La Garlopa

El año pasado se cumplió un cuarto de siglo de la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente. Hubo una avalancha de biografías, de homenajes, de reportajes. El colofón llegó el pasado mes de enero, cuando los Reyes de España inauguraron una exposición extraordinaria sobre su figura y su obra en la sede de la Fundación del BBVA en Madrid, en el número 10 del paseo de Recoletos. La muestra termina justo el próximo martes, 14 de marzo, día en que se cumplen 26 años de la desaparición del “amigo Félix”. Desde la Fundación Rodríguez de la Fuente, impulsora de la iniciativa, avanzan su idea de trasladar la exposición, “si no a todas las provincias, sí al menos a todas las comunidades autónomas”. Y avisan que la ciudad o la autonomía que se ofrezca lo tendrá más fácil. Ojo avizor para Guadalajara y Castilla-La Mancha y sus programadores culturales.

Pionero de la conservación

La exposición ha sido visitada por alrededor de 30.000 personas, “todo un éxito dado su carácter divulgativo y científico”, señalan los organizadores. El legado de Félix Rodríguez de la Fuente permanece intacto. Su popularidad continúa presente en cientos de personas, sobre todo en la franja de edad de aquellos que le conocieron en vida y se convirtieron en asiduos de sus programas televisivos. El catálogo de la muestra, una voluminosa pieza de más de doscientas páginas, recoge el testimonio del hombre que introdujo el ecologismo en España: “se trata de crear una nueva conciencia, de inculcar en las nuevas generaciones un respeto profundo hacia la naturaleza, de enseñar a los niños, ya en los colegios, que si atentan contra la integridad del planeta atentan contra su propia vida y contra la de sus descendientes”.

Murió el 14 de marzo de 1980 en accidente de aviación en Anchorage (Alaska), mientras rodaba escena junto a su equipo de la mítica carrera de trineos tirados por perros conocida como Editarod. Su ausencia, a lo largo de estos veintiséis años, ha horadado una profunda huella ecológica, pero no en el sentido que este término adquiere en la actualidad. Su trabajo no provocó ningún daño al medio ambiente. Al contrario. Fue la persona que inició a los españoles en la conservación de la naturaleza, en la biodiversidad, en la creación de figuras jurídicas como los parques naturales, en el respeto por el entorno que nos da la vida. Sus enciclopedias, sus libros y, sobre todo, sus programas de televisión marcaron un hito y son ya parte de la historia del país.

Entre lobos en Guadalajara

Curiosamente, nació el mismo día que falleció: un 14 de marzo, pero de 1928, en Poza de la Sal (Burgos). En 1938 ingresó interno en el colegio de los Sagrados Corazones de Vitoria y terminó el bachillerato en los Maristas de Burgos. Su intención era estudiar biología, pero su padre le terminó convenciendo para que hiciera medicina en Valladolid, así que se hizo odontólogo. Más tarde, instalado en Madrid, comenzó su pasión por la caza con halcón (la cetrería), que después practicaría con mucha asiduidad en la provincia de Guadalajara, sobre todo en los campos que rodean al espacio que hoy recibe se encuentra acotado en el parque natural del Río Dulce, cuyo cañón forma un desfiladero formidable y muy apropiado para este ejercicio.

La fama le vino gracias a la tele. Era un orador sobresaliente, un comunicador nato. Primero comenzó a colaborar con artículos en la revista Blanco y Negro y en 1965 apareció con sus halcones en el programa “Fin de Semana” de TVE. El éxito de su primera película, “Señores del espacio”, le permitió embarcarse en uno de sus proyectos más apreciados: el estudio de los lobos. Félix llegó a convertirse en el jefe de una manada que vivía en una cárcava cercada de la provincia de Guadalajara para estudiar sus costumbres, sus comportamientos y sus movimientos. Luego, la manada fue la protagonista de varias de sus películas y series de televisión. Desde La Alcarria viajó a medio mundo, rodó en 1974 la serie “El Hombre y la Tierra”, un éxito insólito en la televisión española. Seis años después hallaría su final entre animales, trabajando, a miles de kilómetros de España.

RECUADRO

Cetrería en La Alcarria

Todavía están a tiempo los más rezagados. La exposición “Félix, 25 años de conciencia ecológica”, organizada por las fundaciones Rodríguez de la Fuente y del BBVA, finaliza el martes que viene. Se trata de homenajear la figura y la obra del hombre que fue pionero en su especialidad pero no se queda ahí. Ofrece también una radiografía de los espacios naturales de nuestro país y repasa la evolución de la cultura medioambiental en la sociedad española durante los últimos 25 años. El contenido se muestra a través de medios visuales como una simulación de suelos y ríos, la instalación de un bosque, varias secuencias de obras cinematográficas y televisivas y fotografías inéditas. Aparecen varias referencias a Guadalajara. Primero en la reproducción de la portada del diario ABC del 21 de octubre de 1964, a toda plana, con una foto del ‘amigo Félix’ y el titular: “Cetrería en La Alcarria”. Aquel año, Rodríguez de la Fuente ganó con su halcón Durandal las Jornadas Internacionales de Cetrería celebradas en Guadalajara. En uno de los espacios centrales se exhibe un vídeo de esta práctica rodado en La Torresaviñán, en las cercanías del cañón del río Dulce. Y, en el panel que recoge los más de 1.000 espacios protegidos actualmente en España, se agrupan el Hayedo de Tejera Negra, el Alto Tajo, los cetros margosos de Pastrana y Yebra, los prados húmedos de Torremocha del Pinar, los cerros volcánicos de La Miñosa, la cueva de los Murciélagos y la cueva de la Canaleja, ambas en nuestra provincia.

Fundación BBVA. Palacio del Marqués de Salamanca, Paseo de Recoletos, 10, Madrid. Entrada: gratuita. Horario: de lunes a viernes de 10.00 a 20.00 horas; sábados de 11.00 a 20.00 horas; domingos de 11.00 a 14.00 horas.