Periodistas de todo el mundo debaten las amenazas a la libertad de información
A lo largo de las reuniones, el Instituto Internacional para la Seguridad de la Prensa (INSI, en sus siglas en inglés), creado en el congreso del IPI en 2002, presentará los resultados de su primera investigación a nivel global sobre la seguridad de la prensa. Sobre todo, a la vista de los cada vez más alarmantes datos sobre los ataques a la libertad de prensa.
– Periodistas asesinados. En lo que va de año han sido asesinados 16 periodistas en el ejercicio de sus funciones. Más de 550 han perdido la vida en los últimos 10 años. El año pasado fueron 65 los muertos, casi la tercera parte de ellos en el conflicto de Irak, que sigue siendo el país más peligroso para los medios de información. También fueron asesinados periodistas en otros 21 países, entre ellos Bangladesh, Haití, Rusia o Somalia, Brasil, Nepal y México.
El pasado fue el año más asesino para los informadores desde 1999. Además de las muertes violentas, al menos 800 fueron detenidos, 1.300 sufrieron agresiones o amenazas y más de un millar de medios de comunicación fueron censurados.
– Código para reporteros de guerra. El INSI ha lanzado un código que consagra como primordial «la preservación de la vida y la seguridad» de los periodistas en el ejercicio de su profesión. El código establece que las misiones en zonas de guerra han de ser voluntarias, que los medios han de responsabilizarse de la preparación de sus empleados y de dotarles de material adecuado. Paralelamente, los gobiernos y las fuerzas militares y de seguridad han de respetar la neutralidad del periodista.
El código se complementa con 16 sugerencias encaminadas a reforzar la seguridad de la prensa, que abarcan desde la preparación física a los conocimientos del terreno a cubrir, pasando por el equipo y documentación necesarios para la defensa de sus derechos. El secuestro de periodistas vivió uno de los capítulos más sangrientos durante la liberación de la reportera italiana de Il Manifesto Giuliana Sgrena el pasado marzo, después de permanecer cuatro semanas retenida por sus captores en Bagdad.
– Lucha contra el terrorismo. Los peligros que acechan a los medios van más allá de las incertidumbres de las zonas de combate o de los territorios dominados por el caos y la extorsión. Por ejemplo, los atentados del 7 de julio del año pasado en Londres constituyeron «el acontecimiento más significativo» de 2005 en Europa occidental, según el IPI, y llevaron al Gobierno británico a modificar su legislación para introducir los delitos de «glorificación» del terrorismo.
En España, el «alto el fuego permanente» declarado por ETA el pasado marzo llevó a Reporteros sin Fronteras a excluir a la banda terrorista de la lista de «predadores» de la libertad de prensa. Poco después, la organización internacional admitió haber cometido una «imprudencia» y colocó de nuevo a ETA en la lista.
Con aquella primera decisión «no se trataba en absoluto de hacer borrón y cuenta nueva de las exacciones cometidas por la organización terrorista contra muchos periodistas y medios de comunicación», explicó Reporteros sin Fronteras. «Retirándola de nuestra lista, simplemente dejábamos constancia de la relativa calma existente en los últimos meses y del compromiso adquirido por ETA de renunciar a cualquier violencia».
– Caricaturas de Mahoma.
En septiembre, la Unión Europea hizo público un documento para discutir el papel de los medios ante la «radicalización» del terrorismo y puso sobre la mesa necesidad de crear un código de conducta en relación a este problema. Según el IPI, «esos movimientos terroristas marcan un cambio en el equilibrio entre libertad y seguridad y han perfilado también el debate sobre la controversia creada por las caricaturas de Mahoma publicadas por diario danés Jyllands-Posten».
Este rotativo pidió perdón «por ofender a muchos musulmanes» después de que una veintena de países árabes reclamaran castigos contra los autores de las 12 viñetas de Mahoma. Fritz sostuvo en esta cuestión que el debate debería centrarse en la responsabilidad del periodista y no en poner trabas a la libertad de información.
– Radiotelevisiones públicas. Sus críticos argumentan que son cada vez más irrelevantes, sobre todo en un entorno digital en el que los espectadores tienen posibilidades casi ilimitadas de elección entre una avalancha de servicios comerciales. Sus partidarios creen que los medios públicos tiene un papel clave e irremplazable en la defensa de la libertad de expresión y el mantenimiento de objetivos editoriales independientes.
– Prensa en Internet. Los expertos debaten la transformación de los medios de comunicación con la irrupción de Internet y las tecnologías de banda ancha y se preguntan si el «periodismo ciudadano» y la interactividad representan un desafío a largo plazo para los periódicos tradicionales. El dilema está en saber si las nuevas tecnologías son un aliado de la libertad de expresión o una amenaza.
Derecho fundamental
Fundado en 1950 con el objetivo de promover el libre flujo de noticias, el Instituto Internacional de Prensa (IPI) vela por la libertad periodística en el mundo, el respeto al trabajo de los profesionales y la promoción de informaciones precisas y equilibradas. Con sede en Viena, este organismo agrupa a representantes de 120 naciones, aunque no en todas brilla la libertad de prensa: dos tercios de los países del mundo mantienen prácticas contrarias al libre ejercicio informativo, según subrayó ayer el presidente del IPI, Johann Fritz. «La libertad de prensa es un derecho fundamental de las sociedades para poder vivir democráticamente», agregó.
Además del debate sobre la situación de la profesión y de los peligros sobre el terreno, el IPI aborda el papel de los medios locales en un mundo globalizado, la confidencialidad de las fuentes, qué pueden hacer los medios para ayudar al desarrollo de África y la educación de los periodistas del mañana.
La asamblea, que se clausurará mañana, reúne a delegados de medio centenar de países. Entre los participantes figuran el director general de la BBC, Mark Thompson, y el presidente de CNN Internacional, Chris Cramer. La representación española está encabezada por el presidente de Vocento, Santiago de Ybarra, que forma parte del consejo directivo del IPI.