«No se ha valorado suficiente al pastor como parte de la cultura de la Sierra»
¿Qué es una paridera?
Las tainas. Hay diferentes nombres para las mismas cosas. Las parideras es donde paran los ganados, por la zona de la Sierra se llaman tainas y por otra zona del sur de Guadalajara se llaman tinadas. Son casas que están en el campo donde se lleva el ganado que está en el campo.
¿Y un mayoral?
Es el jefe de la cuadrilla de trashumantes. Es el que dirige a todo el personal.
¿Por qué era necesario recopilar el vocabulario de la pastorería?
Yo no iba a hacer este vocabulario. Era el glosario de otros dos libros sobre pastores, uno con todos los romances y jotas, seguidillas, mandamientos del pastor, todo el folklore del pastor, y otro libro sobre la vida de los pastores y su origen, esquileo, cómo se hacen los quesos, de las cabañuelas, de las enfermedades del ganado cuando no había farmacopea, cuando los propios pastores cuidaban al ganado con hierbas. Este otro libro era mi idea principal, lo que ocurre que al acumular tantas palabras, tanto glosario, decidí sacar este libro. Lo hice yo, pero fue la casualidad que estábamos en las fiestas de Albendiego, estaba allí Ángel Moreno, alcalde de Cantalojas y diputado provincial, y le dije que me lo iba a editar yo porque las administraciones no ayudan nada a los autores. Pero a él le interesó el libro, lo vio y nada más verlo me dije que me lo publicaba a través de Diputación.
¿Por qué lo has tildado de vocabulario “ilustrado”?
Porque es que ilustra, yo creo que es un libro que se puede leer y se puede mirar. La mayoría de las palabras se ha buscado la fotografía y el dibujo, y además es de nuestra serranía. Las fotos son de mi hija y mías.
¿Qué metodología ha aplicado para recopilar tantos términos?
Tenía mucha documentación, lo que pasa es que me especialicé en este tema. Entonces sí es verdad que fui a determinados pueblos que sabía que, o bien estaban pariendo las ovejas, o bien estaban esquilando en esa época, o bien tenían todos los corderos, como en Congostrina. Elegí específicamente los pueblos donde podía hacer esas fotografías. He invertido dos años para escribir el libro, porque he esperado a que transcurra el ciclo de la vida para sacar fotos de que los corderos se crezcan, paran y la época del esquileo.
¿El oficio de pastor es el más característico de la Sierra?
Sí, totalmente, porque no hay otro medio de vida. Era una vida de pan llevar, de subsistencia y entonces había que tener pequeños atajos de cabras y ovejas, y ayuda de agricultura, de centeno o de trigo, para sobrevivir. También se apoyaban en la miel, haciendo quesos y en verano se acercaban jornaleros.
¿Qué es la Transierra a la que hace referencia en el libro?
La Transierra es bajar los rebaños, sabes que hay niños ecológicos, pastos de invierno y de verano, cuando se cambia el ganado en pequeños trayectos, bien desde el monte alto hasta las cañadas bajas o bien a pueblos limítrofes. Por ejemplo, lo bajaban desde la Sierra del Ocejón al Alto Rey, cuando se cubría de nieve, hasta el valle del Henares. Eso es Transierra: de la sierra a los valles.
¿Cómo era la trashumancia de la Transierra?
Hablo de la trashumancia y que en la sierra no había rebaños tan grandes. Los trashumantes eran pequeños atos que necesitan menos campos, menos espacio para alimentarse. Te los bajaban desde el Alto Rey hasta los valles del Sorbe y del Henares. Y luego la trashumancia era el traslado de rebaños de mil cabezas, desde Soria hasta Ciudad Real, que atravesaba nuestras sierras. Cantalojas y Galve, en el siglo XVIII, hicieron una especie de trashumantes que al mismo tiempo eran carreteros. Se unieron y, al mismo tiempo, que hacían transporte con carros, trasladaban el ganado.
¿Qué edad tenían los pastores trashumantes y cuánto cobraban?
Empezaban desde críos, desde los 14 o 15 años hasta 50 o 60, cuando ya no podían andar. Había de todo. No sé lo que cobraban porque en la sierra los pastores llevaban rebaños propios y tenían diferentes pagas.
En el libro describe también el sistema de pastoreo local.
Es el que se hace dentro del término municipal del mismo pueblo. Están las rastrojeras, el ganado se va alejando a medida que va mejorando el tiempo. En invierno, o bien está cerrado o bien pastorean alrededor del pueblo. Luego según llega el buen tiempo van subiendo hasta la Sierra. Incluso las traían a curar el día de la Virgen y el día de Santiago, a ver si tenían bichos y luego volvían a la sierra, donde dormían al raso.
¿Cantalojas y Hiendelaencina son los pueblos más importantes de esta actividad en la Sierra de Guadalajara?
No, yo creo que son Cantalojas, Galve y Bustares, que han tenido muchísima ganadería. En Galve era más de vacuno. Robledo de Corpes también tiene varios rebaños, igual que Hiendelaencina, Zarzuela de Jadraque y El Ordial, que tiene cabras pero ya no tiene ovejas. Bustares llegó a tener entre 2.000 y 2.500 ovejas y cerca de 4.000 cabras. Ahora, actualmente, hay 30 cabras y 16 ovejas. Claro, esa es la realidad, ese es el marcador que te enseña cómo están los pueblos. Antes todos los habitantes tenían cabras, ovejas o vacas.
¿Cuál es el recorrido de la Cañada Real Galiana en Guadalajara?
Entra por Romanillos de Atienza, cerca de Atienza, luego sale por Cañamares hasta Prádena de Atienza, luego a Robledo, Hiendelaencina, Congostrina hasta bajar al pantano de Alcorlo. Seguía por San Andrés del Congosto, Semillas, allí se juntaba con el camino real de El Ordial, seguía hasta Monasterio y de allí hasta la provincia de Madrid.
¿Qué es “la cabrá”?
Es una palabra propia de Bustares, es la reunión de todos los pequeños atos del pueblo, se juntan, y van dos cabreros con ella que la cuidan por turnos en función de las cabezas de ganado que tenían.
¿Está en peligro de extinción el oficio de pastor?
No es que esté en peligro, es que desaparece. No hay nadie que tome el relevo. Pastor que se jubila, vende el rebaño y ya se acaba. Sus hijos no viven en los pueblos y no continúan con el oficio, excepto dos en Villares de Jadraque y Jesús en Atienza, pero son casos aislados. La emigración a las ciudades hizo mucho daño y ahora es muy difícil que se vuelva otra vez a estos oficios. En todo caso, como los serranos somos austeros y espartanos, nos conformamos con poco, pues con poder echar una cerveza en algún sitio ya nos vale. Entonces ahora que nos digan: os vamos a hacer esto, y lo otro… ¡Si es que no queremos que nos hagan, si no vivir tranquilo!
¿Es cierto que el pastor de hoy lleva por término medio un rebaño de 300 ovejas, un transistor, un teléfono móvil y dos buenos perros para ayuda, acude a recoger el rebaño en su vehículo y recibe ayuda del Estado?
El oficio de pastor nunca ha sido romántico. Ha sido muy duro y muy esclavo: no tienen vacaciones, no tienen sábados ni domingos, el horario es de sol a sol, cuando están pariendo las ovejas es toda la noche. Es un trabajo esclavo y de mucha soledad.
¿Para qué sirven en estos tiempos ferias del ganado como la de Cantalojas o la de Hiendelaencina?
Para nada. Son testimoniales, sirven para reunirse la gente, como fiesta. Ya no se hacen los tratos, incluso antes se hacían para emparentar novios. Ahora son prácticamente testimoniales, y la de Hiendelaencina queremos darle un nuevo aspecto, que es el Día del Pastor, como reconocimiento a los pastores que todavía quedan y que los pastores se sientan importantes. Necesitamos que ellos asuman eso, que son importantes.
Sí, a veces da la impresión de que los serranos no son conscientes del poso histórico y cultural que poseen. No es un reproche, sino que lo hacen por humildad.
Mi libro va en parte a reivindicar ese aspecto. No es que no creamos que no tenemos, es que nos han dicho que no tenemos. Nos han dicho que esto es una mierda, o no vale para nada. Los propios hijos de los pastores dicen que no vale para nada o que es viejo. No han dado valor ni al pastor, ni a la arquitectura, ni a las jotas, ni a las rondas. Que sean mejor o peor, pero son nuestras. Es nuestra cultura. No es ni más importante ni menos, está al mismo nivel que las demás.