Mondéjar, con denominación de origen
Hace poco leí, no recuerdo en qué periódico, que los de Mondéjar son los catalanes de La Alcarria: trabajadores y peseteros. Yo no llegaría a tanto porque estoy seguro que ni los catalanes ni tampoco los mondejanos –al menos no todos- se quedan cortos en eso de rascarse el bolsillo. Mondéjar es hoy uno de los pueblos con más vida de la provincia de Guadalajara. Es el centro neurálgico de la Alcarria Baja, tiene una superficie municipal de 4.760 hectáreas y se encuentra próxima a otras localidades importantes como Almoguera, Albares o Yebra. Su actividad socio-económica está basada en las industrias autóctonas y en la situación geográfica que ocupa, a 40 Km. de Guadalajara, 70 de Madrid y 35 de Alcalá de Henares. Además, Mondéjar se sitúa muy cerca de dos importantes ejes de comunicación: las autovías de Valencia y de Barcelona. Esta coyuntura privilegiada se verá completada en los próximos años con la consolidación de infraestructuras de primer nivel: el trazado del tren de alta velocidad (AVE) entre Madrid y la frontera francesa y la construcción del nuevo aeropuerto en el vecino municipio de Campo Real.
Economía dinámica
El despegue económico de Mondéjar se debe al carácter emprendedor de sus más de 2.000 habitantes, que es la población estable con la que cuenta en la actualidad. Las industrias se mantienen e incluso se crean otras de nueva planta. La tasa de paro es prácticamente nula, según datos del Ayuntamiento, lo que hace posible la contratación de trabajadores foráneos que llegan como temporeros. Hoy día el número de industrias y de autónomos supera los 200, cuyos negocios están enfocados a los más diversos sectores: servicios, hostelería, alimentación, construcción, agricultura, transporte, etcétera. Este dinamismo convierte a Mondéjar en uno de los pocos pueblos de Guadalajara que son autosuficientes y que, por tanto, no dependen del exterior para su abastecimiento.
En los últimos años, Mondéjar ha alcanzado cotas de popularidad y prestigio gracias a sus vinos, cada día mejor elaborados y más reconocidos. Los vinos mondejanos, dice la tradición, fueron llevados a la corte del rey Felipe II en el siglo XVI, así que no es extraña su permanencia en el tiempo. La producción vitícola tiene como epicentro la Denominación de Origen, concedida hace unos años a los vinos de la zona de Mondéjar, alcanzando los pueblos de Pioz y Sacedón y otros que aportan materia prima: Pozo de Almoguera, Yebra o Zorita de los Canes. El esfuerzo de las gentes del sur de la provincia se ha visto recompensado en la última década con un aumento espectacular de la proyección exterior de sus caldos, que han aportado riqueza y prosperidad y la capacidad de generar empleo, además de una resonancia turística para el pueblo y los alrededores. Los vinos de Mondéjar ambicionan hacerse un hueco en el ámbito nacional, pero ya se han convertido en uno de los productos bandera de Guadalajara, junto a la miel de La Alcarria, los bizcochos borrachos, el cabrito de Jadraque, las yemas de Sigüenza y las setas de Galve, entre otros muchos.
Feria del Vino
Para favorecer el crecimiento comercial de los vinos de la comarca, en 1984 se creó la Feria Provincial del Vino y Agroalimentaria, con sede permanente en Mondéjar. Tenía lugar el primer fin de semana de septiembre, pero este año se ha cambiado a junio para no depender excesivamente de la vendimia. En sus comienzos organizaron el certamen los bodegueros y las industrias agroalimentarias del municipio, el Ayuntamiento de Mondéjar y la Diputación Provincial de Guadalajara. En 1991 se incorpora como organismo colaborador la Junta de Castilla-La Mancha, y desde el año 2000 forma parte del calendario oficial de ferias de la región.
Los productos agroalimentarios de la localidad y de Guadalajara son los bienes y servicios principales de la feria, aunque también se han adherido empresas de artesanía y de servicios. Pero, sin duda, el principal protagonista es el vino de Mondéjar, presente en el certamen gracias a sus principales vitivinicultores productores: Bodegas Mariscal, Cooperativa Santa María Magdalena, Bodegas Tío Cayo, Cooperativa Viña Sacedón y Cooperativa San Donato de Pioz. Hay que destacar también los expositores de miel (pertenecientes al Consejo Regulador de su Denominación de Origen); los cárnicos, como Embutidos Atienza o Embutidos Mondéjar y Rimo, y de maquinaria agrícola, talleres Montejano y Julián Domarco. La feria se celebra en el recinto ferial, inaugurado en 1992, construido por el Gobierno regional y cuya superficie aproximada es de 700 metros cuadrados. El exterior del recinto ocupa 3.500 metros cuadrados y también se utiliza cubierto con una carpa. La feria crece cada año en número de expositores y de visitantes, rondando las 50.000 personas.
Este año la feria llega en mal momento, porque la fuerte helada caída en el puente de mayo ha arruinado la cosecha de vinos de este año. Los pueblos han pedido a la Consejería de Agricultura que declare “Zona catastrófica” a todas las viñas incluidas en la Denominación de Origen. El hielo ha afectado a las 1.600 hectáreas destinadas a este cultivo, lo que provocará que la cosecha sea una de los peores de los últimos tiempos. No se alcanzará la media de diez millones de kilos, se desequilibrarán las añadas y apenas habrá vinos de denominación de 2002. Pese a todo, Mondéjar sigue empeñado en seguir trabajando como mejor garantía de futuro. Para el pueblo y para la uva.