Entrevistas

4 diciembre 2006

JOSÉ MARÍA MORERA, PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MICOLÓGICA SEGUNTINA

«La Junta de Castilla-La Mancha tendría que regular la recogida de setas»

“Ha sido una temporada extraordinaria y larga por las lluvias y por las altas temperaturas. En Navidad aún cogeremos hongos en Sigüenza” “No ha habido una invasión de seteros, pero sería positivo acotar la recogida porque es un patrimonio que tenemos los pueblos” “La regulación de la actividad setera podría ser una fuente de ingresos para los ayuntamientos, como en el caso de Soria” “Muchos catalanes y valencianos vienen a esta zona de Castilla a coger níscalos. Ellos son profesionales y saben donde está el hongo”
Ha sido un año extraordinario como no se veía, por lo menos, desde hace quince años. Al menos esto es lo que opinan los expertos de la temporada setera en Guadalajara, que todavía no se ha cerrado porque aún no han venido heladas fuertes. Manuel Vicent recordaba hace poco esta afición: “En una época de mi vida también practiqué la religión de las setas. Después de las tormentas del final de agosto y de los aguaceros de septiembre estas misteriosas criaturas, que son los gnomos de la gastronomía, sacan la cabeza entre la hojarasca podrida de los robledales del Guadarrama y hubo un tiempo en que un grupo de amigos nos bifurcábamos por distintos senderos de la sierra con la porfía de ver quien sería el primero de encontrar una amanita cesárea, la reina de todas las setas” (El País, 26.11.06). El periodista alcarreño Antonio Pérez Henares escribía recientemente en su blog de internet: “Por pinares, laderas, veredas, robledales, barbechos, baldíos, yermos y cipoteros el campo era una procesión de gentes todas con la cabeza gacha y mirando al suelo. Pero no estaban haciendo penitencia. Todos estaban buscando setas”. Lo cierto es que el aumento de seteros ha convertido los pinares de Cogolludo, Atienza, Galve, Tamajón, Sigüenza o el Alto Tajo en puras romerías de peregrinos pegados a una cesta. No existe invasión, pero se ha llegado a dar el caso de foráneos que, tras conocer de antemano los mejores lugares, acuden con ayuda del GPS a buscar el manjar preciado. Y no sólo por puro entretenimiento o para autoconsumo, sino con el objetivo de comerciar cientos de piezas que se pagan a buen precio. Un kilo de seta de cardo cuesta alrededor de 18 euros; uno de níscalo, 12 euros y uno de boletus ronda los 35 o 40 euros. “El año que viene habrá vedados, seguro”, sentencia Chani. José María Morera, ingeniero industrial, es el presidente de la Sociedad Micológica Seguntina desde que se fundó hace seis años. Hoy agrupa a 70 socios que salen en temporada a por hongos y luego se reúnen en el bar “La Marina” de Sigüenza a comentar las especies. También organizan exposiciones de hongos y conferencias de expertos de una materia que levanta pasiones a poco que caigan dos gotas después del verano.
Nueva Alcarria, 04.12.06
Raúl Conde

¿Cómo ha sido la temporada?
Todavía no se ha cerrado la temporada, hasta que no hiela no se puede dar por concluida. Ese año ha sido extraordinaria, ha habido de todo y todos los seteros hemos salido al campo con mucho gusto y hemos cogido muchas especies. No creo que tengamos un año como este en los próximos diez o quince años. Ha llovido un poquito en verano, también en septiembre, en octubre y noviembre ha llovido muchísimo y la temperatura no se ha enfriado, con lo cual el gradiente térmico ha sido suave. Creo que la mínima de hoy eran 6 grados, y en Sigüenza, 6 grados terminando noviembre, es excepcional. La probabilidad de primera helada es el 10 de octubre.

¿En los pueblos de mayor altitud la temporada se acaba antes?
Sí, porque hiela antes, pero también llueve más. Por ejemplo, en la zona del Alto Tajo llueve más, a lo mejor en las zonas altas ya están helando, y en la sierra norte, en los pueblos como Cantalojas o Galve de Sorbe, tiene que estar ya helando. Cada cien metros de altura que subes, es un grado de temperatura que disminuye.

Dice que cada quince años se suele repetir una temporada setera extraordinaria. ¿Es cíclico o es simple apreciación?
No es cíclico, pero sí es un poco como los ciclos de anualidades de temperaturas buenas y temperaturas malas. Es un ciclo partido. Este año ha sido muy bueno y no creo que se repita en diez o doce años.

¿Cuál es la mejor zona de Guadalajara para coger setas?
Pues donde haya bosques. Las setas salen en las zonas de praderas, también los champiñones. En zonas de bosque de pino, salen los níscalos y algunos boletos. Y luego en zonas de carrascas y encinas, salen boletos y todo tipo de hongos. En función del bosque, tienes unos tipos determinados de hongos. Aquí en Sigüenza, por ejemplo, tenemos un pinar estupendo, hay un pinar pequeño y luego otro más grande, que tiene unas 400 hectáreas, y ahí hemos cogido lo que hemos querido. Cada uno que salía y decía ‘me voy a hacer esta noche un revueltito de setas con alguna cosa’, se va al campo y las tiene seguro, y le sobra. Yo ayer salí a coger media docena de especies para unos crepes y salen estupendos. La verdad es que lo tenemos muy cerca. En los bosques siempre hay hongos.

¿Ha aumentado también de forma extraordinaria la afluencia de seteros este año?
Sí, es cierto, lo que pasa es que los fines de semana viene la gente que trabaja a diario, pero los que vivimos aquí permanentemente sabemos que tenemos que salir los martes, los miércoles o los jueves, entre semana para coger cosas. Incluso las cogemos antes que los que vienen de fuera… Han estado saliendo especies este año permanentemente, incluso hay algunas que si no hiela mucho de repente, si no hay una caída térmica brutal, aún saldrán.

¿Alguna zona de Guadalajara es especialmente atractiva para el setero a tenor de las visitas que recibe la provincia?
Hay una especie que atrae de manera especial, que es el níscalo. Es una seta mediterránea que atrae sobre todo a los catalanes y los valencianos, que habitualmente consumen ‘rovellones’. Hay muchos catalanes y valencianos que vienen a esta zona de Castilla a coger níscalos. Ellos son profesionales y saben donde está el hongo. No tienen más que venir y coger. El hongo por excelencia es el níscalo en el bosque o bien la seta de cardo en las praderas, que es la seta reina de Sigüenza.

O sea, que no sólo vienen de Madrid tal como parece.
La verdad es que acuden de muchos sitios. En Soria, que tiene una tradición muy grande de hongos, lo que han hecho es acotar el terreno. Es decir, ¿usted quiere coger setas? Pues pague. Esto está dando resultados.

Otras provincias como Segovia, Zamora o Vizcaya también han adoptado medidas similares.
Sí, es verdad. Aquí en Sigüenza, por ejemplo, con un bosque de 450 hectáreas, tenemos los forestales, pero un agente medioambiental no puede estar a cobrarle al que viene, a no ser que sea funcionario del Ayuntamiento.

¿Por qué en Guadalajara nunca se ha planteado seriamente acotar la recogida de setas?
En Sigüenza la verdad es que nunca se ha planteado y la verdad es que es una riqueza más del pueblo, un patrimonio más. Es una pena que venga gente loca de Valencia o Cataluña con unos rastrillos, levantando el terreno y estropeándolo para el año siguiente porque claro, si tú levantas el micelio de la seta, la has matado para siempre.

¿Se puede hablar de invasión este año?
No, de invasión no. Hombre, sobre todo han venido en fines de semana y festivos y lo que pasa es que aquí en Sigüenza esto de la seta es un poco la herencia de padres a hijos, es un patrimonio. Les van dejando los sitios localizados para que puedan ir a coger los hongos: “pues yo tengo tal micelio en aquella paridera o en aquel cerrado…” Y van a esos cerrados a coger las setas. Y en el pinar con los níscalos pasa algo parecido.

¿Sería conveniente algún tipo de regulación en Guadalajara?
Yo creo que sí porque, por lo menos, daría idea de que la Administración está vigilante y pendiente. Que un patrimonio que tenemos los vecinos de los pueblos, y venga gente de fuera a hacerse con él, no tiene mucha gracia. Hay algunos que dicen: “hombre yo comprendo que también si no lo coges, se queda en el bosque”. No entienden que a lo mejor su misión es pudrirse en el bosque. No se puede arrasar con todo lo que se pilla.

¿Qué administración tendría que impulsar estas medidas?
Creo que más que los ayuntamientos, tendría que ser la Junta de Castilla-La Mancha. No sé en Soria si ha sido la Junta o la propia Diputación, aunque puede que se haya hecho a través de los programas de desarrollo europeos. Cada provincia actúa como cree oportuna. Los agentes medioambientales se encargan de atender los parques naturales y las zonas de bosque que no son municipales. En Sigüenza falta sensibilidad para tomar conciencia de esta situación. Cuando la Administración es sensible a determinadas cosas, toma iniciativas, regula y aporta ideas. Pero cuando no es sensible, está todavía un poco verde.

¿Puede ser una fuente de ingresos viable para los ayuntamientos?
Sí, totalmente. Puede ser una fuente de ingresos pequeña, pero importante. Serían más ingresos al fin y al cabo. Además, pueden destinar esos ingresos a proyectos educacionales, que son muy importantes, dentro del ámbito escolar, fundamental para un pueblo. La educación ambiental desde pequeñitos, que es como se hace.

¿Desde la Sociedad Micológica Seguntina han aportado algún proyecto en este tema?
De momento no. Si quiere que le diga la verdad, no lo tenemos en mente porque no creemos que haya un abuso. Usted me preguntaba antes si había invasión, pero no la hay de momento. Las personas que son seteros nos conocemos. Nuestro problema son los cazadores, tú vas a coger setas y hongos y de repente te encuentras una montería y ya la tenemos organizada. El montero tiene que acotar el terreno y tú no puedes pasar. Ahí sí hay una cierta rivalidad por el terreno. Hombre, también el montero viene los fines de semana y nosotros estamos entre semana.

¿La zona de Cogolludo y alrededores está saturada?
Quizá se desplazan desde esa zona a Galve, Cantalojas y la zona del río Pelagallinas. Esta zona es muy rica en ‘boletus edulis’. Mi mujer y yo vamos a Galve de Sorbe a coger media docena de edulis, y la gente que ha ido a un restaurante en Madrid y se ha tomado una crema de edulis y le ha encantado y le han dicho donde se cogen, pues luego se van los fines de semana. Este año, como ha sido muy bueno y muy largo, yo estoy seguro que este año voy a coger hongos en Navidad. En Galve hay seis o siete personas del pueblo que venden lo que recogen cada día, tienen un estipendio complementario buenísimo.

¿Los vecinos de los pueblos pagarían menos en caso de regularse la recogida?
Sí, a los vecinos habría que dejárselo barato. Ahora mismo este año hay un auténtico mercado setero en Guadalajara. Estuve hace poco por la zona de Alcorlo y es impresionante las furgonetas que se ven. Es un pinar joven y los jóvenes tienen más producción.