Periodistas

22 diciembre 2005

Ricardo Utrilla, el primer director de ‘Diario 16’

El periodista Ricardo Utrilla Carlon, nacido en Madrid en enero de 1935, falleció en la madrugada del domingo 18 de diciembre en su domicilio madrileño, al parecer, a causa de un infarto cerebral del que no le pudieron reanimar los miembros del Suma que le atendieron.
El Mundo, 20-12-05
José Luis Gutiérrez

En la primavera de 1975, cuando aún faltaban unos meses para que muriera Franco, el autor de este obituario publicaba una historia en un pujante semanario de la época sobre el primer striptease (incompleto) público conocido que tenía lugar en un oscuro tugurio de la Gran Vía madrileña. Ricardo Utrilla fue el responsable de publicarlo y quien firmó mi primer contrato de trabajo como periodista en el Grupo 16 -jefe de la Sección Internacional- en el que entonces era el medio de comunicación más joven, sobresaliente y relevante de la emergente España democrática: el semanario Cambio 16.

Ricardo Utrilla Carlón, 70 años, nacido en Madrid, falleció en su casa madrileña de la calle Orense de un infarto cerebral. Su mujer, la entrañable Chipi, al advertir que su marido se desplomaba, reaccionó con presteza pero apenas pudo ser testigo, pocos minutos después, de su muerte.

Ricardo Utrilla fue esencialmente un periodista y sobre todo un periodista de agencia de noticias. Su formación -tras ingresar en la Escuela Oficial de Periodismo (1955)- se consolidó en las redacciones de dos de las grandes: la española EFE, donde inició en 1957 su actividad profesional, y sobre todo France Presse, donde adquirió, primero en París, como director adjunto de su Servicio en Español y posteriormente como corresponsal en la delegación de la Agencia en Washington, su conocida desenvoltura de profesional políglota, avezado y cosmopolita. Allí, en Paris, conoció y frecuentó a gentes como Mario Vargas Llosa, Xavier Domingo, Juan Tomás de Salas y Carlos Semprún, entre otros muchos, con los que coincidiría años más tarde a lo largo de todo el proceso de la Transición democrática española. Transitó de la Rive gauche parisina al gauchismo algo tercermundista y naif de Felipe González.

Su concepción de la profesión periodística, efectivamente, basculaba esencialmente entonces en torno a los libros de estilo de las grandes agencias de noticias que primaban la información, las cinco uves dobles (los qué, quién, cuándo, dónde, por qué) por encima de otras consideraciones colaterales como el estilo, la buena pluma, etcétera. En 1972 regresó a Madrid de la mano de Juan Tomás de Salas, con quien emprendería la agitada y prodigiosa aventura del Grupo 16, primero como director de publicaciones y, posteriormente, como primer director de Diario 16 -fundado por él en 1976- y como director (1986) de Cambio 16.

Antes, en 1983, tras la llegada del PSOE al poder, fue nombrado presidente de la Agencia Efe no sin suscitar ciertas reticencias en algunos sectores del partido, que consideraban a Utrilla excesivamente profesional y demasiado washingtoniano, en unos años en los que el PSOE prescindía abiertamente de la información para sustituirla, sin el menor sonrojo, por la propaganda más descarada. En 1983 recibió el Premio Nacional de Periodismo a la mejor labor informativa.

En aquel tiempo, el Utrilla presidente de EFE protagonizó un suceso informativo ciertamente ruidoso en los medios profesionales al impedir que el servicio de la Agencia transmitiera a los periódicos una fotografía -que aparecería publicada en muchos medios- de Carmen Romero, a la sazón esposa del presidente del Gobierno, rodando por el suelo tras tropezar en una escalera. La colisión entre sus convicciones profesionales y su condición de presidente de la Agencia estatal suscitó entonces un encendido debate.

Otro episodio singular en su biografía sería la venta de 608 acciones del Grupo 16 (INPULSA) -de las cuales 304 las tenía en usufructo- al Grupo francés Hersant en 1989, que había lanzando una operación de compra, claramente hostil, contra el Grupo de Juan Tomás de Salas. La operación sería anulada poco después por la Dirección General de Transacciones, por lo que decidió vender tales acciones a una sociedad próxima al Grupo 16.

Al no haber recibido el dinero de la compra no consumada, Hersant interpuso una querella por estafa contra Utrilla, que fue admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid.E l letrado Gregorio Arroyo, responsable de la asesoría jurídica del Grupo 16, acostumbraba a comentar jocosamente entonces que era el único caso de alguien que vendía dos veces las mismas acciones. Utrilla siempre aseguró que había «obrado de buena fe en todo momento».

En la actualidad, Utrilla, que permanecía en activo, colaboraba en varias publicaciones, entre ellas el semanario El Siglo.