EXPOSICIÓN EN MADRID

Cervantes y Cela, letras y viajes

La Sociedad Cervantina acoge hasta hoy en Madrid una exposición sobre estas dos figuras clásicas de la literatura castellana
Hay dos palabras que relacionan a Miguel de Cervantes y Camilo José Cela de manera inmediata: los viajes y las letras. El autor de El Quijote ha pasado a la posteridad como la cumbre de la literatura castellana y el de Viaje a la Alcarria como la figura que renovó el panorama un tanto casposo de posguerra, cuatro siglos después. Ambos son iconos de las letras hispánicas y las andanzas de sus personajes, e incluso en el caso de Cela, del propio escritor, son parte esencial de su prosa.
Nueva Alcarria, 11.05.06
Raúl Conde

La Sociedad Cervantina acoge hasta hoy una muestra que relaciona a los dos escritores. Es una exposición coqueta, no demasiado enjundiosa, pero con suficiente interés para los apasionados de ambos literatos y, sobre todo, para quien guste de las andanzas alcarreñas de Cela o de las experiencias que vivió el caballero de la Triste Figura gracias a la pluma cervantina. El comisario es el profesor Adolfo Sotelo Vázquez y la coordinación general ha corrido a cargo de Tomás Cabaña, director de la Fundación Camilo José Cela, y Jesús Arribas, presidente de la Sociedad Cervantina. La exposición se ha abierto ahora porque coincide con el cuarto centenario de la edición princeps de la primera parte de Don Quijote de la Mancha.

El profesor Sotelo escribe en el catálogo: “Ambos ocupan lugares cenitales en la historia de la literatura española y universal. Cervantes es el padre de la novela moderna y Cela uno de sus hijos más afortunados, siempre pendiente de su magisterio vivo, de los raudales nuevos de vida que atesora el clásico por excelencia de nuestras letras: Don Quijote de la Mancha (1605-1615)”.

“La del alba”

La muestra comienza con una edición de “Viaje a la Alcarria” publicada en la colección Puerto Seguro (Madrid, Alfaguara, 1966); el guión que escribió Cela para la serie sobre el Quijote, emitida por Televisión Española en 1991, y dirigida por el cineasta Manuel Gutiérrez Aragón; y un volumen de “La Mancha en el corazón y en los ojos”, de Cela, editado en Barcelona en 1971. Una pantalla plana exhibe imágenes de la serie mencionada y un impresionante catálogo de dibujos del pintor Celedonio Perellón circunda la sala. En medio, varias vitrinas con ediciones facsímiles de obras tanto de Cela como de Cervantes e incluso una reproducción del discurso que pronunció el primero durante la entrega del premio que lleva el nombre del segundo.
El propio escritor gallego dijo: “Primero, nadie; después, Cervantes; y después, todos los demás”. Esto lo escribió Cela en su libro “Los sueños vanos, los ángeles curiosos” (Argos, Barcelona, 1979). El aforismo refleja la admiración que sentía el premio Nóbel por el autor de “Novelas ejemplares”.

El capítulo II de “Viaje a la Alcarria” comienza así: “La del alba sería… No; no era aún la del alba: era más temprano”. Para el comisario de la muestra es un reflejo del cervantino “la del alba sería”. La poliédrica obra de CJC es, a menudo, espejo de la cervantina. “Cervantes –recuerda Cela en 1989- dejó escritas en el Quijote- unas amenazadoras palabras lúcidas; los historiadores que de mentiras se valen habían de ser quemados como los que hacen moneda falsa”.

La exposición incluye algunas de las joyas bibliográficas que Cela recabó a lo largo de su vida, todas cedidas por la Fundación Camilo José Cela, que custodia su legado. El visitante puede acercarse a los artículos de diversas firmas que se ocuparon de Cervantes y el Quijote en Papeles de Son Armadans, revista que CJC fundó en Mallorca en 1956. Cela poseía una completa colección de Quijotes, más de 50 ediciones que no resultan fáciles de encontrar en manos privadas.

Como editor Cela publicó hasta cuatro ediciones de la inmortal novela. Una de ellas, publicada en la Editorial Alfaguara, arranca con un extenso prólogo de Américo Castro, pudiéndose ver en la exposición la correspondencia entre el filólogo y el escritor gallego sobre la elaboración del proyecto. La muestra se completa, entre otras cosas, con los manuscritos de Cela sobre el tema, el Premio Cervantes que le concedieron en 1995 y el Premio Nóbel de Literatura de 1989.

“Exposición Cervantes y Cela”. Hasta el 11 de mayo. Sociedad Cervantina. C/. Atocha, 87. Tfno.: 914203437. Lunes a viernes: de 10,30 a 13,30 hrs. y de 17,00 a 20,00 hrs.

DETALLE

Premio Cervantes 1995

Si existe un nexo de unión entre Cela y Cervantes fue justo en el momento en que el novelista gallego recogió el premio Cervantes, el 23 de abril de 1995. Su discurso es una pieza literaria de primer orden. “En este trance para mí tan vitalizador y solemne, quisiera alabar la palabra y confesar mi amor por la palabra; para ello empiezo por declarar mi buen deseo de ahorrar palabras para decir lo que pienso, recordando que Cervantes, también en el Persiles, nos advierte que no hay razonamiento que, aunque sea bueno, siendo largo lo parezca y en el Quijote nos avisa de lo mismo cuando pide brevedad en los razonamientos, ya que ninguno es gustoso si es largo; en la misma obra alerta contra el énfasis al pedir llaneza, puesto que toda afectación es mala. Amo la palabra ya que en ella habita la idea y reside el primer huevecillo de la literatura, ese raro y punto menos que misterioso planeta cuya consideración hoy nos convoca aquí, en esta mañana de primavera. Goethe temía a las palabras, en plural –en el Fausto dice que cuando faltan ideas siempre hay palabras para sustituirlas-, pero yo hablo ahora de otra cosa, yo discurro ahora sobre la palabra en singular esencia”. (Extracto del discurso).