grupos de izquierdas, especialmente aquellos que están ligados al Partido Comunista, acusan a las administraciones y a la Policía de dejar actuar con impunidad a los violentos. Y no sólo en el caso de agresiones. El 31 de octubre de 2006 se desarrolló un concierto skin en el polígono industrial ‘Urraque II’ de Yunquera de Henares. La fiesta “Iberian Fest” reunió a más de 300 personas de ideología ultraderechista y se desarrolló, en palabras del subdelegado del Gobierno, Juan Pablo Herranz, “a grandes rasgos tranquila”. La Coordinadora Antifascista de Guadalajara denunció que se había celebrado bajo la autorización de la Subdelegación del Gobierno. Herranz respondió que “nuestra labor es garantizar la seguridad y legalidad de la misma y eso es lo que hicimos con los cuerpo de seguridad del Estado”. Las Juventudes Comunistas, en un comunciado hecho público en abril de 2006, denunciaban: “En este momento, hay que hacer memoria de todos los acontecimientos de violencia fascista que se han dado en los últimos meses en Guadalajara: agresiones indiscriminadas, apuñalamientos y en este último caso, un atentado criminal que de no haberse tomado las medidas de seguridad que en su momento se tomaron, podría haber devenido en una noticia ya no de lectura política, sino de la página de sucesos. Porque sabemos perfectamente que esto es un problema político. Todos los militantes de extrema derecha vinculados de una u otra manera a esta escalada de agresiones, todos, están en libertad; ninguno de ellos ha pagado por los delitos cometidos”.
“Más firmeza”
Los antecedentes en Guadalajara de violencia neonazi tienen un capítulo especialmente grave el 6 de febrero de 2005. Aquel día, un joven de la capital, simpatizante de Juventudes Comunistas, fue apuñalado en un céntrico pub a manos de Israel Galve Maldonado. El intento de homicidio le costó ocho meses en prisión. Luego salió en libertad condicional. El suceso provocó un reguero de reacciones y puso en alerta sobre los llamados “cabezas rapadas”. El 1 de marzo de 2005 hubo una manifestación contra estos hechos respaldada por IU, PSOE, PP, CC.OO., UGT, Federación de Vecinos, Federación de Padres y Madres de Alumnos, Guada Acoge, Concapa, Asociación Unificada de Guardias Civiles y Movimiento Contra la Intolerancia. Sin embargo, desde instancias oficiales siempre se ha querido, si no minimizar el problema, al menos rebajar la tensión.
Los grupos de izquierdas critican a los policías y a los jueces, a los que acusan de no cumplir con su trabajo. Les piden más firmeza a la hora de respetar las leyes. Tras un ataque con cóctel molotov a la sede del PCE en Guadalajara, el 28 de marzo del pasado año, la coordinadora antifascista de Guadalajara sostenía que la impunidad de los agresores “era un hecho que se sabía que iba a suceder, ya no solo por los militantes de organizaciones de izquierda, sino por las mismas autoridades judiciales que de una u otra manera han realizado el trabajo perfecto para que los neofascistas queden impunes de sus atentados y dejando en total indefensión a las víctimas de esta lacra, que en esta ocasión hemos sido los militantes comunistas”. En opinión del colectivo comunista, “el fascismo en Guadalajara no es un hecho aislado. La Policía Nacional tiene en su haber concluyentes informes del peligro que suponían la presencia en nuestra ciudad de militantes neofascistas vinculados a violentas organizaciones derechistas”.
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Internet, herramienta de movilización
El pasado 5 de septiembre, el periódico digital “El Plural” se hacía eco de la investigación que el Gobierno de Austria ha iniciado sobre la aparición de soldados austriacos en un vídeo borrachos y realizando el saludo nazi. El ministro de Defensa de ese país habló de “tolerancia cero” con esta clase de sucesos. En los comentarios a esta noticia en el foro de “El Plural”, uno de los internautas firmaba con el seudónimo “Guadalajara nunca más” y defendía la ideología socialista el partido nazi. El siguiente lector contestó: “Guadalajara nunca más: ¿ese nombre se refiere a la paliza que os dimos en Guadalajara a los fachas italianos? Conozco a abuelotes que aún se descojonan de vosotros, con tanta bravura y material nuevo…”. La pelea dialéctica no deja de ser una anécdota. Pero refleja dos cosas: primero, que Guadalajara sigue estando en el centro de la diana de los grupos neonazis y que internet es una herramienta básica para la coordinación de estos violentos. Casi todos los miembros de los grupos neonazis “son señalados en fotografías que circulan por Internet, en las que se especifican sus nombres de guerra. Actúan otros grupos, como los Combat España” (El País, 9.09.07). Los neonazis, además, utilizan el correo “spam” (basura) para su propaganda electrónica. Un nuevo gusano informático envió mensajes de la extrema derecha alemana a millones de ordenadores durante el fin de semana en el que los expertos en antivirus dijeron que era un símbolo de que el ‘spam’ se había convertido en una herramienta para los propagandistas así como para los artistas de la estafa, según informa Reuters. Hemos visto una tendencia en la cual los autores del gusano están utilizando el spam no para acciones buenas, sino como una herramienta para la propaganda política», dijo Scott Chasin, jefe de los técnicos de la firma de antivirus MX Logic.
[…] entrenadores físicos hasta vigilantes de seguridad o aspirantes a Policía. En el año 2007, el periodista del diario Nueva Alcarria Raúl Conde, publicaba en su blog “La […]