«Zapatero sonríe; Rajoy, atento»
La portada de El Mundo tiene truco, como casi todas las portadas del mundo, en minúsculas. Además del titular, que escamotea deliberadamente la palabra «social» del gasto que NO anunció Zapatero en su último mitin, sorprenden las dos fotografías principales. Bueno, sorprender sorprenden poco porque la posición editorial sobre el Gobierno y la crisis está ya muy madurada en este periódico. Pero observen el retruécano: frente a un Rodríguez Zapatero sonriente y desenfadado que promete más «gasto» y permanece instalado en la dolce vita de la protección social y el estímulo fiscal, frente a un presidente displicente y demasiado socialista se encuentra un líder serio y concienzudo, Rajoy Brey, un tipo de fiar, un señor honesto de provincias, un líder político que da mal a cámara pero que no hace «extravagancias» y, sobre todo, un dirigente que sí toma en consideración la gravedad de la coyuntura económica.
La confrontación de esta desvirtuada dualidad se me hace grotesca. Quizá demasiado explícita. ¿No creen?
Tiene tanto peso la presentación de estas dos fotos, y muestran con tanta contundencia la línea adoptada por El Mundo, que el editorial de la tercera página quizá resulte prescindible cuando no redundante. Y, por si no quedara claro, lean los pies de foto de ambas imágenes:
La del presidente: «Rodríguez Zapatero sonríe,ayer, en un mitin en Pontevedra».
La del candidato: «Mariano Rajoy atento, ayer, en un acto del PP celebrado en Madrid».
Zapatero sonríe. Rajoy está atento. Y ya está. Así se construye la realidad.