Sobre la foto gótica
Viernes, 25 de septiembre de 2009.- Como si de la hija de Belén Esteban se tratara, nadie habla de otra cosa más que de la foto de las hijas de Zapatero (¡menuda suerte para el PP valenciano!). Se está vapuleando de forma tan cruel a estas dos adolescentes por la ropa que llevaban en Nueva York, donde, acompañando a sus padres, fueron saludas por los Obama, que me siento obligado a salir en su defensa.
¿Es que acaso es un escándalo que dos adolescentes -sí, esa edad tan complicada- se sientan atraídas por la estética gótica? De pronto, parece como si media España se hubiera vuelto reaccionaria y quisiera cerrar los ojos ante la realidad, que no es otra que los adolescentes en nuestro país, afortunadamente, tienen unos gustos estéticos muy variopintos y casi siempre extremos, como es propio de la edad.
Punks, pijos, góticos, rockeros, lolitas, raperos… Qué sé yo… Ya soy demasiado mayor para poder poner nombre a la cantidad de ´tribus’ que forman los chavales a la hora de vestir. Cuando se tiene 14, 15 o 17 años, el look es una de las cosas más importantes y cada chaval expresa su personalidad y sus afinidades a través de la ropa que elige, o del maquillaje y el peinado que escoge…
Las hijas de Zapatero se han decantado por la estética gótica. Vamos, nada nuevo bajo el sol. Yo que soy un fan declarado de Alaska, y que me he criado ‘casi a los pechos’ de la intérprete de ‘A quien le importa’, entiendo que la elección del negro, del cuero, de las pulseras tribales o de las botas militares ejerza tanta fascinación para cientos de miles de niños y niñas de la edad de las hijas de ZP.
Los comprendo exactamente igual que a los otros cientos de miles que se decantan, por ejemplo, por esa estética ‘fashion’ que lleva a las niñas -sobre todo- a querer aparentar muchos más años de los que tienen, a estar todo el día pendientes de la última marca de moda y a sablear a sus padres para que les compren modelitos con los que intentan emular a una ‘top model’ de pasarela. Me parece algo lógico de la edad; no creo que tenga nada de malo.
Pero por lo que se ve, se lee y se oye, no comparten mi opinión tantos biempensantes a los que les parece que las niñas góticas ‘desentonaban’ junto a los Obama. ¿Existe, acaso, algún libro de Protocolo donde se diga como deben ir vestidos los niños cuando van a ser saludados por un presidente? Yo creo que dice mucho de la personalidad de estas dos chavalas el que no se hayan ‘disfrazado’ de lo que no son para ir a un acto donde iba a estar el hombre más poderoso del mundo.
Igual que cuando veíamos las fotos del hijo menor de los Aznar corretear por La Moncloa nos parecía normal que llevara esas pintas de pijo, me parece igual de bien que si las hijas de los ZP son góticas vayan al Metropolitan vestidas con su ropa. Porque es su padre el que tiene una función pública y el que se debe a unos usos y costumbres más o menos protocolarios, y no ellas.
Y a tanto chistoso que se cree muy ocurrente por comparar a nuestra ‘familia monclovita’ con Los Monster o Los Addams, les recomendaría que dedicaran este fin de semana un rato a ver algún capítulo de cualquiera de las dos magníficas series de televisión que a muchos nos marcaron la infancia.
Estoy seguro de que disfrutarían. Yo aprendí de Lili y Herman Monster que no se puede juzgar a nadie por su apariencia externa. Si eso es lo que Zapatero y Sonsoles Espinosa están inculcando a sus hijas, les doy mi más sincera enhorabuena.