CRÓNICA

Barreda no ha concretado aún cuando se reformará la ley electoral

Fue uno de los principales compromisos en su discurso de investidura en Las Cortes El presidente regional asegura que no cambió esta ley antes de las elecciones por la oposición del PP
Los analistas políticos de Castilla-La Mancha, mayoritariamente, han coincidido en señalar que los puntos fuertes del discurso de investidura de José María Barreda, pronunciado el pasado 29 de junio, fueron aquellos que pusieron el acento en cuestiones sociales y de infraestructuras. Hubo anuncios concretos: el pago de una ayuda anual de 400 a 1000 euros, que será complementaria de las pensiones más bajas; alcanzar el 6% del PIB para la educación antes de que acabe la legislatura, la reforma del hospital de Guadalajara, doce nuevas residencias para personas con discapacidad grave y un plan de calidad del empleo. Sin embargo, el principal anuncio fue el primero que advirtió Barreda, ya en la campaña: la reforma de la ley electoral para evitar que Guadalajara tenga un diputado menos que Cuenca, teniendo más población.
Nueva Alcarria, 9.07.07
Raúl Conde

Estaba cantado desde hace unos meses y se ha convertido en compromiso a las primeras de cambio. El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, mostró en las Cortes, durante su sesión de investidura, su intención de proponer “inmediatamente” un cambio en la Ley Electoral de Castilla-La Mancha para conseguir “una representación más acorde con los cambios demográficos”. Antes de la campaña electoral Barreda anunció que la Ley Electoral de Castilla-La Mancha se reformaría en la presente legislatura, buscando el consenso con el PP, que rechazó su ofrecimiento de hacerlo antes de las elecciones del 27 de mayo, para evitar que Guadalajara tenga un representante parlamentario menos que Cuenca, que tiene menos población.

La reforma de la ley electoral, aunque Barreda ha indicado que la propondrá “inmediatamente”, aún no tiene plazos. Sólo se sabe que estará acaba cuando termine la legislatura. Este asunto fue uno de los que más polémica causó durante la precampaña, provocando un duro cruce de acusaciones entre los portavoces regionales del Partido Socialista y del Partido Popular. Ambas formaciones se han echado en cara el fracaso de la negociación para llevar a efecto la reforma antes de los comicios del pasado 27 de mayo. El secretario de organización del PSOE de Guadalajara, Alberto Rojo, en declaraciones a este diario el día que Barreda protagonizó un mitin en Sigüenza en la reciente campaña, confesó lo “dolidos” que estaban los socialistas alcarreños, particularmente los diputados regionales por Guadalajara, por la actitud que habían adoptado los dirigentes del PP: “se pusieron como fieras cuando Barreda les propuso la reforma de ley, y lógicamente, el presidente quiso ser prudente y no aprobarla si no obtenía el consenso de la oposición”.

Rechazo del PP

También durante la campaña, José María Barreda se refirió en varias ocasiones a esta cuestión. Su estrategia era nítida: como no se había podido aprobar por consenso antes de las elecciones, se hará después, preferiblemente mediante consenso. Más o menos esta es la tesis que defendió el entonces candidato socialista. El 12 de mayo, preguntado por este asunto, Barreda replicó: “el Partido Popular no ha querido reformar la ley. Yo lo propuse, dije que había que evitar ese déficit que supone que una provincia que tiene más habitantes que otra elija un diputado menos. Hice la propuesta formalmente, solemnemente incluso en el seno de las Cortes de Castilla-La Mancha. El PP puso el grito en el cielo, dijo que iba a hacer trampas en el solitario, que era un tahúr, que no se podía modificar la ley electoral, y como yo no quiero hacer trampas y como además quiero modificar la ley electoral por unanimidad, porque me parece importante la unanimidad en las reglas del juego, pues va a ser lo primero que haga cuando gane las elecciones: reformar la ley electoral” (Nueva Alcarria, 25.05.07). El Partido Popular mostró su rechazo frontal hacia cualquier tipo de modificación de la distribución de los escaños regionales antes de las próximas elecciones y, pese a que los socialistas no precisan del apoyo de los populares para cambiar la ley, al contar con mayoría más que suficiente en el Parlamento autonómico, consideraron que una reforma unilateral podría interpretarse por la oposición como posibles movimientos para hacer trampas, que no es la cuestión. Barreda le dijo a Carlos Herrera, en una entrevista en Onda Cero, que “estoy convencido que voy a ganar en todas las provincias” (22.02.07). El PSOE de la región sostuvo que no pretendía “sacar beneficio electoral” con la reforma.

En paralelo, Izquierda Unida pidió la suspensión cautelar de las elecciones para “adaptar la Ley Electoral a la población existente”. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha emitió un auto mediante el que denegaba el recurso de la coalición izquierdista. Barreda se mostraba muy seguro de que el recurso de IU no iba a prosperar: “no contemplo la posibilidad de que prospere. No me quiero poner en esa hipótesis porque me parece que no ha lugar”. El PP, mientras, disparó a discreción. En el mes de febrero, la portavoz regional de los populares, Carmen Riolobos, calificó de “desenlace feliz” que no se modifique la Ley Electoral y subrayó la actitud de la presidenta de su partido, Mª Dolores de Cospedal, quien -dijo- “se plantó” con «firmeza ejemplar» ante una propuesta que suponía “un golpe de Estado encubierto”. Esta afirmación, a todas luces exagerada, no fue matizada ni corregida. La propia Riolobos amplió: “cambiar la ley electoral en plena precampaña tiene un nombre y sólo es propio de repúblicas bananeras”, palabras recogidas por los compañeros de la prensa toledana. La cosa, que empezó con un artículo de Santiago Barra en ‘El Decano’, acabó como el rosario de la autora. “Barreda interruptus”, tituló su editorial del 23 de febrero ‘El Digital Castilla-La Mancha’, en referencia a la paralización de la reforma electoral.

En una entrevista concedida al diario ABC, Barreda declaró: “Sigo pensando que hubiera sido más lógico incrementar el número de diputados por Guadalajara, pero desde luego si el PP se ponía nervioso y no le apetecía hacerlo en el último momento mi interés era sólo el agravio que se produce en una provincia. En cualquier caso, subir un escaño en Guadalajara hubiera sido regalar un escaño al PP; no han querido, pues no pasa nada. Después de las elecciones, con más tranquilidad, haremos la reforma” (1.05.07). En Guadalajara, arremangado en tareas de campaña, matizó que “no iba a soportar esa acusación formulada con tanta violencia porque, no sé si usted recuerda lo que dijeron, pero yo sí. Y como no se trataba de eso, como no necesito reformar la ley electoral para ganar, pues no la reformo, la reformamos después” (25.05.07). Ahora falta saber cuándo será una realidad.

Despiece

La prensa regional valora “la intensidad” del debate de investidura

Los periódicos de Castilla-La Mancha han dedicado un amplio espacio a la reciente investidura y toma de posesión de José María Barreda. El diario ‘Lanza’ de Ciudad Real recogía que “el recién elegido presidente de Castilla-La Mancha destacó asimismo que en la realidad de España y la región en la época constitucional, para los castellano-manchegos, argumentó, la trilogía de la democracia en España, la autonomía en la Comunidad, y Europa, “nos ha revolucionado” (29.06.07). ‘El Digital Castilla-La Mancha’ resaltó la intensidad del debate de investidura con la líder de la oposición: “la experiencia contrastada de Barreda frente a la novedad de Cospedal. Más allá del poco o mucho acierto de los discursos respectivos, lo cierto es que el debate ha sido intenso y entretenido y en ningún caso se han saltado las reglas de juego que inspiran el funcionamiento de la Cámara”. El director de La Crónica de Guadalajara, Augusto González Pradillo, valoraba así la remodelación del Gobierno regional: “Se esperaba una revolución y la cosa se ha quedado en reforma de verano. Pues más o menos lo que ha ocurrido con las consejerías: brochazos, pero sin demoliciones. En lo que toca a Guadalajara, más de lo mismo, menos de lo que podía ser y mucho más de lo que podía haber sido”. El veterano cronista del ABC de Toledo, José Ponos, escribía: “El discurso de investidura de José María Barreda como presidente de Castilla-La Mancha, con una duración de una hora y doce minutos, significó la promesa de un cúmulo de proyectos que, de llevarse a cabo, como parece, situará a nuestra región en un lugar destacado dentro de los entes autonómicos que en España son y existen” (28.06.07). Tras citar unas palabras de la alcarreña Ana Guarinos, en las que acusaba de “falta de autocrítica” a Barreda, Ponos añadía: “la oposición a lo suyo y a no ponérselo fácil al PSOE, aunque las promesas se transformen en realidad. Pero a un servidor le agradó y mucho este discurso de investidura que con seguridad promocionará de forma sobresaliente los intereses de Castilla-La Mancha, que es lo que importa”.