“La gente piensa que la electricidad se produce en la pared”
¿Por qué son necesarias las centrales nucleares?
Nosotros hacemos de vez en cuando estudios de la opinión pública, y en la calle lo que hay es un desconocimiento importantísimo sobre de dónde viene la energía. La población, generalmente, piensa que la electricidad sale de la pared, por simplificar. Sí, sí, se piensan que cuando aprietas el botón se va a encender la luz fijo, que cuando te subes en ascensor va a funcionar. Si no hay luz, no hay electricidad y no funciona nada. Esto no llega a la sociedad. El público en general no sabe que la electricidad no se puede almacenar. El día de Nochebuena, cuando estamos cenando y tenemos el árbol de Navidad encendido, pues hay gente trabajando para tener electricidad. Todo eso unido a que la factura de la electricidad no es representativa en la economía media del español. Si preguntamos cuanto paga de publicidad, la mayoría no tiene ni idea. Saben de los gastos de comunidad, del teléfono, del ADSL, pero no la electricidad. Y todo esto parece que vaya siempre a estar ahí, y la energía es un bien escaso.
¿La energía atómica contribuye al desarrollo?
Por supuesto, esta energía trajo a España en los primeros tiempos una gran mejora industrial. La industria nuclear es parecida a la aeronáutica: en calidad, en control de procesos… La primera central nuclear, la José Cabrera de Almonacid, se contrató llave en mano. Las últimas, el 95% de los equipos se han fabricado en España, y además España exporta tecnología nuclear y participa en el diseño de nuevos reactores.
Y si todo eso es así, ¿por qué tiene tan mala prensa?
Igual es que empezó mal. Toda idea humana se puede utilizar bien o mal. La aeronáutico se puede utilizar para transportar pasajero o para hacer aviones de combate. La energía nuclear al principio tuvo una aplicación mala, y ha quedado grabado en la mente de las personas su gran poder de destrucción. Pero tiene otras aplicaciones positivas como es la generación de electricidad, en medicina, en erradicación de plagas, o los rayos X. Todo eso también es energía nuclear.
¿Es irrenunciable?
No podemos prescindir de la energía nuclear ni a medio ni a largo plazo. Va a seguir funcionando durante muchos años alargando las vidas de las centrales y disponiendo de nuevas centrales en diez o quince años. El sentido común dice que no podemos permitirnos el lujo de prescindir de las centrales.
El Partido Socialista, hoy en el Gobierno, lleva en su programa el cierre paulatino de las centrales nucleares.
Sí, pero una cosa es predicar y otra dar trigo. En una campaña electoral se utiliza lo nuclear para sacar votos. Desgraciadamente es así. Lo que se debería hacer es sacar del debate electoral y de la alternancia el tema de la energía, no sólo la nuclear sino todas. En un país como España pobre en recursos naturales –cubrimos el 20%- no podemos permitirnos cada cuatro años cambiar todo. Debería haber un gran pacto energético, como el Pacto de Toledo de las pensiones, que no esté en el día a día. Hay que definir un modelo energético.
Nadie está en contra de las pensiones. Sin embargo, las nucleares siguen encontrando oposición. Quizá el tratamiento político no puede ser homologable.
Sí, es verdad, hay algunos grupos por ahí que están en contra. El pacto de Toledo se hizo para garantizar que se sacaba del debate político y que las pensiones iban a funcionar. A mí me gustaría que el suministro energético de este país estaría fuera de esos vaivenes. La mayoría de este país no pertenece a Greenpeace ni a Ecologistas en Acción.
¿Un accidente como el de Chernobil, del que ahora se cumple su veinte aniversario, podría producirse en España?
Sería impensable. Fue un desgraciado accidente. Se combinaron una serie de factores, el origen fue una prueba que se estaba haciendo por una orden del Gobierno. Esa prueba no se habría hecho en ningún país del mundo fuera de la Unión Soviética porque estaba prohibida por el organismo regulador, cosa que allí no existía. El entorno político económico provocó el accidente. Además estas centrales de diseño soviético no tenían recintos de contención, el edificio para contener los residuos radiactivos en caso de fusión del núcleo, era como una nave industrial. Las centrales occidentales tienen organismo regulador, el diseño del núcleo es distinto y se dispone de salvaguardias suficientes.
¿Qué ha hecho Guadalajara para tener dos centrales nucleares?
Pues no ha hecho nada, yo creo que ha ayudado a la provincia a hacerla más importante. Guadalajara se ha convertido en un gran centro energético. Tiene agua de refrigeración, embalses, el río Tajo, está cerca de las infraestructuras eléctricas y además no está lejos de Madrid. Está en una situación estratégica en la red.
¿Usted cree que ha reportado más beneficios a la provincia las dos centrales que perjuicios?
Yo no soy quien para decirlo, pero ha reportado aparte de la actividad económica, formación a los trabajadores y calidad de vida. Zorita se para el 30 de abril pero es un centro que hay que conservar, y Trillo va a seguir funcionando durante mucho tiempo. Y allí seguirán trabajando los alcarreños.
ABC publicó un informe hace un tiempo ya en que se aseguraba que la central de Trillo había perjudicado seriamente la salud de los habitantes del entorno. ¿Lo recuerda?
Son dos estudios que hizo el Instituto Carlos III sobre cáncer y la conclusión es que no se puede asociar la existencia de cánceres en una zona a la existencia de centrales nucleares. De hecho ahora el CSN está lanzando estudios epidemiológicos en diversas zonas. Hacerlo en complicado. Además la información sobre causas de fallecimientos no está debidamente documentada.
¿No se ha alargado en exceso la vida de la central de Zorita?
Zorita ha tenido el mejor funcionamiento de su vida útil fue el 2005, y no hablo sólo de producción. Es una central que ha estado bien mantenida.
¿No ha amortizado demasiado la planta su propietaria, Unión Fenosa?
No, en absoluto. Si tu tienes un coche cuando has terminado de pagarlo no lo cambias, sigues utilizándolo. El sector eléctrico está liberalizado, igual que la fabricación de zapatos o de coches y no cerramos estas fábricas cuando están amortizadas.
Bono la llamó “cafetera vieja”.
Bueno, Bono… Yo diría que es una central que ha hecho un gran aporte a este país.
¿Ha sido segura hasta la fecha?
Segurísima. Si no, la habría parado el Consejo de Seguridad Nuclear. Ha tenido fallos como cualquier instalación pero nunca se ha visto comprometida la seguridad.
Hombre, en Trillo no ha habido los fallos que en Zorita en los últimos años.
Porque es otro tipo de central. Cada una puede tener diferentes fallos.
¿Están garantizadas las condiciones de seguridad en la eliminación de los residuos?
Por supuesto, hay un proceso controlado por el CSN. A mí eso me da seguridad. Yo confío en las instituciones. Cuando voy por la calle y veo policía, me gusta porque yo no he hecho nada a nadie.