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Parece normal que si a un ciudadano, que además es presidente del Gobierno, le dicen que es «aliado potencial» de una banda terrorista, se enfade y se indigne. Pues no. El blogger Santiago González dice que esa indignación es «impostada». ¿Qué debería hacer? ¿Acaso dar las gracias a quien lanzó la invectiva?
En fin, creo que todos, empezando por el propio Mayor Oreja, se han tomado a chufla sus declaraciones. De otra forma ya habría una querella de por medio presentada por un tal Rodríguez Zapatero.