“Guadalajara ha sido una de las ciudades más progresistas y revolucionarias de España”
Usted tiene publicados múltiples trabajos sobre esta época en Guadalajara que, sin embargo, resulta bastante desconocida. ¿Qué dificultades ha encontrado?
Sí, la verdad es que muchas. Empecé a investigar en 1982 y me encontré con muchas dificultades. Desde alguien en la Diputación, que me dijo que allí no se guardaban actas y no había nada que consultar y luego lo que yo hice es escuchar a la gente mayor. Aunque, todavía en aquel año, lo primero que hubo que hacer es vencer el miedo, la gente mayor sobre todo en los pueblos, tenía miedo. Me pasó por ejemplo de ir a hablar en Pastrana y decirme que allí no hablaban, y me los tuve que llevar a Valdeconcha, donde se sentían más cómodos. Les parecía increíble que alguien se interesara, porque además tenían la sensación de que ellos no habían hecho nada importante en su vida. Hablaban de los maquis y no les daba importancia, sin embargo la tenía. Ellos habían vivido con la idea de que había que ocultarlo.
¿Con quién habló y qué le contaron?
Hablé con muchísima gente, en Brihuega, Valdenoches, Pastrana, Valdeconcha, Fontanar, Guadalajara… Lo que más impresiona es conocer sus condiciones de vida. Es imposible entender la República, lo que supone la Guerra y luego la posguerra si no se sabe cuales eran las condiciones de vida de ellos, o sea, la miseria absoluta era lo más brutal, lo más duro era su situación vital, cómo vivían y cómo habían crecido. Era lo más impresionante y además te permitía entender lo que pasaba después, más allá de cuestiones políticas o de la guerra.
¿Cómo era políticamente la Guadalajara del 14 de abril de 1931?
En contra de lo que se ha dicho, Guadalajara ha sido siempre una provincia muy progresista. Esto rompe un mito pero es así. Guadalajara, y sobre todo la capital, ha sido una de las ciudades más progresistas, más abiertas y más revolucionarias que ha habido en España, aunque nadie se lo crea. Cuando Alfonso XIII llega al trono, es la única capital de provincia que tiene un alcalde republicano federal, que es Diges Antón. En aquella época, el único senador republicano en España era el de la provincia de Guadalajara, además un antiguo ministro de la I República. En ese mismo tiempo, el Señorío de Molina tiene un diputado, que es Calixto Rodríguez, que es diputado republicano durante muchos años. Guadalajara es un lugar a la vanguardia de todo a la que se envían políticos carlistas porque saben que van a estar controlados, la ciudad siempre fue liberal, incluso con una presencia de republicanismo muy grande. Cuando se organiza la I Internacional, Guadalajara y Brihuega es de los primeros cien lugares de España donde se organizan. Y cuando se funda el PSOE, Guadalajara fue la primera agrupación que tuvieron después de Madrid. La época posterior a la Guerra Civil es lo que justifica la idea conservadora que se tiene de Guadalajara, pero nunca fue así.
O sea, que la ciudad recibe con alegría el periodo republicano.
Sí, sí, Guadalajara recibe con satisfacción la proclamación de la 2ª República. Además, cuando el rey tiene los datos, la pérdida de Guadalajara le provoca un auténtica shock. Pensaban que perderían Madrid y otras capitales obreras, pero no se podían creer los resultados. El rey preguntó: ¿Y Guadalajara? Alguno de sus colaboradores le dijo que había ganado la coalición republicano socialistas, y entonces comprendieron la magnitud de su derrota.
¿Las causas de la victoria republicana socialista residen en mayor medida en la situación económica de la población que en la política?
Hombre, Romanones es una persona inteligente, se da cuenta del poder que tienen los grupos obreros y republicanos y pacta con ellos el reparto de concejalías. La aparición de La Hispano suiza cambia el panorama totalmente. Guadalajara deja de ser una ciudad provinciana, que atiende a una población agrícola, y se convierte en un lugar de importancia económica. Vienen obreros de Madrid y de Barcelona, afiliados a la CNT. Y más de un centenar de mujeres que trabajan. En el año 17 y 18 cambia la ciudad, llegan obreros y se revitaliza. El ocaso de la burguesía republicana de Guadalajara empieza en 1905 y resurge en 1920, con gente como el novelista Arturo Barea.
¿Qué oposición encuentra la República en Guadalajara?
La del alcalde Barrera, que es un conservador, casi el único en la provincia, que no simpatiza con la dictadura de Primo de Rivera, porque no es democrática, pero tampoco con los grupos católicos que controla Hilario Yabén en Sigüenza. No tenía respaldo detrás porque no había base social. Se resiste a ser cesado porque era especialmente cabezota. Quien realmente lleva el peso de la oposición es la Iglesia, aparece una red de sindicatos católicos. La provincia está dividida en tres partes, la zona de la sierra, carlista, conservadora, de suelo pobre y pueblos pequeños; luego la Campiña y la Alcarria, con trabajadores agrícolas aparceros, que crean riqueza; y luego la capital. El conde de Romanones centra su poder entre los agricultores e Hilario Yabén entre los pequeños pueblos más conservadores de Sigüenza, Molina y Atienza. Cuando llega la República, éstos que siempre habían sido enemigos, se acaban las diferencias. El tema de la religión va a ser fundamental para entender la oposición.
¿Cómo transcurrieron las primeras horas y los días posteriores a la proclamación de la 2ª República?
El 14 de abril fue un día de fiesta en Guadalajara. Llegan los rumores de lo que pasa en Madrid, los telegrafistas se enteran de las noticias y la gente empieza a reunirse en el centro, en la plaza Mayor. Los concejales republicanos y socialistas se hacen con el ayuntamiento con el apoyo de la inmensa mayoría de la población. Salieron con coches y banderas, y no me extraña porque alguna burguesía republicana, como la familia Taberné que tenía talleres, que disponía de coches. Llamaba la atención la cantidad de mujeres que dejaron sus faenas para ver lo que hay, incluso iban con las escobas en la mano. Lo malo es que cada persona esperaba algo diferente de la República. No pensaba lo mismo la persona que estaba en la plaza de Guadalajara, que en la de Molina que en la de Galve. Cada uno tiene su idea de república. Pero en aquel momento todo el mundo apoyaba su proclamación.
Luis Enrique Esteban Barahona, en uno de sus ensayos, a la hora de analizar el trasfondo ideológico arriacense, apunta cuatro causas: la persistencia de las tradiciones campesinas, el caciquismo político tradicional, los medios de propaganda y las organizaciones políticas y sociales. ¿Está de acuerdo?
Creo que sobre todo era la miseria de la población, lo fundamental es que la gente no podía más. El país había llegado a una situación límite. El grado de degradación y de corrupción hacía que no se podía seguir así. En 1931 la gente no podía más.
¿Se puede hacer un balance positivo de la República?
El periodo republicano, con todos los problemas que hubo, demostró que la sociedad española era mucho más tolerante y estaba más a la vanguardia de otras. Cuando empieza la Guerra Civil, los obreros de la Hispano elaboran un prototipo de avión al servicio de la República. Guadalajara era un sociedad muy viva con gente importante, lo que ocurre es que se paraliza.