No somos un club cualquiera
Opinión
J. Segura Palomares
10/05/06 03:00 h.Ser del Espanyol es algo sublime, verdaderamente hay que ser todo un cruzado de la fe para mantenerse fiel al sentimiento perico. Sí, ya lo han visto ustedes, somos capaces de lo más grande y al propio tiempo de lo más peligroso. Se diría que nuestro sino es mantenernos como eternos funambulistas, haciendo las mil piruetas sin red protectora. Para quienes profesamos su laica religión, es el pan nuestro de cada día. La consigna parece ser un eterno parirás con dolor.
Así, tras un año en el que sólo un error arbitral -y van…- nos privó de la famosa Champions, nos mantuvimos, en la presente temporada, más tiempo que los grandes en tres competiciones, Liga, UEFA y Copa del Rey, que ganamos sin merecer un reproche. ¿Y en la Liga? Pues ahí, que es lo vital para un club, hemos seguido en el alambre, haciendo difíciles piruetas hasta el final. Pero al final, final. Nada de salvarnos como los Betis, Mallorca, Racing de Santander, Athletic de Bilbao y Real Sociedad la pasada jornada. Eso no tiene emoción, no, nosotros apuramos hasta la última gota del sufrimiento, que purifica, mientras los de la otra acera se dan triunfales baños de multitudes.
Ahora que me diga alguien si no somos la afición más fiel del mundo mundial. Ufanarse de ganar casi siempre ¿es más difícil, que ufanarse de luchar en solitario por nuestro justo espacio en la sociedad catalana? Con perdón, creo que somos los verdaderos héroes de la película. Y les emplazo para este sábado ante la Real Sociedad. Como si se tratara de un nuevo acto de fe, cual el del Santiago Bernabéu con la Copa del Rey, todos montaña arriba para salvarnos. Y luego que nos digan que el pescado es caro. ¡Amén!