Almudena de Arteaga explora los enigmas de una reina en África
En su nueva novela, de título sugerente, “La esclava de marfil”, evoca el siglo XVII para explicar una historia de nuestros días. Carmen, una profesora de universidad desencantada con su vida, es seducida por la dramática historia de Isabel Varela, una enigmática y misteriosa joven de apenas dieciséis años, testigo mudo de cómo un padre degradado por la vida la obliga a embarcarse rumbo a África a través de la exótica y casi desconocida Ruta de las Especias. Presa de la incertidumbre, se aventura a aceptar el mestizaje de un matrimonio impuesto con un rey converso al cristianismo como ejemplo de la evangelización en aquellas costas salvajes. El casamiento resulta artificioso y desembocará en una cruenta y terrible guerra donde los intereses religiosos y económicos se saldarán con la masacre de 300 mártires en Mombasa, una reina cautiva en un harén que soñará con su regreso a España y un sultán tentado por la piratería en el mar Rojo.
Tesis doctoral
La profesora de universidad Carmen, desencantada con su vida, recurre a esta historia para desarrollar su tesis doctoral. Decide viajar a Kenia y allí acaba atrapada por la seducción de este país, de sus gentes y paisajes. Y por sus misterios, concretamente, unos legajos provenientes de la India, el símbolo cristiano del pez labrado en una piedra o un camafeo que envuelven la vida de su protagonista. La historia de Carmen se funde con la de Isabel hasta confundir ambas.
Según la autora del libro, “Isabel de Varela se enfrentó a piratas y esclavistas, afrontó tormentas y monzones; defendió hasta el martirio sus ideales. África fue su destino como ahora lo es el nuestro. La evolución de los tiempos no ha alterado en lo más mínimo la esencia del motivo que a todos nos impulsa a permanecer en aquel seductor continente; lo que nos atrae la primera vez de él es lo de menos”. Almudena de Arteaga recrea el siglo XVII con destreza y precisión de bisturí. Y destaca que Isabel de Varela fue “pionera en la aceptación del mestizaje, precursora de la defensa pacífica de la religión católica y las costumbres barrocas frente a las de las tribus nativas”.