Mis amigos

7 marzo 2006

ÁNGEL GARCÍA MUÑIZ

Federico Jiménez Losantos, héroe o villano

“Frente a la censura, por la democracia, por la libertad, por la verdad… Yo estoy con la COPE. Una iniciativa ciudadana en apoyo a los profesionales de la COPE”. Así reza uno de los anuncios difundidos a menudo en la cadena de los obispos.
“El Gobierno español sólo habla con terroristas, homosexuales y catalanes, a ver cuándo se decide a hablar con gente normal” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 13/06/2005), “España, cerrada a cal y canto contra los invasores; aunque si acaso entra alguno, sudamericano, que al menos están cristianizados, no como los moros y los negros” (lamentablemente no he conseguido situar su origen y momento), “La Universidad española se ha convertido en un gulag de burócratas desvergonzados que compensan su inanidad intelectual con la pública apología del delito, siempre que el delito sea de izquierdas” (Libertad Digital, 19/10/2005), “La Universidad se izquierdiza y, por tanto, se batasuniza. Extrema izquierda y nacionalismo reeditan su alianza de siempre contra España y la libertad” (Libertad Digital, 11/03/2003), “A partir de mañana podemos esperar todas las fechorías del Imperio Prosaico, altavoz de la trola y el embuste, cátedra de la difamación” (Libertad Digital, 10/12/2004)
Análisis de Textos Periodísticos II, Febrero 2006
Ángel García Muñiz

Introducción

“Frente a la censura, por la democracia, por la libertad, por la verdad… Yo estoy con la COPE. Una iniciativa ciudadana en apoyo a los profesionales de la COPE”. Así reza uno de los anuncios difundidos a menudo en la cadena de los obispos.

Nada más salir del despacho de mi profesor de ‘Análisis de Textos Periodísticos II: el Comentario’, comencé a darle vueltas a la cabeza. ¿Qué tema me interesaba lo suficiente para analizarlo a partir de los artículos de opinión y editoriales de distintos medios de comunicación? Ya sé, algo así como ‘Patriotismo y otras mentiras’. No, mejor ‘Religión y guerras: cómo manipular a la gente a través de la fe’. Entonces mezclé ambos y lo tuve claro: si me encanta la polémica y creo firmemente que la discusión es la mejor forma de aprender, por qué no estudiar la crispación y el enfrentamiento que se fomenta a diario desde los micrófonos de la Cadena COPE. Y ya que estamos, por qué no acercarme a una figura tan controvertida como Federico Jiménez Losantos, “talibán de sacristía” o “el más significativo exponente de la España verdadera” según el color y el carnet de quién le califique.

Y cuando ya empezaba a abrumarme por la cantidad de información recopilada y las dudas sobre el acierto de mi elección comenzaban a asaltarme, apareció Urdaci. Navegaba apaciblemente por la Red en uno de los descansos autoconcedidos a escondidas entre crónica y crónica en la redacción de Europa Press cuando mi asombro sólo pudo competir con mi indignación. “La COPE no es la cadena del odio. A mí no me gusta Federico, porque no da información, pero reconozco que como ‘opinador’ es un fuera de serie, un hombre con una dialéctica ágil, fuerte, irónica, corrosiva, y muy hábil. Nunca le he oído insultar. Los insultos son más bien propios de esa prensa que se rasga las vestiduras. El País insulta mucho más que la COPE, que no lo hace, y viene practicando un estilo faltón y macarra desde hace mucho tiempo”, respondía en una entrevista concedida al Diario Independiente Digital (01/02/2006) el único director de informativos de la televisión pública española condenado en firme por manipular la realidad. Nunca le he oído insultar, nunca le he oído insultar, nunca le he oído insultar, nunca le he oído insultar… Mis oídos retumbaban incrédulos.

“El Gobierno español sólo habla con terroristas, homosexuales y catalanes, a ver cuándo se decide a hablar con gente normal” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 13/06/2005), “España, cerrada a cal y canto contra los invasores; aunque si acaso entra alguno, sudamericano, que al menos están cristianizados, no como los moros y los negros” (lamentablemente no he conseguido situar su origen y momento), “La Universidad española se ha convertido en un gulag de burócratas desvergonzados que compensan su inanidad intelectual con la pública apología del delito, siempre que el delito sea de izquierdas” (Libertad Digital, 19/10/2005), “La Universidad se izquierdiza y, por tanto, se batasuniza. Extrema izquierda y nacionalismo reeditan su alianza de siempre contra España y la libertad” (Libertad Digital, 11/03/2003), “A partir de mañana podemos esperar todas las fechorías del Imperio Prosaico, altavoz de la trola y el embuste, cátedra de la difamación” (Libertad Digital, 10/12/2004), “El Grupo Prisa es incompatible con la democracia, tiene comportamientos de matón” (El Mundo, 08/12/2004), “(Juan José Millás) Como articulista político es una mezcla de sectarismo e incompetencia, propia de la casa” (El Mundo, 03/03/2004), “Me da igual que sea la Infanta Leonor dentro de 50 años si no va a quedar España para reinar porque se la están cargando. El Rey no para de ayudar a los que se la cargan. El futuro de la Monarquía está como el da la Nación, pero un poco peor (…) En mi opinión, sólo se podría salvar si el Rey abdicara y el Príncipe asumiera ese papel nacional, moderador, que evite los separatismos que el padre ha dejado de asumir” (El Mundo, 06/11/2005), “¿Es normal que a la hora de comer con alguien en Barcelona sólo coman con los chicos del PSC? ¿Qué pasa, que no hay intelectuales de derechas o es que les da asco a los príncipes de Asturias? Porque claro, siendo príncipes de Asturias, lo suyo es tratar con el mundo marginal, con el hampa” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 17/11/2005), “Lo que se denuncia es una dictadura de verdad, un terror cierto. Acaso mayor ahora, con Maragall y Bargalló, que con Franco” (Libertad Digital, 02/07/2005), “Estamos, pues, ante un golpe de Estado perpetrado desde el Gobierno de Madrid y desde el Gobierno y el Parlamento catalanes contra el Estado y contra la Nación española” (Libertad Digital, 01/10/2005), “El PP está rigurosamente solo en la lucha antiterrorista porque no hay más fuerzas políticas realmente nacionales ni partidos nacionalistas que de uno u otro modo no respalden y refuercen el desafío etarra” (La Ilustración Liberal, 17/12/2000), “La batasunización de Zapatero y su cuadrilla es un hecho (…) Lo están mejorando Montilla y Zeta Patasuna. En Madrid y en Barcelona, medios ultras y políticos de la dictadura linchan por turno a la COPE” (El Mundo, 01/11/2005), “Estoy convencido de que Zapatero, que está cometiendo un gran crimen contra la Nación y la Constitución, quiere eliminar testigos, y el más incómodo es nuestra radio” (El Semanal Digital, 06/11/2005), “No es una marioneta, es como un monstruo. Zapatero es como Chucky, el muñeco diabólico (…) De Zapatero alguien dijo que era tonto… no. Es más malo que la quina. Y no tiene una idea buena” (El Mundo, 06/11/2005), “Talante, no sé, y talento, quién sabe, pero sectarismo de la peor condición, guerracivilismo de baja estofa y cainismo hasta decir basta le sobran a Zapatero” (Libertad Digital, 12/10/2004), “Un intento de golpe de Estado civil de toda la izquierda (parlamentaria y antiparlamentaria) y todo el nacionalismo (pro terrorista o menos) contra el primer partido de España” (prólogo de su libro ‘El adiós de Aznar’, sobre la reacción de la oposición ante la guerra de Irak), “Ni en los peores tiempos del Antenicidio o del vídeo contra Pedro Jota los políticos socialistas han usado el poder de forma más abyectamente gangsteril, más abiertamente liberticida” (Libertad Digital, 03/11/2005), “No hemos tenido un Gobierno así de radical en España desde los años 30, casualmente también del PSOE. Lo que se está dando ahora es una especie de golpismo permanente contra los pocos medios que quedan, contra los países occidentales como EE.UU. y Reino Unido, y una alianza con toda la basura totalitaria que queda en el mundo, Chávez, Castro y Mohamed” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 14/12/2004), “Aquí la tragedia es el guerracivilismo renacido en la izquierda corrompida y antinacional y algunos politraidores como Piqué (…) Zapatero, además desprecia a España” (Libertad Digital, 30/11/2005), “Para todo liberticida, como lo son Zapatero, sus socios del club de Perpiñan y sus amigotes dictatoriales, no hay broma más intolerable que la Libertad” (Libertad Digital, 23/12/2005), “O quizá sólo sea la continuación de aquella política golpista que llevó a Zapatero al poder” (El Mundo, 01/12/2005), “A estos vanidosos, sectarios, cursis y maleducados prebostes del PSOE se les ha olvidado el recital antidemocrático y anticiudadano que les ha llevado al Poder (…) Se les ha olvidado su repugnante comportamiento delictivo y delictuoso, genuinamente golpista, el 13-M y el 14-M, (…) en un comportamiento entre nazi y del Ku-Klux-Klan” (Libertad Digital, 02/10/2004), “La historia del socialismo español desde Pablo Iglesias hasta el 13-M es la apoteosis del golpe de estado permanente” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 04/10/2005), “O me sueltas Zapatero, o digo que nosotros hicimos el 11-M y que tú lo sabías. Claro, cómo todo se basa en una inmensa manipulación, en una obstrucción sistemática de la justicia, estás en manos de los terroristas” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 03/02/2006, transcribiendo un supuesto chantaje del etarra Henry Parot al presidente del Gobierno), “(La compañía de Ben Laden) Es la misma que ahora ha utilizado la guerra de Irak para acabar con los gobiernos liberal-conservadores, es la misma que ha aprovechado, si no colaborado, con los asesinos de Madrid para acabar con el Gobierno del PP (…) Es Chomsky y es Kerry, es Ramonet y es Chirac, es Cebrián y Zapatero” (Libertad Digital, 12/09/2004), “(Montilla) Como te atrevas a cerrarnos las emisoras en Cataluña, prepárate. Los ríos de Babilonia, Montillín, van a ser un reguerito. ¿Pero qué te crees, que os podéis cargar España sin que os pase nada?” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 27/10/2005), “Zapatero, el liberticida, te hemos tomado la matrícula. No te extrañes de lo que te pase” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 02/12/2005)… ¿Seguimos?

Homosexuales, inmigrantes, universitarios, otros medios de comunicación y periodistas (comparar a Jiménez Losantos con el maestro Millás sería simplemente un insulto al buen periodismo), dirigentes políticos democráticamente elegidos y, por extensión, sus millones de votantes…, incluso la Monarquía. Nadie se salva de los improperios y las descalificaciones sin sentido de Don Federico, que se permite además los alarmantes lujos de imputar a diversos dirigentes políticos y líderes de izquierdas la colaboración con los terroristas del 11-M y de amenazar públicamente al presidente del Gobierno español. Una de dos: o Alfredo Urdaci jamás le ha escuchado/leído, o la huelga general y Comisiones Obreras no son los únicos que escapan a su atención.
A lo largo de este trabajo intentaré desarrollar la realidad de la Cadena de Ondas Populares Españolas, más conocida como la cadena de los obispos por la mayoría accionarial de la Conferencia Episcopal, durante estos últimos meses. Concretamente, me centraré en su batalla en torno a libertad de expresión, supuestamente amenazada, y en el (in)cumplimiento de su propio ideario por parte de su comunicador estrella. Aviso para navegantes: no soy un objeto frío y objetivo, más bien un sujeto pasional y subjetivo, por lo que no esperen un análisis superficial y ambiguo y sí una interpretación personal y profunda. Eso sí, prometo la máxima honestidad. Vamos a ello. Libertad de expresión, idearios y otras marionetas.

——————————————————————————————-

Federico Jiménez Losantos, héroe o villano

Federico Jiménez Losantos (que tiene guasa el apellido) nace en Orihuela del Tremedal, Teruel, el 15 de septiembre de 1951. Controvertido como pocos, las contradicciones marcan de forma hilarante su figura: alumno de José Antonio Labordeta en el Colegio ‘San Pablo’ de Teruel, candidato al Parlamento de Cataluña por el Partido Socialista Andaluz en las elecciones autonómicas de 1980, maoísta militante de Bandera Roja y el PSUC que colaboró durante el franquismo en revistas de extrema izquierda (según sus propias palabras, recogidas por El Periódico de Catalunya el 30 de octubre de 2005 en ‘La mala fe del converso’ –anexo documental número 2-, “haciendo el imbécil en contra del Régimen”, pues de niño “era muy feliz con el fascismo”), etc.

Estudia los Comunes de Filosofía y Letras en Zaragoza y la especialidad de Filología Española en la Universidad de Barcelona. Se licencia con sobresaliente por unanimidad con una Tesis sobre las acotaciones a los ‘Esperpentos’, de Valle Inclán (curioso lo de los esperpentos, ¿no?). Su salida de Barcelona hacia Madrid se produce a raíz de la publicación en enero de 1981 del famoso ‘Manifiesto de los 2.300’ por la igualdad de los derechos lingüísticos en Cataluña, cuya firma provocó que sufriese un lamentable atentado terrorista en mayo de 1981 reivindicado por el Grupo Terra Lliure.
Aún en Cataluña, en 1979 y gracias a la publicación (con la ayuda de Juan Luis Cebrián y Javier Pradera) de su primer libro bajo el título ‘Lo que queda de España’, El País habla, bajo la firma de Francisco Umbral, de “el nacimiento de un gran escritor español” (contradicciones que tiene la vida, qué quieren). Entre su producción literaria cabe destacar también sus críticas al ex presidente de la II República, Manuel Azaña, con ‘La dictadura silenciosa’ (1993) y ‘La última salida de Manuel Azaña’ (1994), y, sobre todo, a su diana preferida hasta la llegada de Zapatero y Carod-Rovira, Felipe González, bajo el ilustrativo título de ‘Contra el felipismo. Crónica de una década’ (1993). Más tarde llegarían ‘Los Nuestros’ (1999), ‘Con Aznar y contra Aznar’ (2002), ‘El adiós de Aznar’ (2004) y ‘Federico responde’ (2006).

A pesar de no estar licenciado en Ciencias de la Información, desde 1984 se dedica profesionalmente al periodismo. Ha sido columnista y jefe de Opinión de Diario 16, comentarista de cultura y política en Cambio 16, columnista en ABC y colaborador de Luis del Olmo en ‘Protagonistas’ y de José Luis Balbín en ‘Hora Cero’. En televisión, dirigió en Antena 3 ‘La Historia de los Judíos españoles’ y fue comentarista político del noticiario de Luis Herrero, pasando más tarde a la sección ‘Fuego Cruzado’, de Informativos Tele 5.
En cuanto a la cadena COPE, fue comentarista político en ‘El Primero de la Mañana’ y en ‘La Mañana’ de Antonio Herrero hasta la muerte del periodista, momento en el cual le sustituyó en la dirección y presentación de este último programa. El pasado julio consiguió además colocar a dos hombres de su total confianza, César Vidal e Ignacio Villa, al frente de ‘La Linterna’ y la dirección de informativos, respectivamente. Actualmente, es el hombre fuerte y el principal referente intelectual de la cadena.

Además, dirige la revista La Ilustración Liberal y es editor de la página de opinión en Internet Libertad Digital. También colabora como columnista en el diario El Mundo y la revista Época.

¿Pero, datos biográficos aparte, quién es Federico Jiménez Losantos y cuál es su influencia en la opinión pública española desde la cadena COPE? “Figura controvertida, sus partidarios alaban el carácter, definido como histriónico e irreverente, con que critica a numerosos personajes públicos y en especial a políticos de izquierdas y nacionalistas. Sus detractores denuncian lo que consideran el uso continuado de injurias y el tono fanático con el que descalifica a todos aquellos a los que no considera afines (…), le alinean con las corrientes ideológicas más extremas del Partido Popular y movimientos católicos, tachándole de ultraderechista y acusándole de radicalizar a la derecha conservadora. Tanto a él como a sus colaboradores habituales se les achaca un afán de revisionismo histórico sobre la historia de la Segunda República Española y la Guerra Civil Española”, puede leerse en la enciclopedia on-line Wikipedia. “Mordaz y demagógico en sus escritos y proclamas de radio (…) hoy sus dianas son el presidente Zapatero, la Catalunya donde vivió y la izquierda en la que militó”, concluye el artículo de El Periódico.

Valoraciones siempre parciales aparte, el comienzo de una crónica del portal Periodista Digital el pasado 30 de octubre de 2005 era muy elocuente: “Se le odie o se le venere, es Federico y lo mismo pasa ya con César Vidal, Cristina López Schlichting o Ignacio Villa. La COPE es el fenómeno mediático de la temporada, marca la agenda de muchos políticos, tiene a la SER y a El País estupefactos y ha logrado que en el PSOE la aborrezcan y en el PP la teman. Y que casi todos le escuchen”.
Y anda que al señor Losantos no le gusta estar en la cresta de ola, en el ojo del huracán. ‘Federico a las 6’, ‘Federico a las 7’… Ya llegarán la tertulia, las entrevistas, la agenda económica, el deporte, el Grupo Risa, la cultura, incluso la crónica rosa en ‘La Mañana’. “Cuando acepté dirigir un programa de radio, ya sabía que, enfrentándome a quien me enfrento –los terroristas, los separatistas y Polanco-, corría peligro, el mismo que Pedro J. y otros. Pero que te maten por España y la libertad es una forma honrosísima de morir. Digo lo que Pedro J.: me tendrán que matar si me quieren callar”, proclamaba en una entrevista concedida al diario El Mundo el 6 de noviembre del año pasado (anexo documental número 3).
Su discurso aterrador y catastrofista, puesto en duda por muy pocos, quedó patente en esa entrevista: “La estrategia liberticida en España pasa por liquidar a la COPE, sea asesinando a los comunicadores, sea liquidándoles civilmente, sea chantajeando a las empresa hasta que cierre”, “Es la típica táctica nacionalsocialista. Lo típico de los gobiernos totalitarios es acusar a los que quieren reprimir de lo que ellos hacen. Entiendo que es una amenaza a la COPE, a la que quieren destruir”, “El Gobierno mata dos pájaros de un tiro. Pretende liquidar a la COPE y es una incitación a los terroristas, para ver si nos matan a algunos. Cuando se quiere perpetrar un crimen como liquidar el régimen constitucional español, cargarse a los testigos incómodos es fundamental”…
“Había una vez en una corte un bufón contrahecho, cojuelo y liliputiense, de corazón maligno, llamado Federico el copero. Este bufón protervo entretenía tanto a la nobleza como a la plebe, con sus cuentos y payasadas, con sus relatos sangrientos y catastrofistas y sus admoniciones espantosas. Unos se divertían y apoyaban su estilo tremebundo y otros abominaban de él, produciéndoles una desazón urticante. El caso es que era famoso y andaba de boca en boca”. Lo siento, pero no he podido resistirme a citar el comienzo del cuento, altamente recomendable, publicado por el periódico digital progresista elplural.com bajo el título ‘El zapatero, el bufón y el clérigo’ (07/12/2005, anexo documental número 4).

Federico ha conseguido incluso atraer la atención de la inigualable pluma de Don Joaquín Martínez Sabina: “Ese profeta / de guerras probeta / no se merece / lo poco que crece / puntito y coma. / Los catalanes / no son talibanes / ni Zapatero / el bombero torero, / ni esto es Sodoma”, concluía su poema ‘Por todos Losantos’ (‘Esta boca es mía’, Interviú, octubre de 2005. Anexo documental número 5)

Puede que sea “uno de los más brillantes e influyentes comentaristas políticos en prensa, radio y televisión”. O quizás un “radiopredicador ultra” (calificativos ambos que le otorgan en foros de internautas). Pero lo que nadie puede cuestionar es que Federico Jiménez Losantos, héroe o villano, seguirá protagonizando ríos de tinta incendiaria, cortes de audio apasionados y litros de saliva controvertida. El que para muchos es el periodista más influyente y decisivo del momento, no deja indiferente a nadie. ¿Única voz libre o propagandista profesional? ¿Patriota ejemplar o fascista irracional? ¿Dios ultraliberal o demonio reaccionario? Que cada cual se posicione.

Libertad de expresión, idearios y otras marionetas

“Un órgano de información y opinión con este carácter, necesita, por su propia naturaleza, un ideario inspirador, tanto de su normativa empresarial interna, como del comportamiento profesional de todos sus equipos”, puede leerse en la Sección A, Apartado I del Ideario de la Cadena de Ondas Populares Españolas, publicado en su propia página web y aprobado por el Pleno de la Conferencia Episcopal en su reunión del día 26 de abril de 1991 (anexo documental número 1). Y continúa: “Una línea editorial de la Cadena, inspirada en su Ideario y en consonancia con él (…) Las personas que son llamadas a cualquier responsabilidad de COPE, tienen el derecho y el deber de conocer previamente el Ideario y los componentes esenciales de su línea editorial. La aceptación de un cargo de índole redaccional implica también la asunción por el interesado de los compromisos morales y profesionales exigidos por el Ideario. El menosprecio, la hostilidad, la incongruencia profesional y el silencio sistemático o reiterado sobre los mismos, cuestionarían, en principio, su permanencia en el servicio, a salvo siempre su persona de cualquier arbitrariedad no contrastada” (Sección B, Apartado III. Nota: Carlos Díaz era tertuliano habitual de ‘La Tarde’ hasta que se le ocurrió decir que “Losantos es un prócer de la maledicencia y la réplica de esta mañana ha sido brutal y a más de uno nos ha hecho vomitar”. Días después engrosaba la lista de analistas políticos en paro como reconoció la propia Schlichting porque “le he pedido que se vaya porque no podía más”, pese a que poco antes la propia presentadora dijo “¿Irse? ¿De dónde sacáis esa idea? Claro que va a continuar”). “Los programas de la Cadena y de sus emisoras estarán siempre en consonancia con la línea editorial y ésta con el Ideario”, reafirma más adelante.

Pues bien, para empezar y teniendo en cuenta las sentencias ya citadas de Federico Jiménez Losantos, muchas de ellas en los micrófonos de ‘La Mañana’, analicemos los dos fragmentos más generales del obligatorio y omnipresente Ideario. “Laborará incansablemente por la paz, por la justicia y por la libertad; propiciará siempre el talante conciliador, la convivencia y el diálogo. Sacará a la luz pública los fallos y las quiebras de la sociedad, denunciará las injusticias, pero sin sembrar odios ni esparcir gérmenes de división. Respetará las leyes y a las autoridades democráticas, con espíritu de colaboración al bien común” (Sección B, Apartado IV). ¿Talante conciliador? ¿Diálogo? ¿Sin sembrar odios ni esparcir gérmenes de división? ¿Respetará las leyes y a las autoridades democráticas (sí, las que colaboraron en el 11-M para dar un golpe de Estado, las que desarrollan una dictadura en Cataluña, las que reciben insultos y amenazas varias por parte del susodicho Losantos…)? Oye, si lo dice el Ideario…

“En la expresión de opiniones propias y ajenas, la COPE observará como regla de estilo el respeto a las personas y el diálogo civilizado, rehuyendo el apasionamiento unilateral y la crítica sistemática” (Sección B, Apartado II). No hay nada que añadir.

Alberto Piñero, periodista del periódico valenciano Las Provincias, escribía el pasado 15 de septiembre un artículo de opinión (anexo documental número 6) en el que, con una postura conciliadora y entre múltiples (desde mi punto de vista, exagerados) elogios a Federico como defensor de la independencia periodística y descubridor de las manipulaciones políticas, pide a la Conferencia Episcopal, principal titular de la COPE, que se posicione: “Me agradaría conocer, dentro del Plan Estratégico de la cadena, cuál es la misión que esta tiene señalada, y cuáles son sus objetivos estratégicos fundamentales. Si la misión y los objetivos estratégicos pretenden que se logre un posicionamiento de máxima audiencia, y que la cadena se autofinancie, y no hay más, la COPE está en el buen camino. Pero si por encima de estas anteriores metas hay otras de mayor calado, por ejemplo, de colaborar en llevar el evangelio a la vida, nos tememos que nuestra querida cadena anda, al menos en alguna pequeña medida, por caminos equivocados”. “Federico Jiménez Losantos se distingue por su agresividad en las formas, lo que cuando los ambientes se crispan, como es el caso en España actualmente, genera legiones de simpatizantes incondicionales, aunque también de adversarios irreconciliables. Esta agresividad crispante llega a veces a las cercanías del insulto (¿cercanías?) (…), una agresividad que muchos entendemos está de más en la COPE, y al servicio de unos dogmas y un evangelio cuya denominación de origen no me parece que tenga mucho que ver con la de Belén”, continúa, para concluir con un ruego: “Y a los responsables de la cadena: les ruego que revisen, por favor, su Plan Estratégico, su misión, y contraten a periodistas brillantes y valientes, cuyo evangelio sea reconocible por los católicos”.

Libertad de expresión, ¿derecho amenazado o coartada para todo?

El escritor José Luis González ponía ya el dedo en la llaga a través de su blog el pasado 14 de noviembre: “La Conferencia Episcopal tiene un problema serio, prescindir de Losantos serviría para crear un mártir que enarbolaría la libertad de expresión”. Pues bien, no sólo no ha hecho falta prescindir de él, sino que además la cadena COPE se ha sumado a sus denuncias de persecución. ¿Con razón? A veces sí, a veces no, como siempre.

“Ante la persecución política y mediática que está sufriendo la Cadena COPE…”, comienza un comunicado oficial colgado en su página web desde hace varios meses (anexo documental número 7). Algunas de sus denuncias y enunciados son: “Se está utilizando la calumnia y el chantaje para suprimir una voz crítica que se opone a determinados proyectos legislativos y decisiones de gobierno, dentro de lo que es la dinámica habitual de una democracia”, “La Cadena COPE manifiesta un respaldo total a sus comunicadores y profesionales”, “Renovamos nuestro compromiso (¿renovamos? ¿compromiso?) con los valores del humanismo cristiano en el Ideario de la Cadena COPE (…) Estos valores constituyen la columna vertebral de nuestra identidad como medio de comunicación”, “Queremos decir a la opinión pública española y a nuestros oyentes que la Cadena COPE seguirá ejerciendo sin desaliento el derecho a la libertad de expresión consagrado en nuestra Constitución y defendiendo el derecho de nuestra audiencia a seguir escuchándonos”, “No nos van a callar, ni vamos a callar”.

¿En qué consiste la persecución política y mediática está sufriendo la COPE? ¿Cuál es la campaña contra la libertad de expresión que padecen? Prensa, radio e Internet han servido para que políticos, periodistas y asociaciones libre su batalla en torno a la libertad de expresión ‘amenazada’, con los decibelios de la disputa subiendo por momentos. Vamos por partes.

-26 de octubre: El ministro de Industria José Montilla acusa a la COPE de lanzar “mensajes que incitan al odio, la división y la confrontación y que sólo hacen sembrar cizaña e ir contra los valores que en teoría defienden los titulares de esa cadena” y a “algunos entusiastas líderes de opinión” de “levantar banderas y cavar trincheras”. Las respuestas de la presentadora de ‘La tarde’, Cristina López Schlichting (“Sus palabras son hipócritas y antidemocráticas. Cada oyente de la COPE ha sido agraviado por el ministro”), y del director de informativos, Ignacio Villa (“Los del talante no entienden ni de libertad ni de diversidad”), no se han hecho esperar. Además, la web hazteoir.org inicia una campaña para pedir a Zapatero la destitución de Montilla y de su jefe de prensa.

-27 de octubre: Una supuesta amenaza de bomba obliga a evacuar el personal de la sede de la cadena en Madrid y la emisión de ‘La Mañana’ se detiene durante siete minutos. Jiménez Losantos permanece en el estudio mientras las fuerzas de seguridad lo revisan y, al reanudarse su programa, relaciona la amenaza con las palabras de Montilla el día anterior. El presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España, Fernando González Urbaneja, no tarda en criticar esas palabras: “Cuando se es regulador, hay que ser muy prudente y muy templado, y yo creo que él no ha sido ni prudente ni templado (…) Son unas palabras no afortunadas, que además consiguen el efecto contrario a lo que pretenden; es decir, que en vez de producir más distensión, y de hacer apelaciones a la tolerancia, a la concordia, y a la templanza, es subir la temperatura”.

-28 de octubre: El presidente del Consejo Audiovisual de Cataluña, Josep Carbonell, anuncia que hay abierto un expediente para comprobar si la emisora vulnera los límites del artículo 20 de la Constitución y el diputado del PSC Joan Ferran le pregunta si el CAC tiene potestad para actuar contra “los predicadores políticos y halcones” de la COPE. El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, exige que se retire el expediente.

-30 de octubre: El Periódico de Catalunya se suma a la polémica con tres perfiles muy críticos de Jiménez Losantos, César Vidal (‘La Linterna’) e Ignacio Villa, llamando al boicot publicitario contra la cadena y al desprecio activo contra la Iglesia Católica y acusando a la COPE de ser una inquisición mediática. Por el contrario, Pedro J. Ramírez considera “inadmisible e inaceptable” que Montilla haga declaraciones con “tinte intimidatorio” contra la cadena y que “alguien con competencias sobre el funcionamiento de los medios de comunicación y facultades administrativas exprese esos juicios de valor, porque denota que no va a ser un árbitro imparcial y que actuará movido por un perjuicio al tomar decisiones sobre esa cadena”.
– 31 de octubre: La COPE desvela que desde la Generalitat se han enviado también e-mails a empresas catalanas invitándolas al boicot comercial de la emisora. La Confederación Católica Nacional de Padres de Alumnos (Concapa) emite un comunicado para “hacer pública su más enérgica repulsa hacia todos aquellos que atacan a la COPE, medio informativo que destaca por su veracidad y profesionalidad, muy apreciado por una gran mayoría de nuestros representados y de muchos españoles”, con el que pretende “que todos los amantes de la libertad hagan patente su disgusto hacia un presidente partidista que atenta contra libertades fundamentales irrenunciables (…) y desprecia la libertad, el consenso y el diálogo”.
– 1 de noviembre: El ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, dice como católico practicante que la emisora episcopal “produce una urticaria tremenda en Cataluña” y que “los cardenales yerran gravemente” en sus contenidos “desde el punto de vista del respeto a la verdad, a la concordia ciudadana, incluso desde el punto de vista de su filiación católica”. Por el contrario, el eurodiputado del PP, Jaime Mayor Oreja, anima a la emisora “a que sigan manteniendo con el mismo valor las convicciones que están defendiendo” a favor de la Constitución y la unidad de España porque “en esta situación, si algún partido, en este caso el PP, mantiene sus convicciones y si hay medios como la COPE que mantienen sus convicciones pese a las amenazas repugnantes que están recibiendo, unos pocos pueden dar la vuelta a la situación con la tenacidad, la paciencia y la perseverancia necesarias”. Federico Jiménez Losantos considera la campaña contra la COPE “en su estilo y contenidos, en su forma y en su fondo, digna del terrorismo etarra en su rama propagandista, que no por dejar a otros el trámite técnico de apretar el gatillo deja de ser terrorista”.
– 2 de noviembre: Mientras el Partido Popular pide la comparecencia en el Congreso de Montilla por su supuesta campaña de acoso a la COPE, su presidente, Mariano Rajoy, se manifiesta partidario y compañero de la “su causa” y denuncia que “no he visto nunca una campaña como ésta. El tomar medidas, amenazar o coaccionar a un medio de comunicación o un partido político es una injusticia y demuestra una baja calidad democrática”. Quien sí comparece en el Congreso, concretamente en el debate sobre la admisión a trámite del Estatut, es el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quien defiende que “la Iglesia no puede permitirse ni un día más que desde alguno de sus medios de comunicación y alguno de sus profesionales se siembre a diario el insulto, el odio y la confrontación. Es el momento de decir basta ya”. El portavoz de ERC, Joan Puigcercós, secunda sus denuncias contra “los radiopredicadores y la prensa derechista madrileña que está al servicio del PP y fomenta el odio contra Cataluña”. Julio Ariza, presidente del Grupo Intereconomía, manifiesta su apoyo a la emisora: “Si van a por la COPE, a Intereconomía la encontrarán a su lado. Si quieren cerrar la COPE, al día siguiente tendrán que cerrar Intereconomía”.
– 5 de noviembre: El presidente del PP catalán, Josep Piqué, recuerda que “la libertad de expresión debe ser defendida como un derecho sagrado”, mientras que su compañero Zaplana pide “censurar con la mayor dureza posible una campaña contra la libertad de expresión” y comunica a la COPE que “pueden contar con nosotros para lo que necesiten”, pues “aplaudimos lo que se hace desde emisoras libres” (y afines, porque lo que es la SER…).
– 6 de noviembre: El propio Federico Jiménez Losantos explica su versión de los hechos, según la cual “la estrategia liberticida en España pasa por liquidar a la COPE, sea asesinando a los comunicadores, sea liquidándoles civilmente, sea chantajeando a las empresa hasta que cierre”.
– 7 de noviembre: Ignacio Villa, invitado en el programa de Televisión Española ’59 segundos’, denuncia que “se está viviendo una dictadura mediática” y que su cadena sólo pretende conservar su libertad. Enric Sopena le responde “como puedes decir que hay dictadura de medios si estás hablando en una televisión pública”.
– 8 de noviembre: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, juzga como “incalificable y propio de dictaduras que se pretenda ahogar la voz o impedir que los discrepantes puedan expresarse”. “Cuanto más alejado esté un adversario político, más necesario es que le dejemos expresarse. Eso es la libertad de expresión”, concluye (claro, como en su reparto de licencias de televisión todas a grupos afines política y económicamente). La Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España critica la “auténtica campaña de desprestigio” y el “intento de acallar la voz de la cadena en Cataluña” no renovando sus licencias, con lo que “quedaría dañado el pluralismo ideológico en España y nuestra calidad democrática quedaría bajo mínimos” tras un “ataque sin precedentes a la libertad de expresión”. A su vez, la Asociación Profesional Española de Informadores de Prensa, Radio y Televisión (de la que Jiménez Losantos es uno de sus fundadores) calificó las declaraciones de Montilla de “tropelía sin precedentes” que constituye “un hecho insólito en un país que pretende ser democrático”.
– 11 de noviembre: Iñaki Gabilondo, actual presentador de informativos en Cuatro y antiguo rival de Losantos, manifiesta que “si a la Iglesia no le gustara lo que sale por su emisora, no saldría”, por lo que “no puedo concebir que sean las emisoras de la Iglesia las que siembren la discordia y la tensión en España”.
– 12 de noviembre: Montilla vuelve a la carga y afirma que “son los señores Rouco y Cañizares quienes tendrán que explicar a todos los católicos y todos los ciudadanos por qué la COPE miente, insulta, incita al odio y manipula. Y sobre todo, por qué lo hace con absoluta impunidad y atacando a todo el mundo, hasta al propio Jefe de Estado”. El ministro anuncia que no dimitirá “porque algunos personajes amorales, como Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos, servidores de la derecha más extrema, utilicen sus medios de comunicación para mentir y atacar la libertad de expresión”, algo que hacen “de forma absolutamente grosera, manipulando la información, insultando y mintiendo”. “Lo hacen con el peor estilo, haciendo de la información, calumnia; de la crítica política, difamación, y de la explicación informativa, manipulación”, pues “en su arrogancia y egolatría se creen los estrategas de esta derecha”, concluye.
– 13 de noviembre: El secretario general del PP, Ángel Acebes, reprueba que el Gobierno esté “amenazando, insultando y coaccionando” a Jiménez Losantos o Pedro J. Ramírez y que el PSOE haya “sobrepasado todos los límites de confrontación con la sociedad y ahora vivimos una agresión a la libertad de expresión absolutamente intolerable”. Por todo esto, Montilla “tenía que haber dimitido o haber sido cesado”.
– 14 de noviembre: Algunos medios denuncian el envío de correos electrónicos a medios y periodistas afines desde la sede del PSOE en Ferraz con cortes de ‘La mañana’ y material para atacar a Jiménez Losantos. El portavoz del PSC pide a la emisora que “no utilice el nombre de Dios en vano para meter cizaña en la convivencia entre los pueblos de España”.
– 16 de noviembre: El director general de la cadena COPE, Jenaro González, considera que sus “adversarios políticos” están consiguiendo “exactamente lo contrario a lo que se proponen, pues están focalizando a COPE, generando valor de marca y reconocimiento. No están aumentando la audiencia y la facturación”. En el mismo acto, el asesor de contenidos de la cadena Manuel Bru denuncia que “estamos hablando de un mal que se dirige contra la COPE, pero no exclusivamente contra ella, sino que es reflejo de un mal contra la libertad de expresión”.
– 29 de noviembre: Luis Hererro, eurodiputado del PP y periodista, presenta ante el Parlamento Europeo el ‘Manifiesto COPE’, una solicitud (firmada también por Pedro J. Ramírez y Alfonso Ussía, entre otros) para que investigue la operación política contra la cadena y su libertad de expresión, pues “la decisión de cercenar la libertad de expresión y la libertad ideológica de la COPE se antoja inminente”. Por su parte, el diputado del PP Santiago Rodríguez manifiesta que “nosotros apostamos claramente por el CAC, pues es preferible que quien juzgue este tipo de cosas no sea el Govern, sino un órgano en teoría independiente como es el CAC, compuesto por todos los grupos parlamentarios con representación, y que no le quita ninguna competencia a los tribunales”.
– 30 de noviembre: cinco militantes de las Juventudes de ERC se encadenan, con una pancarta que reza “Paremos la cadena del odio”, a la sede de la cadena COPE en Madrid en una “acción pacífica pero contundente de desobediencia civil para denunciar el encadenamiento de la COPE con la intolerancia, el neofascismo, la xenofobia, el racismo y el odio a la diversidad cultural y lingüística”. Les acompañan los diputados del partido Joan Puig y Joan Tardá. En Bruselas, Herrero pide a sus colegas europeos que firmen la petición presentada a través de un e-mail titulado ‘Amenaza a la libertad de expresión’, mientras el eurodiputado por CiU Ignasi Guardans rápidamente solicita que no se metan “en esta manipulación, este juego asqueroso” y que no pongan su firma en el documento. “Esto no trata de libertad de expresión, algo por lo que España y sus periodistas lucharon durante muchos años, sino sobre defender el discurso del odio de un periodista de extrema derecha” cuya “postura anticatalana, antisocialista, antihomosexuales y anti una larga, larga lista de ideas y personas, llevada a cabo durante años, ha alcanzado ahora un nivel impensable de odio e insulto”.
– 1 de diciembre: Una columna de opinión sin firma publicada en La Razón se titula “Diputados de ERC arrastran la dignidad parlamentaria entre cadenas de intolerancia contra la libertad de expresión” y califica los hechos de “expresión totalitaria de quien, con ánimo inquisitorial y represor, no soporta la pluralidad, la discrepancia o la crítica”. Dos menores, portando una lata de gasolina, son detenidos por hacer pintadas en las sedes de la COPE y El País en Barcelona con los lemas “TLL volverá” y “Fuera españoles”.
– 2 de diciembre: Puigcercós felicita a las juventudes de su partido por su acción (el encadenamiento) “digna, pacífica y valiente” y exclama “a lo hecho, pecho, y no nos vamos a arrugar”. El portavoz parlamentario del PNV, Josu Erkoreka, defiende que “tienen derecho a expresar su desacuerdo con la línea informativa de la emisora, pues tan legítima es la libertad de expresión de la COPE como la de las Juventudes de ERC”. Por otra parte, Jiménez Losantos vincula las pintadas también a las JERC y éstos estudian tomar medidas legales contra él.
– 19 de diciembre: El Parlament aprueba, con el único voto en contra del PP, la nueva Ley Audiovisual de Cataluña, que concede al Consejo Audiovisual de Cataluña la potestad de imponer sanciones económicas o suspender durante tres meses la actividad de los medios que no den información veraz, no distingan entre opinión e información, no respeten la dignidad, inciten al odio por motivos de raza, religión, sexo… Carbonell matiza que “la Ley Audiovisual se aplicará sin perjuicio de lo que los operadores acudan a los tribunales”. Una columna de ABC titulada ‘Ley mordaza en Cataluña’ la considera “uno de los varapalos más serios al artículo 20 de la Constitución”.
– 21 de diciembre: Jiménez Losantos critica ante los micrófonos de ‘La Mañana’ que “la inquisición audiovisual de la dictadura nacionalista catalana es parte del proyecto de una policía política cuyo único objetivo es acabar con las emisiones de la COPE”
– 22 de diciembre: El CAC acusa a la COPE de violar los límites del artículo 20 constitucional con su “insulto y vejación pública” continuos, “lo cual supone un incumplimiento grave del régimen concesionario”.
– 26 de diciembre: El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, afirma que “todo el mundo sabe a estas alturas que la libertad de expresión no ampara un supuesto e inexistente derecha a insultar o violentar la dignidad de los demás”.
– 6 de enero: El Instituto Internacional de Prensa, la Asociación Mundial de Periódicos y el Comité Mundial de Libertad de Prensa piden a Maragall y al Parlamento de Cataluña que “restrinjan las facultades sancionadoras del CAC”, pues suponen “un retorno a épocas pasadas de censura y represión sin parangón en las democracias modernas de Europa occidental”.
– 24 de enero: Reporteros sin Fronteras denuncia en la Eurocámara el “atentado a la libertad de expresión” del CAC y se muestra “preocupado y sorprendido de que una medida tan restrictiva pueda ser votada en un país europeo”.

“Durante los últimos dos meses la batalla ha sido férrea y como os contábamos hace unos días, las críticas de Montilla sólo han servido para hacer más fuerte a Federico Jiménez Losantos y para consolidar su audiencia, cada vez más radical y cercana a la derecha más dura (…) Probablemente Losantos no gana la guerra dialéctica que tiene con los socialistas, pero ganará la de las audiencias, y eso al fin y al cabo, es el objetivo de un comunicador en una radio comercial. Otra cosa: los Obispos ya sacan cuentas alegres, la publicidad sabe donde están los oyentes y los contratos probablemente sean renovados al alza”, pudo leerse el pasado 1 de diciembre en la web PRNoticias. “Que la cadena COPE es objetivo preferente del Tripartito catalán y sus emanaciones es de sobra conocido. Desde que hace cosa de un mes el ministro de Industria, José Montilla, pusiese en marcha el ventilador, cada día depara una nueva sorpresa. Relatar la panoplia de maniobras y descalificaciones contra la emisora de la Conferencia Episcopal resultaría casi un memorial de agravios”, publicó el mismo día elsemanaldigital.com. Vista la disparidad de opiniones y la multitud de valoraciones pasemos a citar los artículos de opinión publicados en diversos medios y referidos a estos temas.
• Los ataques de Montilla: Elsemanaldigital.com titula el 14 de noviembre ‘El PSOE carga contra la COPE y contra la libertad de prensa’ (anexo documental número 8). En el artículo denuncia que “Montilla ha emprendido una cruzada personal y de partido, desde sus cargos oficiales, contra los medios de comunicación que le desagradan” y “como muchos millones de españoles, creemos que Montilla, Zapatero y el PSOE no tienen derecho a amenazar a quienes le desagradan, ni a coaccionarlos con sus declaraciones o con posibles actos administrativos, como la concesión o retirada de licencias”. “Lo que hoy se quiere negar a la COPE se nos puede negar mañana a todos los medios de comunicación si no reaccionamos solidariamente”, concluye.
“El ministro de Industria y primer secretario del Partido Socialista de Cataluña, José Montilla, ha hecho méritos suficientes para que todos los periodistas, si pusieran la libertad de expresión por delante de sus filias y fobias políticas, salieran a la calle a exigir su destitución inmediata”, comienza Luis Oz (pseudónimo del periodista Felipe Sahagún) su artículo titulado ‘Montilla contra la COPE’ (El Mundo, 30/10/2005). “No encontraremos en Europa ninguna cadena que haga el papel que hace aquí la COPE, dijo Montilla. Tiene razón. Tampoco encontraremos unos medios tan sumisos a los nacionalistas y al PSOE como los que encontramos en España ni un intento tan descabellado de liquidar un sistema constitucional”, lo concluye.
• El encadenamiento de las Juventudes de ERC: las críticas a la acción de las JERC ha sido casi unánime. Varios periodistas de izquierdas lo hicieron rápidamente: “Aquí no compartimos ningún elemento de presión contra un medio de comunicación” (Carlos Llamas), “Los líderes de opinión están sometidos a la crítica porque ellos la ejercen. Estoy dispuesto a luchar para que Federico Jiménez Losantos siga diciendo lo que dice cada día” (Carlos Carnicero).
Además, el diario El Mundo, en su editorial “El Gobierno debe amparar la libertad frente a ETA y ERC” (01/12/2005, anexo documental número 9), denuncia que “el intento de coaccionar a la COPE revela la catadura moral y el carácter antisistema de ERC”, por lo que “Zapatero no puede seguir gobernando con el apoyo de una formación de estas características, cuya coacción a los medios de comunicación coincide con la que, por otros métodos pero con el mismo objetivo, ejerce ETA”.

Más duro e incendiario se manifiesta en su columna del mismo periódico y el mismo día el afectado Jiménez Losantos, bajo el título ‘La HB de ZP’ (anexo documental número 10). “Además de la Banda del Interior, nunca disuelta, Zapatero dispone de una banda de la porra, de una Batasuna tripartita, de una ETA catalana en estado de latencia activa, que anteayer se llamaba EPOCA (Ejército Popular Catalán), ayer Terra Lliure, hoy Esquerra Republicana y mañana, cuando vuelvan al terrorismo rojo (el blanco nunca lo han abandonado), cualquier cosa”, comienza, para continuar con las siguientes perlas: “Las camisas negras del fascio cuatribarrado, los escamots de ‘Roviretxe’, copiados de Mussolini antes de la Guerra Civil, ya no limitan sus agresiones al ámbito catalán”, “pero ni ERC ni estas bestias pardas ataviadas con camisas negras o monos amarillos, enmascarados como buenos terroristas, existirían en Barcelona, y mucho menos en Madrid, si Zapatero y Polanco no les dieran cobertura, justificación, amparo y ánimo para seguir atropellando los derechos de la media España que no se resigna a morir ni a que la maten”, “Zapatero es la garantía de impunidad de ERC, este partido instalado en el delito contra la libertad, la propiedad y la seguridad de las personas. Zapatero es el seguro de vida de toda esta banda. Zapatero es el gran padrino de estos asaltos típicamente nazis”, “quizá sea la refundación del Comando Madrid por Puigcercós, el Otegi de la banda Terra Lliure (…) O quizá sólo sea la continuación de aquella política golpista que llevó a Zapatero al poder”.

• El Consejo Audiovisual de Cataluña: comparado por algunos con el Tribunal de Orden Público franquista, gran parte de los sectores políticos y periodísticos de nuestro país se han mostrado contrarios a su capacidad sancionadora anterior a los tribunales de justicia. Ya el 8 de mayo de 1999, el diario El País critica la decisión del Govern de Pujol de quitar licencias a la COPE (‘Castigo en las ondas’, anexo documental número 11): “El Gobierno catalán ha decidido no renovar tres licencias radiofónicas a la COPE, un hecho insólito en la historia de la radio durante la democracia, que genera inseguridad y confusión en el sector y sienta un precedente extremadamente grave. Retirar una licencia significa de hecho cerrar una emisora. Aparte del daño objetivo a la empresa y a sus trabajadores, la decisión castiga sobre todo a los oyentes que elegían libremente esa programación en el dial”, se inicia. “No es la función de un concurso para la obtención de licencias de radio decidir quién miente y quién dice la verdad. Y es todavía menos la función de un Gobierno democrático. De ahí a la arbitrariedad hay un paso muy pequeño (…) No compartimos el modelo informativo y profesional por el que se rige la COPE, y con frecuencia hemos criticado su sectarismo. Pero la continuidad de sus emisoras, como la de otras empresas, no puede estar sometida al albur de un concurso que en cualquier caso tiene un alto grado de discrecionalidad”, continúa, para concluir con una frase tan lapidaria como perspicaz: “Sólo una corrección a tiempo puede evitar que sea el presagio sombrío de futuros imitadores”. Además, el 3 de octubre de 2005, semanas antes de que se iniciase toda la polémica con las declaraciones del ministro Montilla, el director general de la Cadena SER, Daniel Gavela, envía junto a otros tres periodistas una carta para que respete definitivamente la propiedad de las emisoras en FM de la COPE en Cataluña.
El ahora presidente del Consejo Audiovisual de Cataluña muestra en el Parlament de Cataluña once días una postura bien distinta a la que su cargo actual le otorga: “La calumnia y la difamación son un delito. Si alguien cree que dice mentiras debe ir a los tribunales (…) ¿Quién es un gobierno para decidir qué es mentira y qué es verdad? En ningún sitio consta que un gobierno tenga esas atribuciones. De pronto, el presidente de la Generalitat se convierte en un censor y, además, en un censor ejecutivo. Hoy es la COPE, mañana puede ser cualquier otra emisora que no guste”.

Los defensores del CAC se han limitado a sus propios consejeros y al periodista Enric Sopena. Éste último fue el primero en recordar que el Consejo Audiovisual existe en Cataluña desde el 2000 y que tiene un hermano gemelo en Navarra con el patrocinio de Unión del Pueblo Navarro (vinculado al PP), en un artículo que comienza “la ignorancia suele ser atrevida. Sólo así se explica la reacción de algunos dirigentes conservadores y de no pocos periodistas arremetiendo contra el CAC como si este organismo fuera un monstruo dispuesto a terminar con los días felices en los que aquí hay aún libertad de expresión” (‘Si Goebbels resucitará…’, elplural.com, 30/12/2005. Anexo documental número 12). “Estamos asistiendo a un episodio vergonzoso: la desfiguración deliberada de la realidad a raíz de la orden emanada desde Génova de ¡cierren filas! con la COPE. He escrito cierren filas, no que el CAC vaya a cerrar la COPE, según la leyenda que se repite con insistencia estos días. Si Goebbels resucitara y residiera en España sería feliz. Una mentira mil veces repetida se ha convertido para muchos periodistas en verdad. Incluso en dogma de fe”, termina Sopena.

A continuación, la consejera del CAC Victoria Camps recuerda que España era el único país que aún no tenía un Consejo y que “la intervención de un Consejo Audiovisual no anula la jurisdicción ordinaria que tiene la última palabra. Una sociedad madura debe dotarse de formas de mediar en los conflictos que no supongan optar siempre por judicializarlos derivando su solución a la vía penal” (‘Razones para un consejo audiovisual’, La Vanguardia, 12/01/2006. Anexo documental número 13). Y concluye “la libertad de expresión es un derecho de todos, no sólo de quienes tienen el poder de informar y opinar públicamente. La mayoría de los ciudadanos sólo puede ejercer tal libertad criticando a los medios que incumplen sus obligaciones. Los consejos audiovisuales existen para recoger tales críticas y garantizar la libertad de expresión de todos los ciudadanos”.
Su colega Joan Manuel Tresseras, también consejero del CAC, considera que “el CAC ejerce sus atribuciones al defender la libertad de expresión y reprobar los contenidos de la COPE” (‘Hablar de veracidad’, El Periódico de Catalunya, 30/01/2006. Anexo documental número 14). “Hemos oído hablar de voluntad de cerrar emisoras, de persecución, de censura. ¿Qué cierres, qué persecución, qué censura?”, se pregunta, para después afirmar que “la libertad de expresión es de y para todos. No sólo de algunos, investidos del privilegio de contar con medios audiovisuales multitudinarios para hacer lo que les plazca. Es la libertad de emitir y recibir informaciones y opiniones, dentro de un marco legal. Y este no incluye la difamación a las personas y la tergiversación sistemática de los hechos (…) Hay que contar con mecanismos que garanticen una defensa práctica, constante y transparente. Que evite los silencios y las inhibiciones ante el insulto, la difamación, la mentira, la instigación al odio o el afán discriminador. Que denuncie a los que sólo enarbolan la bandera de la libertad para mantener una situación de impunidad”.

Medios de izquierdas no están de acuerdo para nada con estas informaciones. El editorial de El País ‘Un camino peligroso’, publicado el 22 de diciembre de 2005 (anexo documental número 15), empieza criticando a la COPE (“Los espacios radiofónicos de la COPE han suscitado un dictamen adverso del Consejo Audiovisual de Cataluña son un muestrario, ni siquiera exhaustivo, de lo que nunca debe hacer un medio de comunicación: mentir, denigrar, atizar el odio entre los ciudadanos. Nada de esto está protegido por el artículo 20 de la Constitución Española, que consagra el derecho fundamental a la libertad de expresión”), pero muestra su postura contraria al CAC: “El prolijo dictamen del CAC incluye un amplio catálogo de excesos, pero no creemos que un órgano de estas características, emanado del Parlamento, por independiente que se proclame, pueda ser árbitro que juzgue y sancione a los medios en materia de información. Siempre hemos sostenido que los periodistas estamos sometidos a la ley, que la libertad de expresión no ampara todo, pero el control de legalidad deben realizarlo los tribunales. El camino emprendido por el Parlamento catalán al dotar de tan amplias capacidades al CAC es extremadamente preocupante y peligroso”.

En un sentido similar se manifiesta El Periódico de Catalunya en su editorial del mismo día al defender que “las injurias y las calumnias es mejor abordarlas desde la justicia que desde instancias influibles por la política” (‘Límites de la COPE’, anexo documental número 16). “Es evidente que muchas afirmaciones públicas de Jiménez Losantos atentan a la convivencia sin que desgraciadamente actúe de oficio –como debiera- la justicia. No es tan evidente, en cambio, que sea un órgano de designación parlamentaria, influible por la política, quien deba arbitrar cuestiones de opinión” y, además, “el CAC no debe secundar a quienes, como Losantos, se creen con derecho a fallar por su cuenta lo que es o no constitucional. Los incumplimientos técnicos objetivables son otra cosa, y en eso el CAC tiene que poder intervenir y sancionar”.

También desde Cataluña, Manuel Trallero opina desde las páginas de la Vanguardia que “emitir desde el órgano regulador de una simple concesión administrativa un juicio sobre la constitucionalidad o no de unos contenidos y sobre los límites de la libertad de expresión es simple y llanamente ejercer la censura, implantar un régimen de excepción y suplantar a los jueces, por mucho que lo haya elegido el Parlament catalán por unanimidad. Pues será eso, la censura del Parlament de Cataluña” (‘La COPE como excusa’, 02/01/2006, anexo documental número 17).

Las críticas de los medios de derechas han sido más abundantes y, sobre todo, más contundentes. La revista Época da la bienvenida a 2006 comparando al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con Franco en un reportaje titulado ‘Su excelencia El Censor’ donde analiza sus supuestas “amenazas totalitarias a la libertad de expresión”. En cuanto al CAC, califica a sus miembros de “inquisidores” y critica duramente un futuro Consejo Estatal: “Con Cataluña en la vanguardia de la mordaza, llega el turno del Gobierno Zapatero y la Ley Audiovisual y el Consejo Estatal de los Medios Audiovisuales, órganos fiscalizadores con inconfundible aroma franquista”.

En Diario Directo, un columnista que firma como Unamuno escribe ‘Políticos catalanes y la COPE’ (26/12/2005, anexo documental número 18), donde, tras pedir atención “para que no te intoxiquen y te engañen miserablemente” Losantos y Vidal, dice del CAC que “es lo más parecido a la Gestapo, pero sin la estética de los nazis. Estos son unos aldeanos anclados en el siglo XVIII, entusiastas de la Inquisición. En España, donde aún tenemos democracia –o casi, ¿cuánto durará?-, cuando una persona se siente injuriada o calumniada acude a los tribunales. No manda a unos matones a que te partan las piernas. Y de la Constitución española vigente, la cual intenta cargarse el Estatuto catalán, el único intérprete es el Tribunal Constitucional”.

Y, cómo no, Jiménez Losantos ponía en funcionamiento de nuevo su incendiaria pluma para redactar ‘El PPC, contra la Nación y la Constitución’ (Libertad Digital, 19/12/2005, anexo documental número 19), artículo en el que califica al CAC de “la Inquisición Audiovisual de la Cataluña liberticida del Tripartito que, para sorpresa general, también cuenta con el apoyo del PP (…) es un instrumento contra la existencia misma de la Nación española”. Ya no sólo está en peligro la libertad de expresión, sino también el propio Estado español.

A partir de todos los fenómenos analizados, muchos analistas políticos ven peligrar la libertad de expresión. Luis del Val, reconocido escritor progresista, publica el 1 de diciembre del año pasado un artículo en OTR/EUROPA PRESS bajo el título ‘La tentación de la mordaza’ (anexo documental número 20), en el que denuncia que “si un medio, insulta, denigra o cae en el delito, más allá de lo que permite la libertad de expresión, ahí están los juzgados para que los presuntos perjudicados reclamen justicia. Lo otro, la mordaza, es el método totalitario contra el que ya hemos luchado, y contra el que volveremos a luchar, a pesar de que el silencio de muchos de mis compañeros me parezca tan ominoso como miserable”. “Una cosa es la rivalidad entre medios, y bienvenida sea, y otra, el bajonazo de la prohibición, la mudez cómplice y la omisión compinchaza. Lo que está sucediendo con la COPE es vergonzoso”, continua, para concluir “repito que no me gusta lo que dice hoy la COPE, pero me gusta mucho menos ver avanzar el totalitarismo disfrazado de indignación, la dictadura de siempre vestida de agravio actual”.

De forma similar se manifiesta Hermann Tertsch en su tribuna de opinión en Periodista Digital el 30 de noviembre de 2005 (‘Carta de solidaridad con la COPE’, anexo documental número 21): “Mis discrepancias, muchas veces radicales y profundas, en lo que a forma y contenido respecta con muchos de los programas de la COPE y periodistas responsables de los mismos no merman en absoluto mi compromiso pleno e incondicional a defender su libertad de expresión plena y sólo sujeta a las leyes vigentes y su interpretación por los jueces”.

El periodista Luis del Olmo, que había criticado “la actitud crispada de las emisoras de los obispos y el Apocalipsis que cada día representa el Pequeño Talibán de Sacristía” (“Te falta Federico para víbora, el talento, para gorrión te sobran ataduras, dejémoslo en paloma mensajera. En palomo más bien, y vas que vuelas”, escribió el 16 de febrero de 2005), utiliza su ‘Correo sin respuesta’ desde los micrófonos de Punto Radio (01/12/2005, anexo documental número 22) para oponerse “sin paliativos, con toda rotundidad, a quienes piden que una cadena de emisoras deje de emitir, y que unos compañeros dejen de opinar. Y esto no es corporativismo ni sectarismo interesado, sino apuesta por el juego limpio del pluralismo. Quien no quiera escuchar la COPE, o a alguno de sus comunicadores, que no lo haga. Pero no es Esquerra Republicana la que lo puede impedir”. “Podemos o no estar de acuerdo (y no lo estamos) con muchos planteamientos ideológicos o de opinión de esta cadena de radio… Pero por encima de todo, estamos por la libertad de expresión. En una democracia no se cierran periódicos ni emisoras ni cadenas de televisión, salvo que lo dictamine la Justicia. El papelón de los políticos y sus cachorros pidiendo parar lo que ellos llaman la cadena del odio es muy lamentable. Dejemos de hablar de odio y apostemos por la libertad”, concluye.

En las páginas de la edición catalana del periódico ABC también se publica una lanza a favor de la emisora episcopal a cargo de Rodríguez Marchante, para el que “al final, por más vueltas que le de uno, lo que se pretende en nombre de la democracia es alucinante: que una emisora privada que hace sus oyentes y clientes mediante el ejercicio legal de su profesión (y si no es así, al juzgado y que les caiga la Ley encima), ha de doblegarse ante las amenazas de los políticos acusados de corrupción. La corrupción no crispa, sólo crispa hablar de ella” (‘La corrupción no crispa’, 24/11/2005, anexo documental número 23).

Y mientras Jiménez Losantos aporta su píldora desde las páginas de El Mundo del 5 de diciembre de 2005 con su columna ‘El embustero’ (“¿Por qué Zapatero es tan, tan embustero? Pues porque quiere justificar cualquier agresión a la COPE y porque celebra que sus socios en Madrid y Barcelona se jacten de atacar a una emisora cuya libertad debería él mismo defender. Y disfruta que la ataquen porque la COPE defiende la Nación española y la Constitución, justo lo que no hace ZP”, anexo documental número 24), su ahijado en Libertad Digital, Juan Carlos Girauta, exige que “esta sangrienta hipocresía tiene que acabar” (‘¿Quién incendia, quién atiza el odio?, 28/10/2005, anexo documental número 25). “Es objetivo prioritario de los gobiernos español y catalán reimplantar la censura, amordazar a los críticos que denuncian sus tropelías y no se prestan a componendas (…) Van a empezar prohibiendo la COPE en Cataluña. Ya lo han decidido. Es preciso oponerse frontalmente a este acto, más que arbitrario, totalitario. Si lo perpetran, les resultará infinitamente más fácil adormecer a una sociedad que ha sido suplantada por la fantasía de ingenieros sociales, disfrazada y torcida por medios de comunicación obedientes y amenazada por proyectos liberticidas y mesiánicos”, añade.

Una postura bien distinta defiende La Voz de Asturias Lorenzo Cordero, para el que “a la pertinaz derecha postfranquista les gustaría que el conflicto planteado por dos de sus conspicuos intelectuales orgánicos, parapetados detrás de los micrófonos de la COPE, se confundiera entre los pliegues de un posible debate nacional sobre los peligros que corre la libertad de expresión” (‘Cómo escuchar la COPE’, 28/12/2005, anexo documental número 26). “Una cosa es que la libertad de expresión corra ese peligro realmente, y otra, muy distinta, es que desde la radio de la Iglesia católica española se utilicen la mentira, la injuria y la calumnia invocando el derecho a la libre de expresión”, pues “sólo cuando se es incapaz de distinguir entre el uso y el abuso de esa libertad es cuando las mentiras que utilizan los citados alquimistas se toman como verdades”.

Y como en todo el apartado no he manifestado mi opinión particular, secundo palabra por palabra lo que pude leer en el foro de uno del blog ‘Micrófono’ el 5 de diciembre del pasado año: “Personalmente no creo que nadie pretenda cargarse a la COPE. Más bien yo apostaría a que lo que se intenta es llamar la atención de la opinión pública y las autoridades judiciales para que frenen los desmanes que se están realizando desde sus micrófonos. Los insultos, las descalificaciones, la manipulación informativa y otras tantas formas de actuar que denigran la profesión periodística. Si lo que se quisiera fuese destruir un medio de comunicación histórico en este país, tranquilos que aquí estaremos todos para impedirlo. Pero insisto, creo que la COPE excede los límites de la libertad de expresión bien marcados por delitos como la injuria o la calumnia, que si se traducen en actuaciones legales podría llevar a la condena de alguno de sus profesionales. La COPE se está destruyendo a sí misma y su histórica vinculación con el nombre de profesionales que han sido ejemplo a seguir por generaciones de comunicadores en este país”.

¿Ideario inspirador o las barbaridades de la COPE?

Un libro titulado ‘Les barbaritats de la COPE’ se convierte en best-seller en Cataluña con una recopilación de los momentos más polémicos y las frases más estrambóticas (incluidas algunas de las citadas en la introducción de este trabajo) de sus tres programas estrella, a saber ‘La Mañana’ (Losantos), ‘La Tarde’ (Schlichting) y ‘La Linterna’ (Vidal). “Parece ser que un personajillo de encargo ha escrito un libro. Yo no me asomo a la basura porque hiede, pero el otro día no se quién sacó el librejo de marras y uno de la COPE que se había oído las cuatro horas del programa en que decían que había dicho yo no sé qué, nunca se había dicho. Son basura totalitaria”, fue la respuesta de Don Federico.
¿Cómo era aquello del Ideario? ¡Ah, sí! “Las personas que son llamadas a cualquier responsabilidad de COPE, tienen el derecho y el deber de conocer previamente el Ideario y los componentes esenciales de su línea editorial. La aceptación de un cargo de índole redaccional implica también la asunción por el interesado de los compromisos morales y profesionales exigidos por el Ideario. El menosprecio, la hostilidad, la incongruencia profesional y el silencio sistemático o reiterado sobre los mismos, cuestionarían, en principio, su permanencia en el servicio (…) Los programas de la Cadena y de sus emisoras estarán siempre en consonancia con la línea editorial y ésta con el Ideario”. ¿De verdad?
– “Sin competencias deshonestas, procurará ocupar una posición honrosa en el ámbito de la radiodifusión española y mantendrá relaciones leales con los otros medios, privados o públicos, del mismo carácter”, Sección B, Apartado I
Federico Jiménez Losantos tiene una fijación permanente con el Grupo PRISA y su máximo exponente, Jesús Polanco, a quien acusa continuamente de crear un “régimen de terror intelectual”: “Es el que de verdad manda en nuestro país (…) Digo que todo el PSOE es de Polanco. No sólo es que José Luis Rodríguez Zapatero y todos los demás le sean sumisos, es que el PSOE es suyo (…) El poder de Polanco sobre la izquierda española es total y absoluto” (El Mundo, 06/11/2005). “Es paradójico que eso lo digan desde la SER, que son los del 13-M, los del Prestige, los de la Guerra de Irak, los del golpe mediático contra el PP”
Este Grupo PRISA, el mismo que, como hemos visto, ha defendido en repetidas ocasiones la libertad de expresión supuestamente amenazada tanto de Jiménez Losantos como de la cadena COPE, “es incompatible con la democracia, tiene comportamientos de matón” (El Mundo, 08/12/2004). Según el periodista turolense, en España existe una dictadura mediática a cargo de PRISA gracias a las concesiones socialistas y a la connivencia del Partido Popular durante el mandato de Aznar: “Polanco y el PSOE son íntimamente incompatibles con el pluralismo. Su vocación no es ganar lealmente a los competidores, ni siquiera deslealmente, sino exterminarlos (…) La dictadura radiofónica de Polanco es ya casi un hecho” (‘La dictadura radiofónica en ciernes’, Libertad Digital, 17/03/2004. Anexo documental número 27), “Los adversarios políticos (del PP), los que desconfían de la sociedad civil, de todo lo que significa libertad, pero tienen un profundo sentido de cómo se conquista y se mantiene el poder, han alcanzado y acrecentado hasta niveles de auténtico monopolio un dominio casi total de los mecanismos de creación y orientación de la opinión pública, un resorte clave en toda sociedad abierta y democrática (…) Una de las escasas excepciones de esa regla de gubernamentalismo concesivo, desertización mediática y abdicación ideológica ha sido Libertad Digital” (‘Presente y futuro’, Libertad Digital, 21/12/2005. Anexo documental número 28), “Podría parecer que en la COPE hemos hecho lo más difícil: recuperar en apenas año y medio la audiencia, la publicidad y la influencia perdidas, convertirnos en la única alternativa real de opinión radiofónica al Imperio Prisaico, a la dictadura ideológica progre, al aplastante dominio de la Izquierda en los medios, al permanente sometimiento de los españoles no de izquierdas o simplemente españoles a socialistas y separatistas, unidos en el jaque mate a la nación y a nuestras libertades individuales (…) Pues bien, a partir de mañana podemos esperar todas las fechorías del Imperio Prisaico, altavoz de la trola y el embuste, cátedra de la difamación (…) Hemos ganado una batalla por la libertad. Ahora se trata de no perder la guerra contra los liberticidas” (‘Ahora, a resistir a los liberticidas’, Libertad Digital, 10/12/2004. Anexo documental número 29).
“La posición dominante en lo ideológico y en lo empresarial que ha alcanzado PRISA, así como la dependencia económica y la supeditación ideológica de otros muchos medios a gobiernos locales, ahora en manos de partidos de izquierda y nacionalistas, hacen que sean muy pocos los medios que analizan la actualidad y defienden editorialmente los principios liberales y conservadores que han sido votados por casi diez millones de españoles (éstos sin manipular por un golpe político-mediático) en las últimas elecciones”, escribe Jiménez Losantos en Libertad Digital el pasado 21 de diciembre de 2005. Y, claro, había que solucionarlo, así que los gobiernos de las comunidades madrileña, valenciana y murciana reparten sus licencias de televisión digital prevaleciendo “la pluralidad informativa”, como explica el vicepresidente primero y portavoz de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Sólo que los principales beneficiados, por abrumadora mayoría, son El Mundo, la COPE, Libertad Digital y el Grupo Intereconomía, todos ellos de reconocida ecuanimidad política. Localia (del Grupo PRISA), en cambio, es la gran perjudicada. “Mientras los propagandistas de Génova engañan al personal presentando el CAC y los proyectos de Zapatero sobre el Consejo del Audiovisual como el retorno a la censura y al absolutismo, los Gobiernos autonómicos del PP reparten el pastel audiovisual que les corresponde entre amigos y mercenarios agradecidos”, expone Enric Sopena en el plural.com (‘Esto va en serio’, 02/01/2006, anexo documental número 30).
Pero lo que es simplemente intolerable es que pretenda presentar continuamente las elecciones democráticas del 14 de marzo de 2004 como un golpe de Estado político-mediático a cargo del PSOE y de PRISA: “un auténtico golpe político-informativo manipulando de una forma genuinamente totalitaria la masacre del 11-M” (Libertad Digital, 17/03/2004), “un auténtico golpe de Estado político-mediático, el cual fue capaz de cambiar en dos días la tendencia de voto, manipulando la masacre del 11-M, violentando la legalidad electoral y endosándole al Gobierno que más y mejor ha luchado contra el terrorismo la responsabilidad de los monstruosos atentados” (Libertad Digital, 21/12/2005), “Es paradójico que eso lo digan desde la SER, que son los del 13-M, los del Prestige, los de la Guerra de Irak, los del golpe mediático contra el PP” (El Mundo, 06/11/2005).
“El oyente de la COPE sabe que si se quiere despertar por las mañanas pone a la COPE, y si se quiere dormir pone a Francino”, es una de sus últimas perlas. Es más, el periodista estrella de la COPE no duda ni un momento a la hora de infringir el Ideario que rige la línea editorial de su cadena: “P.- ¿Se ratifica en la confrontación? R.- Totalmente. En el plan de trabajo que hice tuve muy claro que debía confrontar con la SER. Empecé incluso a pelearme con Iñaki simplemente para transmitir a la audiencia que somos los únicos capaces de pelear con la SER” (El Mundo, 08/12/2004). ¿Esto son “relaciones leales con los otros medios”?
Por cierto, el 6 de noviembre de 2005 en una entrevista concedida a El Semanal Digital, Losantos no duda en sentenciar que “yo no quiero destruir a Polanco, aunque probablemente en otro país estaría en la cárcel”. En ese caso, tengo una ligera idea de quien debería ser su compañero de celda.

– “La COPE se sitúa, sin recelos y con la conciencia crítica en cada momento, en el horizonte de la Europa comunitaria, sin estrecheces nacionalistas. No considera extranjeros ni a los pueblos ni a los hombres y mujeres de América Latina. Quiere con sinceridad prestar su voz y su voto a los pueblos del Tercer Mundo”, Sección B, Apartado V
El pasado 21 de diciembre de 2005 (ni siquiera el 28, por aquello de los Santos Inocentes) los humoristas del Grupo Risa, colaboradores habituales de ‘La Mañana’, llaman al recién elegido democráticamente presidente de Bolivia, Evo Morales, haciéndose pasar por Zapatero y, tras reírse de él durante unos minutos, le invitaron a venir a nuestro país sin aclararle en ningún momento que todo era una ‘broma’. La ‘broma’ provoca un incidente diplomático importante y el presidente del Gobierno español tiene que disculparse ante su homónimo boliviano. The New York Times, Herald Tribune, Financial Times, Corriere de la Sera, Clarín o Frankfurter Allgemeine Zeitung publican en sus páginas el incidente con duras críticas hacia la cadena episcopal. La opinión pública latinoamericana se muestra indignada ante lo que consideran un afrenta racista y colonial más propia de nuestra pasada historia, pues mientras Morales no es más que un indígena que viste jersey, no se hubiesen atrevido a hacer lo mismo con Bush, Merkel, Chirac, Berlusconi o Ratzinger. “¿A quién le importa el presidente de Bolivia?”, se pregunta Fernando Escalante en el periódico mexicano La Crónica de Hoy (‘De broma’, 28/12/2005, anexo documental número 31), y continúa “la broma de la semana pasada sirve para que no se olvide que existe y con enorme vitalidad la vieja España, la de charanga y pandereta”. “Ese grotesco acto no puede calificarse de humorismo, ni mala fe, este es un conflicto estrechamente asociado con la manipulación política de ideas raciales y la polarización social que siempre han llevado en el alma los derechistas de la madre patria España”, le secunda Víctor Rodríguez en el portal NuestraAmerica.info (‘Fragmentación de una burla’, 28/12/2005, anexo documental número 32).
¿Cuál podría ser la respuesta de Don Federico ante la crítica unánime de su ‘broma’ radiofónica? ¡Premio! Atacar con dureza al presidente Zapatero amparándose en la libertad de expresión y sin reconocer error alguno, ni por asomo pedir disculpas, claro. Para Losantos, “la grotesca payasada orquestada por Zapatero para chantajear a los obispos y liquidar los problemas críticos con su mísera política antinacional” pretende que “liquiden los grandes programas de opinión de la COPE que son los que le dan audiencia, influencia e independencia económica. ¡Tanto esfuerzo para cerrar una radio! Nunca pensamos que todo un gobierno, aunque esperpéntico, montase tanto lío por una broma. Pero es que para todo liberticida, como lo son Zapatero, sus socios del club de Perpiñán y sus amigotes dictatoriales, no hay broma más intolerable que la Libertad” (‘Una broma pesada llamada Zapatero’, Libertad Digital, 23/12/2005. Anexo documental número 33). “Es evidente que en esta España en almoneda de Zapatero I ‘El Liberticida’ la libertad de expresión sigue el mismo camino de Venezuela y es de temer que de Bolivia. Es evidente que este Presidente presidido de un gobierno gobernado por los separatistas, que desprecia a la nación española y que pretende cargarse la Constitución sin consultar al pueblo como es perceptivo, cerrar la COPE se ha convertido en una prioridad”, no duda en añadir.
¡Aleluya! Al menos esta vez, y ante la presión internacional, la jerarquía eclesiástica admite que se ha vulnerado el Ideario por el que debe regirse la línea editorial y todos los programas de COPE: “Lamentamos que dicha actuación haya traspasado la línea marcada por los Estatutos de Radio Popular, que exigen el debido respeto a las personas y a las instituciones legítimas”, reza el comunicado escrito por el Consejo de Administración de la cadena y leído en su informativo de las dos de la tarde.

– “Promoverá, sin fisuras, la solidaridad entre los seres humanos, de cualquier raza, país o condición social”, Sección B, Apartado IV
Ya hemos visto cómo se las gasta Don Federico con los inmigrantes (“España, cerrada a cal y canto contra los invasores; aunque si acaso entra alguno, sudamericano, que al menos están cristianizados, no como los moros y los negros”). Pues bien, por si esta frase no fuese suficientemente despreciable, el ‘humor’ con que se toma la COPE la tragedia humanitaria de Ceuta y Melilla durante el pasado octubre (decenas de muertos, cientos de deportados al desierto sin comida ni agua…) y la forma en que se ríe del drama humano de cientos de personas es simplemente inhumano. Todo comienza el pasado verano cuando el Grupo Risa realiza una particular versión de la canción ‘Vamos a la playa’, bajo el título ‘La valla estaba repleta’ y con una letra que no tiene desperdicio: “La valla estaba repleta, por eso yo la salté, y luego poli de Ceuta me ha invitado a canapé. Cógete pañuelo, póntelo, vamos para España, que da pensión. Cógete el turbante y póntelo, vamos para España a Marina d’Or. Morito sí, mezquita yes”, entre otras exquisiteces.
Por si no fuese suficientemente indignante, los días 5, 6 y 7 de octubre de 2005 (¡tres días!) reemiten la versión y, además, difunden otro montaje titulado ‘Salto a la valla’ no menos ofensivo. Se trata de la retransmisión de una supuesta prueba deportiva de salto de vallas en la frontera con “nada más y nada menos que seiscientos mil inmigrantes apostados junto a la valla a la espera del pistoletazo de salida” y las mujeres como cheerleaders que “con 200 kilos cada una animaban con el burka puesto”. Además, un ficticio soldado Peláez se queja de “ese material militar de altísima precisión, saco para dormir a cielo abierto, ese termo de café, la porra y el Zetmed descargado”, porra que aclara es para desayunar pues la buena se la robó un “subsaha”, para después concluir que “es el único ejército que va a guardar una frontera sin armas. Es como si usted va a hacer una retransmisión y en vez de llevar micrófono habla por un botellín de agua”. Se interpreta que deberían llevar armas cargadas para usarlas contra los inmigrantes.
Rápidamente, las Comunidades Cristianas Populares del Estado Español y el Comité Oscar Romero de Madrid envían una carta al presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, y a su portavoz, Juan Antonio Martínez Camino, en la que denuncian que “es muy poco evangélico, Monseñor, hacer burla del sufrimiento de los seres humanos. Se puede tener la opción política que se desee, se puede optar por una u otra forma de sociedad, se pueden priorizar unos u otros valores. Pero nunca se pueden utilizar la muerte y las lágrimas de nuestros semejantes para hacer bromas de mal gusto”. “La Conferencia Episcopal, salvo honrosas excepciones, no ha tenido la gallardía, Monseñor, de tomar una postura beligerante y activa ante el drama humano que supone la inmigración en nuestro país”, continúan, para después dejar claro que “no se puede compatibilizar el hablar, por una parte, de Jesús de Nazaret y, al mismo tiempo mantenerse en silencio ante esta realidad de muerte. No se puede autotitularse como ‘pastores del pueblo de Dios’ cuando no están ustedes defendiendo a los más débiles de ese pueblo. Es sorprendente ver en las calles de nuestras ciudades a nuestros obispos manifestándose a favor de la familia mientras no mueven ni un solo dedo ante las guerras, ante el dolor, ante la injusticia ni ante la muerte”. La petición final es elocuente: “No cobijen más bajo el manto de la Conferencia Episcopal burlas a los desarraigados por la miseria, no permitan la mofa ante la muerte en las vallas de Ceuta y Melilla ni ante el abandono en pleno desierto de seres humanos indefensos, no sean partícipes del pecado de insolidaridad, y sepan asumir el luminoso papel de ‘pastores del pueblo de Dios’ para el que han sido llamados”.
Por su parte y a nivel particular, uno de los integrantes de las Comunidades Cristianas Populares, Luis Ángel Aguilar, califica como “una ultraja y una desvergüenza intolerable” las canciones en una carta abierta al director de la COPE, pues “reírse de la tragedia humana es deleznable, pero hacerlo al amparo de una Iglesia es un cinismo intolerable. Alguien tendría que parar esta espiral y no creo que baste hacerlo desde dentro (aunque ya se podrían ocupar más los obispos y no andar tan preocupados con la clase de religión). Seguro que hasta procede iniciar alguna demanda judicial por aliento y apología de la xenofobia” (‘Reírse de la tragedia humana’, Rebelión.org, 18/10/2005. Anexo documental número 34).
Por ciero, ¿recuerdan a aquel ‘experto’ que invitó el Partido Popular a la sesión de debate en el Senado sobre la adopción de menores por las parejas del mismo sexo mientras se tramitaba la ley del matrimonio homosexual? Sí, hombre, aquel de “el perfil psicopatológico de los homosexuales indica que han sido educados por padres hostiles, alcohólicos y distantes, y por madres sobreprotectoras”, por lo que la homosexualidad “se suscita” en los hijos adoptados por gays o lesbianas. Pues bien, Don Aquilino Polaino ficha por ‘La Tarde’ el pasado 19 de septiembre para presentar un espacio sobre educación y familia. Schlichting defiende el por qué de su fichaje (“Estoy horrorizada, estupefacta y absorta con la súbita alianza de derecha e izquierda contra una eminencia del mundo científico que ha conseguido reconducir la orientación sexual de un 30 por ciento de los homosexuales que acuden a su consulta y hacerles felices con ello”. Sin palabras) y critica la nueva ley de matrimonios entre personas del mismo sexo por la que “nuestros hijos recibirán adoctrinamiento escolar sobre uniones gays, lésbicas, bisexuales y transexuales y quienes se opongan se irán a la cárcel por homofobia. Yo lo llamaría heterofobia” (boquiabierto).

– “En el tratamiento de los temas ideológicos y políticos ejercerá la libertad constitucional de información y de expresión, con sentido de la responsabilidad y criterios de independencia, sin involucrar a la Cadena ni a ninguno de sus espacios en opciones partidarias”, Sección B, Apartado II
“Lo mismo que la SER es la referencia indiscutible de la izquierda, hasta el punto de que le marca la agenda política, porque es más poderosa que el PSOE, nosotros acertamos al intentar ser la referencia de la derecha” (02/12/2004). Y dos días después, “la COPE es el referente intelectual de la derecha y la alternativa a la SER” (El Mundo, 10/12/2004). Federico Jiménez Losantos lo tiene claro. Nada de independencia y todo de opciones partidarias (no cuestiono que se así, cuidado, sino que lo haga en una cadena que desde su Ideario proclama lo que proclama). En otros momentos se manifesta aún más tajante y rotundo: “La COPE debe ser un referente para la derecha sin los complejos que siempre han atenazado a la derecha”, “Yo antagonizo con la SER porque es la radio de la izquierda y mis oyentes me piden coherencia, que no haya peleas en nuestros programas y que le demos caña al PSOE. Es la única alternativa de llegar al liderazgo”, “Nosotros estamos en la trinchera. El centrismo es la gripe aviar de nuestra democracia”… Así de sencillo.
Más curioso aún es la evolución de su opinión en torno a las manifestaciones populares contra el Gobierno de turno. Todo depende del color de ese turno, claro. “Y también a que algo ha tenido que ver la COPE en las cuatro gigantescas movilizaciones del último año contra este Gobierno de pesadilla”, se vanagloria en un diálogo con los lectores de Libertad Digital el pasado 30 de noviembre de 2005. ¿Qué había sucedido en esas manifestaciones? Pues que, entre algunos asistentes un poco despistados (o concienciados, según se mire: “Desconozco en qué consiste la ley. Pero no pueden eliminar la religión de un plumazo y quedarse tan panchos. Se están cargando España”, “La Constitución está en peligro por los separatismos. El Gobierno que tenemos se ha ido arrimando a los peores, España estaba muy bien y lo ha puesto todo patas arriba. Y como sigamos así, puede haber una guerra, porque no se puede permitir lo que se está permitiendo: nos quitan la religión, nos ponen las bodas gays, se da papeles a todos… Y es una vergüenza lo que está pasando con la COPE, que yo considero mis amigos porque son los verdaderos españoles”), Losantos se ve reconfortado por su protagonismo y el de la COPE: como banda sonora su retransmisión del acto con un altavoz cada 500 metros, aclamación multitudinaria tras la entrada en directo de Don Federico, el grito más atronador “COPE, COPE, COPE”, miles de pegatinas que rezan “La COPE somos todos” o “Gracias Federico”, asistentes buscando la unidad móvil de la emisora para “dar la enhorabuena a los locutores por ser los únicos en decir la verdad” (a una periodista de Radio Nacional de España la llamaron “golfa, puta, mentirosa” mientras estaba en directo)… “La izquierda pensaba que la calle era suya, y mire. Yo nunca había ido a manifestaciones pero no puedo más”, se jacta un jubilado madrileño. Hasta aquí todo perfecto, pero ¿qué opinaba el señor Jiménez Losantos cuando los que se manifestaban lo hacían contra el Gobierno del PP a raíz de la guerra de Irak, del Prestige o de la huelga general? ¿Cuando Zapatero pasó a llamarse “Pancartero”?
“No es casualidad que Zapatero vaya del brazo de Llamazares y toda la extrema izquierda a manifestaciones contra los Estados Unidos y en defensa de Saddam Hussein (…) No, no es casualidad que la izquierda ponga en duda la representatividad del Parlamento mientras multiplica sus algaradas callejeras. No es casualidad que la quintaesencia de la progresía multimillonaria instalada en la fantasía de Mayo del 68 se líe a adoquinazos políticos y periodísticos contra la derecha” (‘Vuelve el 68: la izquierda se batasuniza’, Libertad Digital, 11/03/2003. Anexo documental número 35). “No hubo forma de que Zapatero y los suyos recapacitaran cuando, a cuenta del Prestige y de la guerra de Irak, trataron de derribar al Gobierno del PP mediante movilizaciones callejeras (…) Padecimos ese golpismo callejero del PSOE, de los titiriteros filósofos y de la mayoría mediática antiamericana, y Zapatero está de nuevo en la calle y contra las instituciones nacionales y representativas. Y que, como buen socialista, no distingue entre partido, Gobierno y Estado, ya que hace sistemáticamente una polítca de partido contra el Gobierno aunque cruja el Estado y perjudique a la nación española” (‘Otra vez en la calle y contra las instituciones’, Libertad Digital, 14/10/2003. Anexo documental número 36). Ligera disparidad de criterios, ¿no creen? Y eso que aún no había llegado el cúlmen, incluido en el prólogo de su libro ‘El adiós de Aznar’: ahí califica la oposición callejera a la guerra de Irak, que recuerden fue secundada por una inmensa mayoría de los españoles, como “un intento de golpe de Estado civil de toda la izquierda (parlamentaria y antiparlamentaria) y todo el nacionalismo (pro terrorista o menos) contra el primer partido de España”.
Precisamente en su crónica relativa al citado libro, Ángela López escribe en las páginas de El Mundo “’El adiós de Aznar’ muestra además la peculiar forma con que Losantos perfila la realidad. El periodista turolense puede presumir de ser fiel a sus ideas. Sus columnas de opinión son resultado de la visión firme que Jiménez Losantos escribe a los cuatro vientos. Desde la guerra de Irak, pasando por el chapapote gallego y las elecciones autonómicas, su opinión de España y los españoles demuestra un apoyo férreo a la política del Partido Popular y a la figura de su líder” (23/02/2004). Mucho más irónico se muestra elplural.com en su editorial ‘Pedro J. y Federico, los que no se venden’ del pasado 12 de noviembre de 2005 (anexo documental número 37), escrito a raíz de la petición de dimisión del ministro Montilla por el escándalo de comisiones con La Caixa. Según el portal, los periodistas “no mostraron la misma beligerancia con los Gobiernos del honesto señor Aznar” porque entonces no hubo motivo alguno para pedir la dimisión de un ministro. “¿Es que alguien osa comparar un escándalo de este calibre, ni más ni menos que la renegociación de la deuda de un partido político con un banco, con insignificancias o despistes como el del Prestige, el Yak-42 o el haber exagerado un poco el peligro de las armas de destrucción masiva para enviar nuestro ejército a la guerra?”, se pregunta con sarcasmo, para después concluir “no os rindáis nunca Federico y Pedro J., los amantes de la patria y la verdad, estaremos siempre con vosotros, al lado de quienes no se dejan ni comprar ni vender. Por cierto, muy bueno el anuncio de Endesa que venía justo después de vuestro comentario en la COPE sobre Montilla y su relación con La Caixa”.
Y es que el propio Losantos, a propósito del acuerdo básico alcanzado sobre el Estatut, se impuso a sí mismo y, por extensión, a la COPE, dos “obligaciones”: “una defensa cerrada de la unidad del PP y mantener la inquietud social, tanto civil como militar”. O lo que es lo mismo, “obispos, militares, la Brunete mediática y el PP, dispuestos a montar la de Dios es Cristo, y nunca mejor dicho”, en palabras de Enric Sopena. Y entonces surgen las preguntas que se hace Francesc de P. Burguera en El País el pasado 25 de marzo de 2005 (‘La COPE’, anexo documental número 38): “¿Están todos los cristianos católicos de acuerdo con la línea ideológica que transmiten los servicios informativos de la COPE y las opiniones partidistas y sectarias que la acompañan? ¿Están de acuerdo todos los cristianos católicos con los insultos y descalificaciones que lanza, cada día, el director del programa ‘La Mañana’, Jiménez Losantos, contra todos los que no opinen como él y sus contertulios? ¿No hay otras opiniones políticas, entre los católicos españoles, dignas de ser expuestas por los micrófonos de la cadena de la Iglesia? ¿No hay socialistas entre los católicos españoles que puedan sentirse ofendidos cuando, por ejemplo, se insulta al actual presidente del Gobierno? ¿O nacionalistas que han de soportar los ataques brutales que contra los nacionalismos se lanzan desde la COPE?”. “La Iglesia debería dar ejemplo, ofreciendo a través de su emisora una información veraz y una línea de opinión plural, reflejando así el sentir diverso de la congregación de sus fieles. No tiene sentido, ni democrático ni cristiano, que la Conferencia Episcopal haya puesto su cadena radiofónica al servicio de una especie de agitador de masas que se pasa lanzando arengas y soflamas desde que abre sus micrófonos. Los señores obispos tendrían que tener presente que un medio de comunicación de la Iglesia, como es la COPE, debe propiciar, como nadie, el respeto mutuo entre todos los ciudadanos, la concordia y la convivencia en paz y democracia. Pero nunca el odio”, concluye.
Y Don Federico sigue a lo suyo: “La tentación totalitaria que anida siempre en la Izquierda, la vocación cainita que se ha convertido casi en su única razón de ser en los últimos años de la vida española ha llevado al PSOE al Gobierno sin merecerlo (…) Y con casi diez millones de votos, un programa coherente, una excelente ejecutoria de Gobierno y un líder de primera clase como Rajoy, el PP es mucho PP para este PSOE, que sigue siendo muy poco PSOE (…) El PP es el gran defensor de la Nación y, por ende, de la Constitución. Y en cuanto se acabe el champán del 14-M y la demagogia antibelicista y de sumisión gabacha, en cuanto se produzca el primer bombazo etarra o islámico, se verá la fragilidad ideológica y política del Gobierno del PSOE y la necesidad esencial que tiene del PP” (‘El PSOE no puede exterminar al PP’, Libertad Digital, 12/05/2004. Anexo documental número 39). Y es que, según él, “lo único que le queda ya de español al Partido Socialista es el odio. Odio a Aznar, odio a la derecha, odio al PP, odio a los que han sabido perder tan elegante como injustamente estas elecciones manchadas de sangre, odio a los que han sabido gobernar para elevar el nivel de los más pobres, odio a los que, en fin, han demostrado ser mejores que ellos (…) Esta izquierda que vive del odio y para el odio, que no tiene más ideología que el odio, que no tiene más programa de Gobierno que el odio, y el odio a lo que es mejor a lo que es mejor que ellos” (‘Partido Socialista del Odio Español’, Libertad Digital, 30/03/2004. Anexo documental número 40). ¿Seguro que no está haciendo una autoradiografía?
Ilustrativa a este respecto fue la entrevista concedida por Losantos a El Mundo el pasado 6 de noviembre de 2005: “P.- Vamos, que no defiende postulados de extrema derecha. R.- No, por supuesto que no (…) No voy a pedir perdón por ser liberal y español. Defiendo las libertades individuales”.

– “Tanto en sus servicios informativos como en los programas de debate y opinión, los profesionales de la COPE comprobarán con rigor la verdad de los hechos y la fiabilidad de sus fuentes noticiosas, aún dentro del apresuramiento que supone la celeridad de la radio”, Sección B, Apartado II
Recientemente el señor Jiménez Losantos tuvo la santa desfachatez de exigir “la obligada disculpa del ministro del Interior por las intolerables imputaciones al PP de responsabilidad en el 11-M” (Libertad Digital, 12/05/2004). ¿Que por qué digo santa desfachatez? Pasen y lean.
Probablemente la mayor obsesión de Don Federico radique en la implicación del Partido Socialista y los distintos líderes de la izquierda española e internacional en el vuelco electoral del 14-M. No sólo mantiene que fue ETA la inductora de los terribles atentados, sino que acusa sin prueba alguna a Zapatero y su partido de conocer previamente, sino de participar, en la masacre que sembró el terror en nuestro país. Ya saben, como dejó escrito el filósofo francés Denis Diderot, “engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga”.

La última acusación injuriosa en este sentido se produce hace apenas unos días, concretamente el 3 de febrero, cuando ante los micrófonos de ‘La Mañana’ relata el supuesto chantaje del etarra Henry Parot al presidente del Gobierno: “O me sueltas Zapatero, o digo que nosotros hicimos el 11-M y que tú lo sabías. Claro, cómo todo se basa en una inmensa manipulación, en una obstrucción sistemática de la justicia, estás en manos de los terroristas”.
Determinados sectores de la derecha más extrema no se resignan a aceptar el resultado electoral de los últimos comicios y Losantos se ha convertido en su vocero más entregado: “O quizá sólo sea la continuación de aquella política golpista que llevó a Zapatero al poder” (El Mundo, 01/12/2005), “Tampoco dudo de que hayan sobrevivido ‘células durmientes’ del felipismo policial, incluida la ‘banda del interior’, que se hayan activado antes, durante o después de la masacre del 11-M. O antes o durante y, sin duda, inmediatamente después” (‘11-M: conspiración, investigación, contraprogramación’, Libertad Digital, 19/05/2005. Anexo documental número 41), “Tres años después del 11-S y seis meses después del 11-M la única conclusión que se impone es que el enemigo de la libertad, el auténtico peligro para la civilización occidental está en casa, que toda la fuerza de los Ben Laden y compañía es eso: la compañía (…) Es la misma que ahora ha utilizado la guerra de Irak para acabar con los gobiernos liberal-conservadores, es la misma que ha aprovechado, si no colaborado, con los asesinos de Madrid para acabar con el Gobierno del PP (…) Es Chomsky y es Kerry, es Ramonet y es Chirac, es Cebrián y Zapatero (…) Cada día es más difícil luchar contra esta conjura de los necios, contra esta ruleta rusa que está cargando la frivolidad de unos intelectuales y una clase dirigente de los países occidentales que no merecen sino la extinción a la que juegan. Sabemos lo que combatimos, pero debemos reconocer con quién nos enfrentamos. No es Ben Laden, es Chirac. No son los talibanes, son los socialistas y comunistas, los millonarios de izquierdas, los progres de salón, los funcionarios de la rendición” (‘Tres años del 11-S: el enemigo estaba dentro’, Libertad Digital, 12/09/2004. Anexo documental número 42), “A estos vanidosos, sectarios, cursis y maleducados prebostes del PSOE se les ha olvidado el recital antidemocrático y anticiudadano que les ha llevado al Poder (…) Se les ha olvidado su repugnante comportamiento delictivo y delictuoso, genuinamente golpista, el 13-M y el 14-M, (…) en un comportamiento entre nazi y del Ku-Klux-Klan” (‘¿Ciudadanía como la del 13-M? No, gracias’, Libertad Digital, 02/10/2004. Anexo documental número 43), “Se ha cumplido un año de la masacre del 11-M, el mayor atentado político de nuestra historia, perpetrado para cambiar la dirección de la política nacional y con un éxito apabullante. Se trata de la mayor victoria del terrorismo en Occidente. Se trata, también, del mayor fracaso de la opinión pública española en la democracia (…) Pero siendo eso grave, terrorífico para los intereses permanentes españoles, lo es mucho más el comportamiento del Gobierno socialista en lo que debería haber sido su demostración de inocencia o, al menos, no de manipulación prevista y fríamente ejecutada, en la masacre del 11-M (…) La ferocidad del sectarismo antiamericano, anticristiano y antiderechista era inimaginable hace un año en ningún Gobierno, ni siquiera de izquierdas. Hoy es un hecho evidente. Tanto como la gravedad de una crisis nacional que parece haberse convertido en moneda de cambio para disimular el origen del Gobierno: la masacre del 11-M” (‘La infamia dura ya un año’, Libertad Digital, 13/03/2005. Anexo documental número 44), “La historia del socialismo español desde Pablo Iglesias hasta el 13-M es la apoteosis del golpe de estado permanente” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 04/10/2005), “Pero Al-Qaeda no necesita en España un partido capitulacionista, antiamericano y antioccidental porque ya existe: la Izquierda del ‘No a la guerra’, la obscena sumisión a los terroristas del PSOE e IU (…) No puede haber consenso con el partido político de Al-Qaeda y eso es, a efectos políticos y de opinión pública, el partido del ‘No a la guerra’ y ‘Sí al pacto con Ben Laden’, es decir, la base política y parlamentaria de Rodríguez Zapatero” (‘PSOE e IU actúan como cómplices del terror’, Libertad Digital, 07/04/2004. Anexo documental número 45)…

¿Pero es que nadie se da cuenta del veneno que suelta este tipo cada vez que abre la boca? ¿No saben los políticos de este país lo que significan dos términos jurídicos como injurias y calumnias? Déjense de tanta incitación al odio, tanto sembrar cizaña y tantos valores que debería defender la Conferencia Episcopal y acérquense a un Juzgado de una vez.

El diario Levante publica el pasado 12 de enero un artículo de opinión, bajo el título ‘El otro cuatripartito’ y la firma de Andrés H. de Sá, tan breve como directo: “Ya lo tenemos configurado: frente al cuatripartito catalanista, el cuatripartito españolista. Azuzados por la derecha más montaraz, con el lenguaraz Vicente Martínez Pujalte como gran bufón, se le han unido en santa compañía la Iglesia –con su evangelizador Federico Jiménez Losantos al frente-, la Justicia –qué gran Torquemada es el presidente del Supremo, Francisco Hernando- y el Ejército –el teniente general José Mena como ariete- contra ese enemigo secular de España y las tradiciones en que se ha vuelto a convertir, según ellos, la izquierda y el nacionalismo. Tiene razón Mariano Rajoy cuando dice que estas cosas no ocurren porque sí: ocurren porque su partido, incapaz de asumir el veredicto de las urnas, se ha lanzado al monte a sembrar la discordia, alentando acciones contrarias a la convivencia” (anexo documental número 46).

“La derecha española, una parte significativa de ella, cuando pierde el poder se transforma en ultramontana. A partir de la constatación de la derrota –proceso largo y doloroso de asimilación en el que se ha adjudicado la responsabilidad a todo el mundo, incluido Ben Laden, menos a José María Aznar-, los capitanes del PP, encabezados por Ángel Acebes y Eduardo Zaplana siembran el catastrofismo, abdican del patriotismo en política exterior y ejercen su soledad parlamentaria como un triunfo de su razón frente a todo el mundo”, coincide Carlos Carnicero en elplural.com (‘Calmantes para la ultraderecha’, 30/11/2005, anexo documental número 47). “Apoyados por las brigadas de la caballería ligera de El Mundo y la COPE, agitan las bajas pasiones de los sectores más ultras de la sociedad que recogen el mensaje en forma de insultos y exabruptos como sustituto de su incapacidad para argumentar”, continúa, para después concluir que “es una noticia de excelente salud de la democracia española que gentes con artes tan discutibles tengan espacio en los foros de opinión y sitio donde arrojar su bilis, su odio y sus insultos. Nos consuela la esperanza de que ahora utilicen el ciberespacio en vez de los fusiles. Algo estamos avanzando” (ver las citas de algunos foros de opinión incluidas posteriormente).

-“La conciencia solidaria de todos los pueblos de España y las peculiaridades específicas de cada uno de ellos han de estar siempre presentes en la programación de COPE y ser fuente inspiradora de sus servicios radiofónicos (…) La COPE, sin perder unidad de mensaje ni anchura de horizontes, tendrá esmeradamente en cuenta la singularidad de los pueblos de España; se identificará con sus mejores aspiraciones, promoverá su cultura, estará atenta a su sensibilidad diferenciada”, Sección B, Apartado V
“Es inaceptable que la crítica al proyecto de reforma de Estatuto catalán sea presentada como un ataque a Cataluña y los catalanes”, reza el punto 3 del Comunicado Oficial hecho público por la COPE ante el supuesto acoso a su libertad de expresión. Inaceptable no sé, pero para mí que frases como “el Gobierno español sólo habla con terroristas, homosexuales y catalanes, a ver cuándo se decide a hablar con gente normal” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 13/06/2005), pueden interpretarse como una ataque directísimo a los catalanes.

El editorial de El Periódico de Catalunya titulado ‘La COPE, esa inquisición’ y publicado el 30 de octubre de 2005 (anexo documental número 48) denuncia sin tapujos la situación de la emisora episcopal en la comunidad catalana. Desde el comienzo, excesivamente tremendista (“Quienes no vivieron el encono dialéctico que precedió a la Guerra Civil tienen ahora, a través de la COPE, la oportunidad de escuchar en vivo y en directo el tono de unas soflamas parecidas a las de aquella época. Se debe creer que la COPE no busca un conflicto así, pero desgraciadamente lo parece”), se posicionan con claridad ante una cadena que con frecuencia insulta, descalifica, manipula la verdad y azuza los peores instintos, por lo que “no ejerce la libertad de expresión, escupe”. “Desde esta emisora, los obispos ejercen una versión moderna de aquella inquisición que nosotros nunca consideraremos santa, y aplican tormento, ahora mediático, a los presuntos herejes”, concluye.

¿Por qué hay tanta indignación en Cataluña contra Don Federico y la cadena de los obispos? “En Cataluña se vive de facto una dictadura, un régimen despótico, que ha incluido el pacto con el terror rojo. Todo empieza en Perpiñán, cuando pactan con ETA como cargarse la situación política. Acuerdan cargarse la situación política. Acuerdan que al PP hay que echarlo de España para hacer un régimen de partido único con una oposición tolerada. Es el modelo de la II República” (El Mundo, 06/11/2005). Declaraciones como ésta puede ayudar a comprenderlo, junto a nuevas ‘bromas’ del Grupo Risa como el ‘Cágate en el Estatut… desde el supermercado’: “Sé tú también un auténtico caganer y cágate en ZP, Rovira y en el Estatut. ¿Cómo? Por ejemplo, en el supermercado, comprando los productos que te indicamos”, se difunde por Internet junto a una lista de productos catalanes y sus correspondientes sustitutos ‘españoles’ y explicaciones como “si Cataluña es rica y próspera es gracias a que trabaja en un gran mercado de cuarenta millones de consumidores”. “No pedimos ‘boicot’, sólo informamos a los ciudadanos sobre el origen de los productos”, se excusan.

Federico, fiel a su estilo, ni siquiera hace ademán alguno de suavizar su discurso, sino que su dureza es aún mayor contra los dirigentes catalanes, en especial los de ERC: “Lo que se denuncia es una dictadura de verdad, un terror cierto. Acaso mayor ahora, con Maragall y Bargalló, que con Franco (…) Desde Bargalló en la Generalitat al amanuense de Puigcercós en el subvencionado Avui, todos esos terroristas que nunca se han arrepentido de serlo y que sólo han cambiado por conveniencia las pistolas por los discursos, anuncian su voluntad de retomar el chantaje, el secuestro o el crimen contra cualquiera que se atreva a llevarles la contraria” (‘Los terroristas con los que ya ha pactado Zapatero’, Libertad Digital, 02/07/2005. Anexo documental número 49), “Tampoco hay que olvidar que en el partido de este sujeto (Rovira) figuran terroristas de la supuestamente extinta Terra Lliure que, como nunca se han arrepentido de sus crímenes ni han pedido perdón a las víctimas, quizás deberíamos considerar sólo en tregua táctica. Su jefe político era, según creo, Puigcercós. ¿Estará refundando otro ‘Comando Madrid’?” (‘Zapatero I, El Liberticida’, Libertad Digital, 03/11/2005. Anexo documental número 50), “Ha llegado a tal punto la Catalonia post-pujolista y tripartita que sería más justo rebautizarla ‘Corruptonia’ (…) La batasunización de esta ‘Corruptonia’ es total. Y si ese cuerpo gangrenado y gangrenoso que parece disfrutar corrompiéndose y corrompiendo sigue siendo la clave del Gobierno de España, adéu Espanya” (‘Corruptonia is not Spain…yet’, Libertad Digital, 18/11/2005. Anexo documental número 51), “La Esquerra Republicana de Cataluña, el partido separatista aliado de ETA (…) ¿Cuántos pistoleros de Terra Lliure hay en la dirección de Esquerra? ¿Cuántos en el grupo parlamentario? ¿Cuántos en el Ayuntamiento? ¿Cuántos en la Generalitat? ¿Cuántos en el Gobierno de Cataluña?” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 13/06/2005), “Lleno de pistoleros sin arrepentir como lo está la Esquerra Republicana (…) Puigcercós ¿era terrorista o sólo era el brazo político de los terroristas? Este Otegi de la ETA catalana” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 14/06/2005), “¿Quién nos defiende de estos tíos? Estos no es que sean matones, es que algunos han sido asesinos. ¿Cuántos terroristas sin arrepentir hay hoy al frente de ERC? Y desde luego yo personalmente entiendo que las amenazas de Carod-Rovira son amenazas de la ETA” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 15/06/2005).

Ante estas acusaciones, una delegación oficial del Gobierno catalán acude inicialmente al Vaticano el 23 de noviembre para presentar una queja formal por los contenidos catalanófobos de la cadena COPE. Días después, el 5 de diciembre, Carod, Puigcercós y ERC demandan civilmente, aunque sin descartar futuras acciones penales, a Jiménez Losantos y a la COPE por vulneración del derecho al honor y a la propia imagen. ¡Por fin! El Juzgado de Primera Instancia número 22 de Barcelona admite a trámite la demanda el 12 de enero y el proceso judicial ya está en desarrollo. Esta es la segunda demanda que recibe Losantos, pues el ciudadano Ricardo Royo-Villanova ya le había denunciado el 6 de octubre ante la Fiscalía General del Estado por acusar al Rey de amparar un supuesto golpe de Estado del PSOE y los nacionalistas catalanes al acordar la reforma del Estatut.

La fijación de Federico con Cataluña proviene, además del lamentable atentado que sufrió, de la curiosa interpretación del inicio de la dictadura franquista que defiende Losantos y sus adláteres ideológicos, para los que la guerra comenzó en octubre de 1934 con la sublevación de la izquierda y el nacionalismo catalán. Por tanto, para él, la Guerra Civil fue “una lucha a la desesperada de la derecha religiosa, política y social para evitar una aniquilación por una izquierda sectaria y decididamente revolucionaria” (La Ilustración Liberal, 17/12/2000). Y, por supuesto, la derecha franquista fue quien trajo la transición a la democracia en 1977. Más recientemente, hablar en Libertad Digital de “el sangriento golpe de Estado de su partido, el PSOE, contra la legalidad republicana, verdadero origen de la Guerra Civil por ellos buscada y, afortunadamente, perdida” (‘Zapatero y el Rey de los otros’, 12/10/2004, anexo documental número 52), tras insultar gravemente al presidente del Gobierno (“Talante, no sé, y talento, quién sabe, pero sectarismo de la peor condición, guerracivilismo de baja estofa y cainismo hasta decir basta le sobran a Zapatero”). “Este es un país lleno de complejos y engañado hasta la médula por una generación de historiadores farsantes”, dice en El Mundo el 6 de noviembre de 2002. Muy bien Federico, para solucionarlo lo primero es reconocerlo.

Un año después, el 1 de octubre de 2005, no sólo se extiende aún más en su tergiversación de la historia, sino que acusa directamente a los representantes políticos de los gobiernos central y catalán democráticamente elegidos de dar un nuevo golpe de Estado en Cataluña. En un artículo titulado ‘El nuevo Golpe de Estado PSOE-ERC’ y antetitulado ‘1934-2005: setenta y un años después’ (Libertad Digital, anexo documental número 53), la sarta de acusaciones de Don Federico no tiene parangón la prensa mundial: “Dada la decadencia del magisterio y la bancarrota de la enseñanza, no es de extrañar que la historia no haya servido para aprender nada del golpe de Estado contra la legalidad republicana perpetrado en octubre de 1934 por el PSOE y ERC. Al revés, los que han aprendido son los golpistas, que esta vez lo han hecho muchísimo mejor (…) Estamos, pues, ante un golpe de Estado perpetrado desde el Gobierno de Madrid y desde el Gobierno y el Parlamento catalanes contra el Estado y contra la Nación española, fuente de su legitimidad, pero perpetrado desde el Poder y no desde la oposición. Es la liquidación de la legalidad constitucional y de la soberanía nacional, pero a manos de quienes juraron y tienen la obligación legal y moral de defenderlas (…) Ha empezado una deriva irresistible hacia la balcanización de España, hacia su disolución en un caos de repúblicas insolidarias, de egoísmos miserables, de aldeanismos mafiosos, de falsificaciones históricas y crímenes morales (…) Este Golpe de Estado cuenta también, como el de entonces, con el respaldo del Rey”. Insisto, ¿de verdad nadie conoce la dirección del Juzgado de Guardia más próximo?

Y no se crean que es el único artículo de este estilo escrito por el señor Jiménez Losantos, sino que acusaciones muy similares se vierten en ‘El proyecto golpista de Zapatero’ (“El Partido Socialista Obrero Español que presuntamente dirige Rodríguez Zapatero ha suscrito en Cataluña a través del PSC y está defendiendo como propio en toda España un proyecto golpista, antidemocrático, separatista, ilegal, ilegítimo y liberticida (…) Con el proyecto separatista catalán o ‘Plan Roviretxe’, Zapatero ha puesto al PSOE contra la democracia española. O sobra el PSOE o sobra Zapatero”. Libertad Digital, 14/12/2003, anexo documental número 54) y en ‘Lo que sea y algo más’ (“Pero que Zapatero esté dispuesto a cargarse el régimen constitucional para respaldar a Maragall linda con la alta traición, si semejante traición no discurriera al nivel de las alcantarillas. Zapatero está apuñalando por la espalda la soberanía nacional (…) Empieza a hacer honor a las atroces circunstancias que le llevaron al poder”. Libertad Digital, 26/09/2005, anexo documental número 55).
El 21 de enero de 2006 Zapatero llega a un acuerdo con Convergencia i Unió sobre la reforma del Estatut de Cataluña, acuerdo del que sale, según Don Federico, un nuevo “Régimen de Medianoche”: “En la oscuridad más absoluta, en las tinieblas más negras que haya conocido nuestra política desde hace muchos años, se ha consumado la traición a España del que juró ser el primero en defenderla, el presidente del Gobierno. Porque lo que desde la medianoche del 21 de enero de 2006 ha puesto en marcha el inquilino monclovita es ni más ni menos que el mecanismo de relojería que debe provocar la voladura controlada del régimen y la liquidación de la Constitución por su base, la Nación española (…) En la medianoche del 21 de enero nació un nuevo régimen, abiertamente revolucionario y redomadamente hipócrita, que se finge representante democrático del pueblo para despojarlo de su soberanía. La transparencia da paso a la opacidad, el Parlamento a las tenidas nocturnas, la luz de la democracia a las tinieblas de la tiranía. En el país donde todos los gatos son pardos (Losantos compara continuamente a las juventudes de ERC con los ‘camisas pardas’, las juventudes hitlerianas), ha nacido el Régimen de Medianoche, una forma posmoderna de dictadura” (‘Amputación política y anestesia mediática’, Libertad Digital, 22/01/2006. Anexo documental número 56).

Cada vez más catastrofista e incendiario, Jiménez Losantos pinta un panorama realmente sombrío para el futuro de España, a través de artículos como ‘Zapatero y el golpismo posmoderno’ (“El PSOE se ha instalado en una auténtica subversión permanente del orden democrático (…), en un radicalismo izquierdista apoyado en separatistas y comunistas cuyo objetivo inmediato es destruir al PP y cuyo resultado inevitable es destruir la democracia, puesto que sin alternativa no hay democracia y el régimen de partido único ya lo conocemos por sus frutos mexicanos. O andaluces. O extremeños. O vascos (…) Y eso es instalarse en un golpe de Estado permanente. Posmoderno, pero golpe. Ante nuestros ojos, el Gobierno que debería defenderla prepara ya la voladura de España”. Libertad Digital, 09/05/2005, anexo documental número 57), ‘Un ambiente de fin de Régimen’ (“El régimen constitucional español nacido en 1978 está muerto. Aún no hay fecha exacta para el entierro, pero el cadáver está siendo velado por una derecha atormentada, un centro tan despistado como acostumbra y una izquierda entre piafante y perpleja, que no se atreve a cantar victoria porque salvo el triunfo del sectarismo no hay nada que cantar (…) El acuerdo más infame que presidente español alguno haya firmado con otros conciudadanos, puesto que su fin es desmantelar nada menos que la propia España. Se acaba con la igualdad y la solidaridad. No importa: la Izquierda traga. Se acaba con la nación y con la libertad. No importa: la Izquierda traga. Se va a perseguir oficialmente en Cataluña a los que usan el idioma común, por añadidura los españoles de origen más humilde. No importa: la Izquierda traga (…) Y es que, haga lo que haga, no importa: la Izquierda traga. Ahora, Cataluña. Mañana, el País Vasco. Pasado mañana, Galicia, Canarias, Andalucía… hasta el colapso del régimen y la crisis terminal de la propia España”. Libertad Digital, 29/01/2006, anexo documental número 58), ‘El despotismo que viene’ (“Las premisas básicas de este régimen naciente son dos: la aceptación de una legalidad ferozmente dictatorial en Cataluña y la creación de un régimen vagamente confederal en el conjunto de España (…) El PRISOE ha iniciado el cambio de régimen en España y por caminos tortuosamente antidemocráticos (…) La terrible máquina de manipulación que la izquierda y sus socios nacionalistas han conseguido, en buena parte por la indiferencia ideológica y mediática del PP de Aznar, va a emplearse a fondo para que los españoles acepten su liquidación como tales, para que respalden la eutanasia activa de la que serán objeto, como si de una liberación y no de un crimen se tratase. Todo el que no se someta a este despotismo balcanizante que tiene su modelo en la Cataluña del Cuatripartito y que el PRISOE aspira a implantar en toda España será tachado de antidemócrata, golpista, franquista, facha y las lindezas habituales de esta izquierda momificada y sin embargo corrompida. Zapatero pretende imponer a traición, con premeditación y alevosía un nuevo régimen en el la media España que representa el PP quede fuera del juego político. O se hunde Zapatero, o se hunde la Nación”. Libertad Digital, 11/01/2006, anexo documental número 59).

“Por eso, tras el debate del Estatut, (Zapatero) ha dinamizado el pacto constitucional, lo ha hecho volar por los aires, dejando claro que para él lo fundamental son los aliados separatistas contra media España. Y, por lo tanto, se acabó el régimen constitucional. Yo no sé si va sobrevivir España, o con qué limites. Y tampoco con qué régimen (…) En un par de años o esto se ha roto del todo, o estamos en una dictadura a la mexicana, o hemos tenido una crisis balcánica”, afirma en una entrevista publicada en El Mundo el 6 de noviembre del año pasado. ¡España se rompe, España se rompe! Pues si es su España carca, retrógrada y reaccionaria, que se rompa.

Pero claro, Don Federico El Protector no lo puede permitir, y enaltece desde sus escritos las bajas pasiones de los dementes ultraconservadores de este país, que encuentran lugar en los foros digitales para demostrar que no todos los seres humanos tienen cerebro y, lo que es peor, corazón. “No hay alternativa: o la izquierda que quiere disfrutar del poder legal persigue a la izquierda golpista o la derecha tendrá que actuar en consecuencia” (‘La izquierda liberticida’, Libertad Digital, el 25 de marzo de 2004, sólo catorce días después de la mayor masacre de nuestra historia. Anexo documental número 60). “Ya que el presidente del Gobierno está respaldando esas fechorías, habrá que pensar algo contundente para defendernos” (Diálogo en Libertad Digital el 30 de noviembre de 2005). Son algunas de las frases ‘pacifistas’ y ‘conciliadoras’ del señor Losantos.

“Herrera y Del Olmo son unos maricomplejines, los españoles de verdad queremos gente de derechas como FJL”, “Ay ZP, que poco te queda. A no ser que haya otro atentado con 200 muertos, aunque creo que esta vez no vas a tener esa suerte”, “César Vidal y Federico Jiménez Losantos son dos faros que nos guían en esta trascendental hora para nuestra amada patria y si los asesinos del PSOE les hicieran algún daño sería el inicio de la GUERRA CIVIL EN ESPAÑA”, “Querido Federico, eres DIOS en ESPAÑA, pero pronto serás un mártir español como Miguel Ángel Blanco porque los sicarios del PSOE ya dieron orden de búsqueda y captura contra ti. Yo daría mi vida a cambio de que te respetarán tu libertad de decir una verdad que los asesinos del PSOE se niegan a oír. Si algo le pasara a FEDERICO, todos sabremos que el asesino sería el PSOE aunque usara peones vascos o marroquíes para desviar la atención como en el 11-M. Al PSOE y sólo al PSOE pediremos responsabilidades los patriotas españoles si algo le pasa a este mito en vida de la nación española. No te acobardes, FEDERICO, pues eres la luz que nos ilumina. ¡VIVA ESPAÑA!” y “Que en La Moncloa tenemos a un criminal lo sabemos todos los españoles desde tiempos del GAL. Tanto Felipe González como Zapatero no han tenido ningún escrúpulo en matar para subir al poder ilegalmente, uno con el GAL y otro matando a 192 españoles para cobrar su nómina del Estado. Ahora Zapatero quiere cerrar la COPE y asesinar a Federico Jiménez Losantos, ni que decir tiene que los patriotas españoles responsabilizaremos de lo que pase a Zapatero, su familia y toda la cúpula del PSOE que haya gobernado desde 1982. Si lo patriotas no hemos hecho justicia con el asesino de Zapatero es porque Federico no lo ha pedido, pero no porque no le tengamos ganas a los mariconpsoes. Son innumerables los golpes de Estado que ha dado la izquierda fascista que nos gobierna desde el GAL, 11-M, 13-M, 14-M, golpe judicial… La izquierda piensa que porque tiene el monopolio de los medios de comunicación ya puede borrar los asesinatos y la sangre derramada, pero la NACIÓN ESPAÑOLA no olvidará nunca a sus verdugos y tarde o temprano hará justicia” son algunas de las respuestas (las que incluyen alguna palabra entre tanto insulto) de sus seguidores en los foros digitales.

“Oh, Fegueguico, eres el nuevo Quipo de Llano de esta España católica tomada por rojos, masones e invertidos. Dales caña, gaséales, incinéralos, como buen nazi que eres, y nunca permitas que uno de esos curas que te pagan ose criticar alguna de tus opiniones, pues para nosotros, pueblo rendido a tu superior inteligencia, son como el oráculo al que debemos acudir para guiar nuestra conducta. Que el Führer de Quintanilla te guarde. Viva Fegueguico Jomeinez Losantos y la COPE Borroka”, les rebate otro internauta. “Lo único crispante que tolero como desayuno son mis Chococrispis”, apunta otro con sarcasmo.

Ya el 23 de octubre de 1997, en los comienzos de Losantos, El País publica una carta al director en la que Vicent Sales i Mateu escribe que “Entiendo que esté orgulloso de ser español, aunque creo que en realidad lo que tiene es la suerte de ser español, porque con sus tesis lingüísticas, tan cercanas al enfrentamiento civil, si en lugar de español fuera serbio, ahora estarían procesándolo como ideólogo de la limpieza étnica por crímenes contra la humanidad en un tribunal internacional de justicia” (‘La suerte de ser español’, anexo documental número 62). Y eso que aún era un ‘yogurín’. Más recientemente, el 30 de octubre de 2005, y esta vez en un editorial, El País afirma que “precisamente porque se trata de sustituir la confrontación social por formas civilizadas de diálogo y de reflexión, resultan censurables las actitudes que intentan convertir la discrepancia en enfrentamiento y sustituir la argumentación por la apelación a las bajas pasiones” (‘La línea roja’, anexo documental número 63). “Hemos visto en demasiados lugares el papel decisivo de los medios y de la radio en particular en la construcción del odio. Cuidado con los aprendices de brujo. La derecha está bordeando la línea roja que marca el paso de la convivencia a la confrontación y algunos medios la han pasado hace ya muchos días. No es verdad que todo valga para sacar al Gobierno del poder, ni para defender supuestamente la unidad de una patria que nadie a puesto en peligro”, concluye.

-“La aceptación de un cargo de índole redaccional implica también la asunción por el interesado de los compromisos morales y profesionales exigidos por el Ideario. El menosprecio, la hostilidad, la incongruencia profesional y el silencio sistemático o reiterado sobre los mismos, cuestionarían, en principio, su permanencia en el servicio, a salvo siempre su persona de cualquier arbitrariedad no contrastada”, Sección B, Apartado III
Como hemos visto, los contenidos de la cadena COPE en general, y del programa de su periodista estrella en particular, convierten el Ideario inspirador de la emisora en simple papel mojado. Entonces, ¿por qué toleran los obispos incumplimientos tan flagrantes de su Ideario? Porque gracias a la magnífica campaña que le han hecho sus adversarios políticos situándole como El Defensor de la libertad de expresión, sus datos de audiencia, aún no superando a la SER, son realmente buenos y ya es la segunda cadena nacional (eso sí, magnífica la provocadora campaña de la SER imitando la Capilla Sextina y apelando al imaginario colectivo católico para, a través de cuatro ángeles con distinto estado de ánimo, representar su liderazgo. Eso es rivalidad sana y no insulto fácil). Y claro la publicidad es lo que tiene, que nubla el cerebro de cualquier dirigente de un medio de comunicación.

“La programación ha funcionado y para la próxima temporada buscamos la continuidad. Somos optimistas y creemos que podemos mejorar, pero no a cualquier precio, sino con calidad. Los contenidos mantendrán (¿?) el respeto a los estatutos de la cadena y la libertad para los comunicadores”, expresa Rafael Pérez, consejero delegado de la COPE, el pasado 19 de septiembre de 2005.
¿Y Jiménez Losantos que piensa de todo esto? Pues muy sencillo. Que le acusan de incumplir el Ideario de su cadena, pues rápidamente encuentra una respuesta exculpatoria: “El Ideario yo lo resumo en una cosa: ser honrado intelectual y materialmente” (Libertad Digital, 30/11/2005). Vamos, que le piden un café y él trae un refresco porque para algo es Don Federico Jiménez Losantos.

“Soy oyente de la COPE desde hace tiempo. Soy católica, pero no comparto la dinámica en la que se ha metido el programa ‘La Mañana’ y desde luego no puedo comprender como los obispos permiten algo tan burdo, hiriente y falto de valores. La Conferencia Episcopal debería reflexionar”, puede leerse en un blog digital. “Conforme, pero deben dar ejemplo sus eminencias como pastores y propietarios de la emisora de radio COPE, que con su contumaz y feroz crítica política, diurna y nocturna, día a día, mes a mes, año tras año, colabora activamente al contubernio del acoso y derribo. Piden objetiva información: empiecen por su emisora en sus tertulias radiofónicas, de cuyos ayatolás no quiero acordarme”, escribe Luis Gómez en una carta al director de El País que bien podría ser de esta época, pero que fue publicada el 10 de marzo de 1995 (‘Dar ejemplo’, anexo documental número 64).

Sin embargo, el 20 de mayo de 2005 el contrato de Jiménez Losantos era renovado al alza por unanimidad en el comité ejecutivo de la COPE. Días después, el 6 de julio, la Conferencia Episcopal Española, ya con el ‘progresista’ Blázquez al frente, deposita también su confianza en el periodista turolense tras convertirse en “el periodista más influyente de España desde los micrófonos de la cadena COPE”. Por su parte, el cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, se suma al apoyo de Losantos el 8 de noviembre: “Siento una gran alegría al ver cómo la cadena COPE, lo que se dice en la emisora, no pasa desapercibido. Yo aplaudo a la COPE, escucho la COPE y desde luego creo que está haciendo un enorme servicio a la democracia y a la verdad”.
Pero el más ‘divertido’ es el asesor religioso y director del programa de la emisora episcopal ‘Es domingo’, Manuel Bru, quien el 1 de noviembre de 2005 no duda en sentenciar que “la Conferencia Episcopal es la única institución que se cree de verdad lo que dice su doctrina sobre los medios de comunicación, es decir, que cree en la pluralidad y en la libertad de sus comunicadores. Por eso es la única emisora de radio que aplica el principio del periodismo moderno, el informativo que sustituye al panfletario, y que distingue entre información, opiniones y opinión editorial”.

Críticas desde dentro también ha habido, sobre todo desde el Obispado catalán (sólo 11 frente a los más de 70 presentes en la Conferencia Episcopal nacional). ‘Los obispos catalanes admiten su impotencia para frenar a la COPE’, encabeza una información de El Periódico de Catalunya (30/10/2005) según la cual los obispos catalanes no son “nada optimistas” para detener el “descrédito eclesial muy grande” que se produce cuando la emisora contraviene abiertamente los principios evangélicos. “Aparecemos como gente incapaz de frenar a un señor, Jiménez Losantos, que ni siquiera es católico, sino que dice que es agnóstico”, explican. El 9 de noviembre el obispo de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) pide que Losantos “abandone inmediatamente un lenguaje no apropiado, por mucha libertad que reconozcamos”, y el 15 del mismo mes el Consejo Presbiteral del Obispado de Girona aprueba un comunicado de condena en el que “denunciamos y protestamos enérgicamente que una emisora que se presenta como Católica, abuse tan descaradamente de la libertad en que se ampara, contradiciendo con su estilo basto y provocador los principios e ideales del Evangelio”. ¿Cómo reacciona Don Federico? Pues con su chulería habitual: “¿Señor obispo, le paga a usted la hipoteca La Caixa? Cambie de dial y escuche Radio Estel, esas emisoras católicas nacionalistas que no oye nadie. ¿Van a predicar una cruzada? Pues a lo mejor no les va nadie” (‘La Mañana’, Cadena COPE, 16/11/2005).

En cambio, como titula El Periódico de Catalunya el 26 de noviembre, ‘Los obispos optan por corregir a la COPE sin hacer ruido’, tras la sesión plenaria de la Conferencia Episcopal Española en Madrid. Según la publicación, los prelados tienen “la firme decisión de acabar con la situación actual” pero sin “fabricar un mártir”. Tres días después, el portavoz de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino, defiende en ‘59 segundos’ que “la COPE es más plural y la línea editorial es coherente y ejemplar”, aunque minutos después dice que “hay cosas que mejorar, que corregir, que no son aceptables”. Finalmente, el 13 de diciembre, el obispo auxiliar de Barcelona, Joan Carrera, denuncia que en la cadena “se dicen barbaridades y les falta el más elemental sentido evangélico; esto no se puede tolerar” y reconoce que en la sesión plenaria “muchos obispos de toda España se pronunciaron a favor de una rectificación de la orientación de algunos programas de la COPE”.

El reciente 2 de febrero el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, reconoce sentirse “ofendido” por contenidos de la emisora “que no respetan debidamente a las personas y a las instituciones”. “La COPE no nos ayuda a nuestro ministerio, no ayuda al papel de los cristianos en la sociedad y crea una defección respecto a la Iglesia”, por lo que “a la Iglesia catalana le continúa preocupando mucho el papel de la COPE y estamos trabajando para que todos los programas de la emisora se adecuen a su Ideario”.

Las asociaciones Eglésia Plural y E-cristians, el teólogo José Ignacio González Faus (“el señor Losantos es un gran insultador, quizá el mejor del reino”), los sacerdotes Quintín García y Juan Pedro Cubero, entre otros, critican sucesivamente el partidismo y el estilo incendiario y descalificador de la emisora católica. El más explícito es el sacerdote y teólogo Benjamín Forcano: “Embebido en su papel de narrador, comentarista, historiador, abogado, sabio, juez, político, definidor y sentenciador de todo lo humano y divino, llega a una larga audiencia. El Sr. Losantos demuestra sentirse por encima de todo el mundo y habla con ilimitada libertad. Nadie escapa a su omnipotente verbo (…) Constituido en Juez Supremo, se dedica a repartir juicios, perdones o condenaciones a otras personas e instituciones (…) ¿Quién en la sociedad recomendaría a un señor así para ser narrador, comentarista y doctrinero de un gran programa radial público? ¿Qué bienes saca la sociedad española de escuchar a diario a un señor que con su palabra se comporta anticonstitucionalmente? ¿En virtud de qué razones o títulos, el Sr. Losantos se siente autorizado a convertirse en guía y sentenciador de toda una sociedad y de quienes la representan? ¿Qué han visto de cristiano los obispos en él para que, a pesar de innumerables quejas e impugnaciones, lo elogian y sigan manteniendo en la COPE?” (‘Losantos, el doctrinero’, Religión Digital-Rumores de Ángeles, 09/11/2005. Anexo documental número 65).

En cuanto a las valoraciones ajenas al estamento eclesial, sirvan como ejemplo dos artículos de Enric Sopena y Carlos Carnicero publicados en elplural.com. “Los obispos españoles han redactado para uso radiofónico un Evangelio nuevo: el del odio y el rencor. Las bienaventuranzas han sido sustituidas por las maledicencias (…) Los valores del cristianismo, que pueden ser compartidos en los sustantivo por creyentes y no creyentes, se han transformado en la COPE en arma de guerra. Han cambiado el susurro de los rezos por la soez algarabía de los insultos (…) ¿Hasta cuándo continuarán los monseñores de España amparando tamaño escarnio?, se pregunta Sopena (‘Cristo, de nuevo abandonado’, 28/10/2005, anexo documental número 66). “Adoro un país en el que la COPE puede ejercitar sus desmanes porque en esa grandeza radica la esencia de una democracia tan generosa como para permitir las barbaridades que desde esa emisora se lanzan todos los días (…) No conozco iniciativa alguna que pretenda el cierre de la COPE y si existiera pueden contar con mi radical oposición. Sólo quiero que la Conferencia Episcopal, es decir la representación institucionalizada de la Iglesia Católica, haga una declaración formal de que es la responsable de la línea editorial de su emisora”, solicita por su parte Carnicero (‘Rajoy, defensor de la COPE’, 01/12/2005, anexo documental número 67).

Por cierto, la última rumorología apunta a que la Conferencia Episcopal habría decidido prescindir de Federico Jiménez Losantos, aunque éste lo iba a disfrazar como una salida voluntaria en busca de nuevos horizontes. “Antoñito, España y yo somos así”, dice a menudo Don Pablo en la serie televisiva ‘Cuéntame como pasó’, así que dudo que Don Federico permanezca mucho tiempo en silencio y sin un micrófono al que proclamar sus ideas.

———————————————————————————————-

Conclusión

Como ciudadano, suscribo palabra por palabra los tres primeros puntos del texto de la ‘Iniciativa ciudadana por la retirada de Federico Jiménez Losantos de La Mañana de la COPE’ (anexo documental número 68):
1. “El derecho a la información corresponde a todos y cada uno de los ciudadanos y a la sociedad en su conjunto. La prensa, la radio y la televisión, así como quienes en ellos desarrollan su labor profesional son los mediadores de este derecho de la sociedad y tienen por ello una importantísima responsabilidad: contribuir a la formación de la opinión pública desde el ejercicio de la información”
2. “La libertad de información es el contrapunto del derecho a la información. Si éste corresponde a los ciudadanos, la primera pertenece a los medios y a los periodistas. La correcta combinación de ambas es lo que da lugar a una información realmente libre y eficaz. Sin el adecuado ejercicio de las libertades de información y expresión por parte de los periodistas y los medios, la opinión pública queda secuestrada”
3. “Sin renunciar en ningún caso a la libre expresión de sus ideas –que es un derecho inalienable, pero también de obligación ineludible, de los periodistas y los medios de comunicación- los informadores deben tomar cierta distancia del objeto de la información para evitar implicaciones personales que les impidan realizar su trabajo con honestidad. Si la objetividad es inexigible por imposible, los ciudadanos sí podemos reclamar a quienes administran nuestro derecho a la información que lo hagan desde la honestidad y con veracidad, y que nos proporcionen todos los datos que necesitamos para formarnos libremente una opinión y poder comprender la actualidad.
Igualmente, estamos en situación de reclamar a los medios de comunicación y a los periodistas que no oculten los legítimos intereses que les mueven, que no utilicen prácticas propagandísticas para condicionar la formación de la opinión pública, que separen claramente la información de la opinión, que no empleen los medios de comunicación como instrumento meramente político, que no contribuyan a la división de la sociedad y al enfrentamiento entre los ciudadanos, y que no caigan en la difamación de las personas”
Asumido todo esto, me gustaría puntualizar una serie de cosas:
– Sus informaciones y no los periodistas son el fundamento de la noticia. Como hemos visto, Federico Jiménez Losantos es un ultraliberal intolerante y reaccionario que expulsa veneno cada vez que abre la boca, pero simplemente es el fiel reflejo de una gran parte de la población del país en que vivimos (ahí están sus audiencias y sus seguidores), a cuyas opiniones y creencias pone nombre y apellido. Un país que ya era así antes de que él llegase a las mañanas. Ojalá el tuviese la culpa de todo, pero no es así.
– A los políticos les va en el sueldo la crítica continua de los periodistas, y si esta crítica sobrepasa los límites de la libertad de expresión recogidos en cualquier constitución (como es el caso en infinitas ocasiones en este trabajo), bien fácil es ir al Juzgado de Guardia y presentar una demanda/querella. A pesar de lo que escribe Fernando Jáuregui en OTR/Europa Press el pasado 18 de noviembre de 2005: “La justa y necesaria denuncia de los escándalos y ‘escandalitos’ políticos –a nivel nacional, sectorial, autonómico o local, que de todo hay- lleva a algún talibán de la comunicación a extremar las cosas y dirigirse contra el sistema, al sectarismo más feroz en aras de sus propios intereses, a la difamación y al insulto generalizados, al matonismo con los enemigos y a la complacencia extrema con el amigo. Y, claro, todo queda impune, porque tampoco es que la confianza en la Justicia sea ciega por parte de quienes podrían demandar o querellarse ante la cascada de ataques que reciben, a veces justos, en tantas ocasiones profundamente injustos. Y es que del mal funcionamiento de la Justicia en un país se derivan todos los otros males” (‘Esto es una vergüenza’, anexo documental número 69).
– Si no es denunciable, allá el comunicador con su conciencia, su ética y su deontología. Y, por favor, dejemos la libertad de expresión en paz. “La libertad, ¿cuántas fechorías se hacen en tu nombre? ¿Cuántas veces olvidamos que eres de todos o no eres? ¿Cuántas…? ¿Cuántas…? ¿Cuántas…? La libertad de información es una niña siamesa que nace soldada al derecho a la información. Tras la cirugía de separación viven las dos o ambas mueren. La información arrendada, sesgada, falaz, arranca de la sociedad el derecho a la información. Un periodista tiene sus ideas y debe expresarlas libremente, de ahí a la mentira interesada media un abismo que más de uno barre a diario. La libertad de información no es de nadie al ser de todos. Muchos son los que apelando a su nombre la mancillan. El recorrido entre un hecho y una noticia está salpicado de cocodrilos. Empresas, administradores públicas o jerarquías religiosas, que pagan sonidos o silencios con sueldos o ingresos publicitarios, amos de emporios informativos interesados en ser poder, opinantes deshonestos, presuntos historiadores… Pero cualquier ley que pretenda regular el trabajo de los informadores supone un riesgo que no debemos correr, aunque haya micrófonos que los cargue el diablo. Todas las mañanas. Toda La Mañana”, firma Joaquín Robledo en Rebelion.org (‘Micrófonos cargados por el diablo’, 04/01/2006, anexo documental número 70).
– Y, sobre todo, no convirtamos a un personaje como Federico Jiménez Losantos en un mártir que enarbole la bandera de la libertad de expresión, libertad que sólo utiliza como coartada para dogmatizar y convertirse en el Gran Juez Periodístico. Ya lo decía Antonio Machado, “es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza”.

Y como periodista, hace tiempo leí una definición de los medios de comunicación: “Los medios de comunicación de masas son un conjunto múltiple de técnicas e instrumentos que permiten la producción y difusión de ideas, y que constituye ya la fuerza más eficaz e irresistible para la creación de una conciencia universal”. Sobre todo me llamó la atención eso de irresistible. ¿Irresistible para quién? Para los dueños del poder político y económico, no hay duda. “El descubrimiento de que la información era una mercancía que podía dar grandes ganancias hizo que afluyese a los medios el gran capital. Los románticos buscadores de la verdad que antes dirigían los medios fueron desplazados por hombres de negocios”; no lo digo yo, sino el famoso periodista Ryszard Kapuscinki en un artículo titulado “El mundo reflejado en sus medios” y publicado en la revista Claves de razón práctica (Madrid, número 92, mayo 1999). Entonces la información “dejó de estar supeditada a los criterios tradicionales de autenticidad y la falsedad. Ahora está supeditada a las leyes del mercado: conseguir una rentabilidad máxima y mantener el monopolio”, continuaba.
Pero no caigamos en la demagogia barata. El periodismo y los medios conforman la industria de la comunicación, y como cualquier industria su máxima aspiración es la búsqueda de beneficios económicos. Ahora bien, existen grandes diferencias con cualquier otra empresa: repercusión social, formación de opinión, culturización, en resumen, educación (¿o así debería ser, no?). Razones suficientes, creo yo, para convertir el negocio de la comunicación en un negocio con conciencia y con un propósito elevado.
Mi amigo Raúl Conde se mostraba desencantado en las páginas del periódico Guadalajara DosMil del pasado 17 de marzo de 2003: “El periodismo anda fatal. Si tuviera que dar un consejo a los ciudadanos, les diría que no se fíen de los periodistas. No porque seamos gente rara, mal preparada o vanidosa que, a veces, también. Que no se fíen sobre todo porque somos personas vulgares, corrientitas, sujetas a los vicios mundanos como cualquier otro mortal. No se fíen pero tampoco nos ignoren. Quizá lo más atinado sea leer a todos, escuchar a todos y ver a todos (aunque la televisión últimamente repugna) y luego sacar conclusiones”. “Ya no hay editores ni periódicos independientes. ¿Cómo va a ser independiente un diario que representa una unidad de negocio en un grupo multimedia que, a su vez, participa del sistema económico del cual dice ser crítico? Imposible (…) Lo único que nos queda, también a los pupilos, siguiendo la cátedra de Manu Leguineche, es la búsqueda del rigor y la honestidad. Lo demás es basura. La de Polanco y su “conchabeo” con el socialismo ramplón. La de Berlusconi y su inaudito oligopolio. La de los grupos locales y sus salarios lacrimógenos. Expreso ahora mi desencanto con este oficio. Lo que tiene de bonito y embriagador se lo ventila, súbitamente, el poder. Político y económico, tanto da. Se huele desde abajo, no hace falta llegar a ningún despacho. Entonces, ¿por qué coño seguimos tantísimos ilusos obstinados en trabajar de este modo, en ganarnos la vida peor que las putas, que por lo menos tienen conciencia de su labor y cobran más? ¿Por qué esta pasión por el periodismo? ¿Por qué este desencanto optimista?”, concluía su artículo.
Afortunadamente, y aunque conceptos como honestidad, responsabilidad social o ética profesional han sido sustituidos en nuestro amado periodismo por otros como sociedad anestesiada o silencio cómplice, aún no me ha infectado el virus del conformismo y el pesimismo. Sigo creyendo que “el inmenso placer de captar algo y expresarlo con palabras precisas, con nuestras propias palabras”, descrito por el periodista británico David Randall, es lo que nos mueve a muchos jóvenes a escoger esta profesión. O quizá sea nuestra afición por expresar nuestras ideas y comentar cualquier suceso controvertido. O quién sabe si de verdad tenemos la intención de cambiar el mundo. Lo que está claro es que, ya sea en la redacción de un periódico, en los estudios de una radio o en el plató de una televisión, debemos ser conscientes de nuestra posibilidad de influir en la opinión pública, lo cual es tanto un privilegio como una responsabilidad.
“Es el compromiso ético con el rigor, la realidad, la investigación de la verdad y el interés general aquello que califica el acto profesional periodístico”, escribía el Defensor del Lector de La Vanguardia Digital el pasado 3 de noviembre de 2002. Todos debemos tratar de desarrollar un periodismo inteligente y basado en los hechos, honesto en sus intenciones y en sus efectos, al servicio de la verdad discernible y de ninguna otra causa, y escrito con claridad para ponerlo al alcance de todo lector potencial. Algunos siguen dudando que se pueda, pero yo me quedo con la afirmación del propio Randall: “Nunca he conocido a ningún buen periodista que no fuera un romántico e idealista”.

NOTA. No me resisto a incluir aquí el poema titulado ‘Oh, Gran Federico, portavoz del Bien y la Verdad’ y firmado por Casto (Religión Digital-Rumores de Ángeles, 11/11/2005, anexo documental número 71):

“Oh, Gran Federico, portavoz del Bien y la Verdad,
de lo Bello y lo Justo, mis oídos no son dignos de escucharte.
Sin embargo, todos los días rezo y escucho tu Evangelio.

Debemos darte gracias por hacer llegar el mensaje
de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana a tantos y tantos fieles,
y por haberte convertido en el azote de los diablos rojos,
los sodomitas, los pecadores catalanes y los demonios judeomasónicos
que desean quebrar la Grandeza de España
a base de atentados, mentiras y manipulaciones.

Deseamos que sigas descubriéndonos la Verdad que queremos escuchar.
Como buen católico, seguiré obedeciendo a mi Pastor sin dudar,
con la Fe como herramienta de Liberación.
Creer es ser libre, seguirte a ti y a Dios es el camino
para llegar al Paraíso que merecemos la gente de bien.

Esperamos el día que llegue tu crucifixión
para convertirte en nuestro nuevo Dios
y llevarte al Ascenso para que te sientes
a la Derecha de Dios Padre, Jesucristo tu hermano y el Espíritu Santo.
El Cielo bramará. Ya se encargará el Opus Dei
de realizar un Concilio Vaticano en que se declare que Dios es uno y cuatrino.

Sigue así, Federico, Rey de Reyes, Liberal y Conservador
(todo es posible para el hijo pequeño de Dios),
Azote del Mal (haces bien en imitar a Cristo cuando echó a los mercaderes del templo)
y Viento Fresco de la Mañana.
No escuches a los falsos profetas
y sigue tu labor de propagación del NeoEvangelio.
Amén.