El Camino del Cid para senderistas
La Diputación Provincial y Editores del Henares acaban de sacar a la luz un libro-guía útil y ameno que recorre el GR 160 (siglas de Gran Recorrido para la Federación de Montaña), que corresponde al camino del Cid, tal como solicitó el Club Alcarreño de Montaña. Precisamente, dos socios de esta entidad, Manuel Martín y Ángel de Juan, se han encargado, durante más de un año, de hacer todo el recorrido con el suficiente cuidado como para ir señalizando, balizando y topografiando toda su extensión. Se trata de un ímprobo trabajo que sólo dos apasionados por el senderismo y la montaña como ellos pueden llevar a cabo. “La verdad es que nos ha costado bastante trabajo, pero ha merecido la pena por la importancia que tiene este trazado”, confiesa De Juan.
El sendero del Cid está homologado por la Federación de Deportes de Montaña de Castilla-La Mancha e inscrito en el Registro General de la FEDME (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada). En el prólogo, el presidente de la Diputación, José Carlos Moratilla, escribe que este libro se enmarca dentro de la política cultural común que iniciaron hace ya tiempo las ocho diputaciones españolas implicadas en el camino del Cid. “Guadalajara es una provincia privilegiada en esta epopeya –afirma Moratilla-. El Campeador recorrió prácticamente todo su territorio y dejó profunda huella en aldeas, pueblos y villas que ahora nos muestran maravillosos lugares llenos de sorprendentes monumentos, de encantos naturales y de inolvidables lugares de acogida para disfrutar de la tranquilidad y la buena gastronomía”.
400 aniversario
Los autores del libro han dividido el mismo en tres grandes bloques: el primero en tierras musulmanas, que va desde Retortillo, en Soria, hasta Maranchón atravesando todas las serranías del norte de Guadalajara; el segundo “por tierras de Molina”, desde la sexma de El Pedregal hasta el alto de Orea; y, finalmente, el tercer bloque, “la algarada de Alvarfáñez”, recorre el valle del Badiel y La Alcarria cercana a Guadalajara capital. Ángel de Juan cuenta que “este proyecto es un encargo de la Diputación, a mediados del 2005 nos llamó la diputada provincial de Turismo, María José Naranjo, estaba cerca el 400 aniversario del manuscrito del Poema del Mío Cid, y nos pidieron que le señalizáramos el camino del Cid a su paso por la provincia de Guadalajara. Al ser el camino del Cid, un tramo interprovincial que une ocho provincias, consideramos que fuera un sendero de gran recorrido. Se llama GR 160. El único tramo que está señalizado, balizado, marcado y topografiado es el de Guadalajara. El resto de provincias no han hecho nada, aunque algunas sabemos que están trabajando”.
La idea es que al final todo sea un sendero de gran recorrido a nivel nacional, es decir, que un senderista pueda ir desde Vivar (Burgos) hasta Elche haciendo senderismo, pero todavía queda mucho trabaja para lograr este objetivo. En Guadalajara, sin embargo, se encuentra terminado. La señalización está hecha por los dos autores del libro. Ángel de Juan y Manuel Martín han aprovechado los fines de semana de este último año para realizar una labor cultural propia de dos “locos” como ellos del senderismo, la montaña y los andares. La Diputación encargó al Club Alcarreño de Montaña marcar el GR 160 en Guadalajara. “El club toma la decisión de que es un sendero de gran recorrido y la Federación se lo concede. Y el club decide que fuéramos nosotros los que, físicamente, hiciéramos la tarea”, revela De Juan.
Sierra Pela-Molina
El sendero se divide en tres partes en Guadalajara. Una, el destierro, desde la entrada de las tropas del Cid a Guadalajara, baja desde Miedes a Atienza, aunque el Cid no entra en Atienza, Robledo de Corpes, Hiendelaencina y Jadraque. Allí se une al sendero del GR 10 “Senderos de la Miel”, sube por el río Dulce hasta Pelegrina. En este pueblo se separan y el sendero del Cid coge la ruta X del Quijote, desde Pelegrina hasta Sigüenza y sigue su mismo recorrido. En la ciudad del Doncel deja la ruta quijotesca y baja a Barbatona, atraviesa la carretera de Alcolea hasta Jodra, Estriegana, Anguita hasta Aguilar de Anguita. Desde allí hasta Maranchón siguiendo los molinos de viento de la comarca. Entra en la provincia de Soria y haciendo bucle vuelve a entrar en la provincia de Guadalajara por El Pedregal, El Pobo, Morenilla, Checa, Castilnuevo y Molina de Aragón, punto obligado de la ruta cidiana. Desde la ciudad de los caballeros, el camino del Cid baja al barranco de la Hoz, Tierzo, Terzaga, Chequilla, Checa y Orea y continúa provincia de Teruel. El tercer tramo es la algarada de Alvarfáñez, por Castejón, el valle del Badiel, Hita y Guadalajara. “Terminamos en el punto emblemático de la capital, el torreón de Alvarfáñez, que es el que simboliza el escudo municipal de Guadalajara y la toma de la ciudad a los moros, por eso hemos elegido este punto como final del recorrido”.
A nivel técnico, los autores aseguran que no han encontrado ninguna diferencia a la hora de hacer este gran recorrido y el resto en los que ya habían trabajado. En este caso, no se trata de alta montaña, sino de senderismo. La primera etapa marcada, por ejemplo, que va desde Atienza hasta el pueblo de las minas, Hiendelaencina, agrupa casi 30 kilómetros. “No es que lo pueda hacer cualquier persona, pero sí alguien normal que esté acostumbrado a andar con asiduidad”, sostiene De Juan. El libro del camino del Cid está plagado de fotografías a color, planos, mapas y tablas en los que se especifican las coordenadas para senderistas y montañistas. Los autores explican que ha sido un labor costosa, pero gratificante. “Estar un año trabajando en este proyecto es cansado pero ha tenido éxito y hemos recibido muchas peticiones de gente que quiere el libro”, afirman los autores.
“Hemos encontrado sitios que la gente nos ha quitado las marcas, pero en términos generales la gente nos ha ayudado mucho los pueblos, los alcaldes y los vecinos”, confiesa Ángel de Juan. “Íbamos a los pueblos y tratábamos de localizar los caminos, la gente de allí los conoce perfectamente y gracias a ellos hemos podido hacer todo este trabajo. El alcalde de Megina nos puso a dos personas, Gregorio y Laurentino, señores de 80 años, que andaban más que nosotros, nos llevaron a Checa por un camino perdido. Luego en Ventosa nos encontramos a un tío, que le llamaban ‘El peinao’, que nos contó unos chascarrillos estupendos, nos pasamos una mañana fantástica. La mayoría de alcaldes, como la alcaldesa de Tierzo, se desvivió con nosotros, hay que tener en cuenta que esto redunda en publicidad para los pueblos y en beneficio de ellos”.
La principal motivación para un senderista, a la hora de abordar el camino del Cid, es “conocer la provincia de Guadalajara”, según los autores del libro-guía. “El sendero atraviesa entera la provincia y además con un variado paisaje”, apostillan. El camino del Cid parte de la Sierra, continúa por Molina y acaba en La Alcarria. “Y es más, si alguien quiere hacer más senderos, puede coger los otros cuatro libros anteriores y unirlos a este recorrido porque se unen en varios puntos de la provincia”. El GR-10 recorre hasta Checa desde el Pontón de la Oliva; el GR-66 va desde Milmarcos y el valle del Mesa hasta Peralejos de las Truchas; el GR-88 por los senderos del Jarama, bordeando los límites de Guadalajara, Madrid y Segovia. Finalmente, el municipio de Trillo también tiene señalizados sus caminos para senderistas.
Despiece
La ruta cidiana, señalizada
El título del volumen editado por Editores del Henares con el patrocinio de la Diputación es “El Camino del Cid”, así de escueto y contundente para reflejar el extraordinario recorrido del sendero GR 160 a su paso por la provincia de Guadalajara. La Diputación ha editado 3.000 ejemplares del libro. Los autores han invertido un año para hacer su trabajo y la editorial seis meses para completar la edición. “Hemos adoptado el mismo formato que en los otros libros de los grandes senderos, la idea es que la gente pueda llevar el libro fácilmente, en la mano. Nunca se estropea, puedes fotocopiarlo si quieres”, explica Ángel de Juan. “Un libro como este con lomo termina estropeándose, por eso lo hemos puesto con anillas para que quede como si fuera un cuaderno, se conserva mejor y encima es más fácil de utilizar en el camino”. Por otra parte, la ruta del Cid está provocando una constante actividad culturales paralela al recorrido senderista, cultural y turístico que atraviesa la provincia. El Camino del Cid es uno de los “itinerarios literarios” que presentó la Junta de Castilla-La Mancha en la última edición de Fitur para promocionar la región a través de las letras. Además, desde el 15 de mayo, permanece abierta en Guadalajara una exposición de fotografías titulada “La mirada del Cid”, en la Sala de la Diputación (Pza. Beladíez). El horario de visitas es de lunes a sábado, de 7 a 9 de la tarde. Se trata de un recorrido gráfico espléndido por las 53 localidades y pedanías del tramo guadalajareño del Camino del Cid. Todo un lujo para la vista.