El viaje vertical
Ya he dicho alguna vez aquí que Enrique Vila-Matas es mi escritor en español vivo y en ejercicio favorito (Delibes ya no escribe). Me parece que es el mejor, por encima de la prosa de Marías, la creatividad de Pérez-Reverte y la lucidez de Millás, por citar tres popes extraordinarios. Pero esto es cuestión de gustos, y acaso ahí estriba el placer de sentarte a leer un buen libro, degustarlo y luego opinar sin tapujos.
Vila-Matas ha escrito mucho y bien, y lo que le queda porque apenas alcanza los 61 años. Tiene una prosa con una honda fuerza expresiva y una originalidad desbordante que hace que muchas de sus obras sean inclasificables. Su último trabajo es Dietario voluble (Anagrama), sublime. Lo que no había experimentado hasta ahora es una adaptación cinematográfica de alguno de sus libros. Hoy publica El Mundo que la realizadora Ona Planas ha llevado al cine El viaje vertical, novela que el autor catalán publicó en 2000 también bajo el sello de Jorge Herralde (Anagrama). La novela es pura fantasía, pero con ribetes de realismo y acidez. Federico Mayol es un septuagenario nacionalista catalán, jugador de póquer, que se ve obligado a abandonar su casa justo al día siguiente de celebrar las bodas de oro con su mujer. Es entonces cuando comienza su viaje iniciático a ningún lugar y sin opción de retorno. Viaja de Barcelona a Oporto, después a Lisboa y, finalmente, a Madeira. Su lugar de destino resulta sorprente y extraño. La paradoja de la novela es que la formación cultural que atesora en este viaje se produce justo a una edad en la que uno suele estar de vuelta de todo. ¿Qué significa? Los críticos sostienen que, en el fondo, el autor describe el drama de la generación de españoles que vieron truncada su juventud y su aprendizaje cultural por la odisea de la Guerra Civil y el régimen posterior.
La película que adapta El viaje vertical, por lo que leo en los periódicos, se ha presentado este fin de semana en el Festival Internacional de Cine de Las Palmas. Vila-Matas ha dado su plena aprobación. El guión -dice- ha sido fiel al relato original. Habrá que estar atentos a su estreno porque, si consigue igualar la calidad de la novela, seguro que estamos ante una gran película. O eso espero.