Cambios de estilo
Ni el fresco que venteaba el domingo en mi pueblo logró aventar el estupor que me causó encontrar ese torpedo en la línea de flotación que El País lanzó ese día a Zapatero.
En forma de tromba, en el suplemento salmón de economía, casi veinte páginas dedicadas a derrumbar, punto por punto, toda la acción de Gobierno socialista en esta materia. Retazos: «El Gobierno a la deriva», y la caricatura (textual) de Zapatero como un brumete imberbe sin afeitar y perdido. Subtítulo: La «errática política económica» de Moncloa. Más titulares: «Improvisaciones y falsa retórica» en un artículo de opinión. El Gobierno «da bandazos» en su política económica». El Gobierno «negó la existencia de la burbuja inmobiliaria» hasta que fue evidente. El Gobierno «improvisa una ley» para fundar una nueva economía «en un mitin». «Empresas en peligro de extinción». Y así.
Todo eso seguido, con alarde de titulares y de gráficos con las curvas del paro, el PIB, la inflación, la deuda, el déficit…
Cómo cambian los tiempos y cómo cambia la prensa. El País es de los pocos periódicos que ha defendido la política económica de este Gobierno. Hasta el punto que defendió la ayuda de los 420 euros durante todo el mes de agosto hasta que ya fue imposible seguir defendiéndola. No la ayuda, sino la gestión de la misma.
Ahora, sin embargo, en apenas una semana y tras el estallido de la TDT de pago, la cosa ha cambiado. Y entonces Zapatero improvisa, da bandazos o se convierte en un dirigente errático que no sabe cómo conducir la nave.
El periodista italiano Furio Colombo tiene escrito: «Es útil recordar que en periodismo -al igual que en arquitectura- grandes cambios de estilo siguen a grandes transformaciones estructurales, a grandes eventos económicos». (Últimas noticias sobre el periodismo, Anagrama, 1997).