Una victoria que bendijo España: va por ti, Iván
La sensación que uno tiene el día después de la final es que la religión españolista de la que hablaba ayer J.J. Santos se desparramó con éxito por Madrid, primero, y por toda España después. Sin duda que de haber ganado el Zaragoza, el talante en la calle sería el mismo. Pero ganó el Espanyol y lo hizo a lo grande. Con un comportamiento impecable del 99 por ciento de su gente (con un único y grave lunar, el lanzamiento-provocación que acabó con la expulsión de César), un equipo que, según Lotina, empezó a ganar el partido cuando vio a su gente aclamándolo a su llegada al Bernabéu, y con esa manera de ser y de comportarse de los periquitos de toda la vida, que no se sienten representantes más que de sí mismos, miran al adversario como a un igual y hablan de y sobre el fútbol. Es la suya una manera distinta de entender el deporte, la catalanidad y la vida. El Espanyol debutaba en una final en el Bernabéu, era como el torero que se presenta en Las Ventas y logra un gran triunfo. Como equipo y como club.
En lo deportivo, uno se alegra especialmente por Iván de la Peña, futbolista que junto a Tamudo forma una pareja única. Sin duda que el equipo blanquiazul tuvo una legión de pequeños/grandes héroes, pero el triunfo de De la Peña es el triunfo del fútbol de verdad, del que desplaza miles de aficionados a 600 kilómetros de su casa, el fútbol por el que hay que pagar por ver. En el Zaragoza, ese fútbol lo puso Cani, pero la otra sociedad, la que intentan formar Ewerthon y Diego Milito apenas apareció. Cani se quedó muy solo ante la voluntad y el acierto del adversario, que ayer volvió a su casa en Barcelona para festejar con los suyos y encontrarse con el ambientillo de siempre: TV3, cuya propaganda la presenta como la de todos los catalanes, le dedicó 58 minutos a su éxito; el tiempo que dedicará a la señora madre de Ronaldinho si, como parece, el Barça gana la Liga. Por cosas como ésta es por lo que el Espanyol es simpático y la gente recibió con gusto su éxito en Madrid.