«Ningún ayuntamiento de Guadalajara se ha ofrecido para instalar el almacén de residuos nucleares»
¿Por qué es necesario construir un único almacén de residuos radiactivos?
En los planes de residuos radiactivos que se presenta al Gobierno cada cuatro años, siempre se ha estado planteando la necesidad de construir un almacén temporal en un solo emplazamiento, por razones económicas, es más barato tener un almacén que siete; por razones de seguridad, es más seguro después del 11-M vigilar un solo emplazamiento, y luego por razones logísticas para la salida de combustible.
Es más seguro concentrar los residuos en un solo lugar, pero el aumento de su volumen quizá contribuye a lo contrario, ¿no?
En total, cuando esté acabado el almacén, habrá alrededor de 7.200 metros cúbicos de combustible gastado. La concentración será solo en un lugar, pero no tiene ningún riesgo porque es una instalación pasiva. Esto es lo que hay que intentar explicar: un almacén de residuos no es una central nuclear.
¿Cuáles son las razones técnicas en las que se apoya para promover el Almacén Temporal Centralizado (ATC)?
Además de las económicas, de seguridad y de logística, es que deberá existir una instalación tecnológica avanzada que permita el tratamiento del combustible para dos cuestiones: para saber como puede evolucionar en el futuro, y porque también en una sola instalación tendrá que haber una celda caliente, es decir, un lugar que si en un momento determinado, si en uno de los contenedores que tiene el combustible hay una fuga o una bajada de presión, tienes que abrir el contenedor y sacar el combustible. O sea, que hace falta una sola instalación técnica con una celda caliente. No puede haber siete, supone un coste inasumible, cada una cuesta 50 millones de euros.
¿Es más peligroso tener al lado una central nuclear o un almacén de residuos?
Yo considero que las dos cosas no tienen ningún peligro, puesto que las medidas de seguridad con las que se construye una central y un ATC, hace que el riesgo sea asumible. La única diferencia, si tuviera que decir una más peligrosa que otra, diría que un almacén es una instalación pasiva, es decir, que no puede haber ninguna reacción en cadena, no puede explotar. Mientras que en una central puede haber ese riesgo, como sucedió en Chernobil.
Haga pedagogía del ATC. ¿Quién lo impulsa y por qué?
Es algo impulsado por la necesidad de tener una instalación que permita recibir el combustible gastado que está en Inglaterra y Francia, sabiendo que se hizo en Garoña, en 1982. Uno de los compromisos es que a partir de 2010 tiene que volver uranio y plutonio, no puedes almacenarlo en ningún otro lugar que no sea un almacén centralizado. No se puede mandar a una central concreta, no se puede tener por ahí perdido. Luego además el impulso del almacén se debe a razones técnicas de la empresa, siempre pensamos que es más lógico y barato. En el Parlamento, el año pasado, se firmó una resolución por todos los grupos políticos, y digo todos, instando al Gobierno a construir un almacén centralizado, que es una instalación racional y europea.
¿En qué países del entorno de España está ya instalado?
El más cercano, Francia, pero también hay en Inglaterra, Alemania, Suecia y Holanda, cuya instalación nos está sirviendo para mostrar a los diputados y senadores como sería el almacén de aquí. Se quedan sorprendidos por lo que es: un almacén es una instalación industrial, y puede estar en un polígono industrial, como puede ser el de aquí de Guadalajara, codeándose con el tío de la ferralla, con el del automóvil, con lo que sea.
¿Y segura cien por cien?
Sí, sí. Desde el punto de vista práctico y económico, se había pensado también en un almacén geológico profundo porque no se vislumbraba ninguna otra solución a los residuos nucleares. Se decidió: enterrémoslos. La proposición más lógica es que si se construye el ATC, significa que durante 100 años tú estás con el combustible a la vista del público, pudiendo pasear por allí porque no tendrá ningún nivel de radiación, y estás dando paso a que la investigación del futuro encuentre otra solución que no sea el enterramiento, por ejemplo, reducir el volumen de los residuos radiactivos en un 95% y la actividad en más de un 50%. Si en el futuro fuera necesario hacer un enterramiento, los costes no serían iguales que ahora.
¿Cómo funciona el ATC técnicamente?
Es una nave industrial en la cual llegarían los camiones con el combustible metido en los contenedores, como los que hay en Trillo, parecidos. Hay dos alternativas para colocarlos: o en bóvedas, o como hacen en Estados Unidos, los clavas en el suelo en una plataforma de hormigón. La radiactividad será cero.
Muchos de los residuos almacenados tienen miles de años de vida. ¿Es posible reducir la vida de este material?
Sí, mediante la transmutación que ya he dicho. El almacén va a llevar junto a él un centro de investigación internacional con unos 150 o 200 científicos que investigarán con los residuos.
¿Qué coste y qué plazos tiene el proyecto?
El coste estimado ahora mismo es de 400 millones de euros de construcción, más el centro de investigación, que será unos 200 millones de euros. La solución alternativa planteada en el futuro, que sería el almacén geológico profundo, las cifras que manejábamos son alrededor de 2000 millones de pesetas, sin saber si iba a ser posible que el coste coincida con el presupuesto. El plazo, si todo va bien, y existe consenso entre todos y el Gobierno decide que se construya en un sitio, tardará cuatro años para se ponga en marcha. El almacén se construirá en cualquier lugar, excepto cerca de un pantano o de una riera, es decir, donde haya agua. Tiene que ser un sitio plano.
¿Cuáles son las localidades que baraja Enresa para instalar el ATC?
Pues como Enresa no puede decidir este tema por sí misma, lo que está es la espera de que se ponga en marcha el proyecto Cougam, que permitirá desde un punto de vista metodológico y científico elegir el emplazamiento. Nosotros no tenemos preferencia por ningún lugar. Sirve cualquier sitio de España.
¿Bastará el apoyo de un ayuntamiento o deberá contar con el consenso de su Administración regional y del Estado?
Esto es una instalación nacional, y por tanto es necesario el apoyo de todas las instituciones. Tiene que conseguirse el máximo consenso, incluidos los movimientos sociales para designar la ubicación. El proyecto Cougam ya se ha utilizado en Europa para emplazamientos que nadie quiere. La decisión se tomará cuando el Parlamento decida. No le corresponde a Enresa.
¿Cuál es el calendario previsto?
Nosotros hemos presentado el plan de residuos. El Gobierno lo está analizando. Si se apruebe, entre finales de año y principios, empezaríamos con el proyecto Cougam inmediatamente. Luego el plazo dependerá de la cantidad de ayuntamientos que se presenten. Hay doce ayuntamientos que ya se han ofrecido para ubicar este almacén sin saber muy bien de lo que están hablando.
¿Algún ayuntamiento o alcalde de la provincia de Guadalajara se ha puesto en contacto con usted para ofrecerse como candidato entre esos doce que usted indica?
Pues no, ninguno, quizá porque no conocen todavía bien el proyecto. Aunque algunos ayuntamientos de Guadalajara lo conocen porque participaron en el proyecto Cougam. De hecho, el alcalde de Trillo ha sido presidente de la Asociación de Municipios Afectados por Centrales (AMAC) hasta este mes de julio.
Usted dijo en una entrevista publicada en el diario El País que “hay alcaldes a los que no les asusta hablar de tener un almacén de residuos nucleares” [16-05-05]. Pero ahora dice que estos alcaldes no conocían mucho el proyecto. ¿Luego no tienen miedo porque no conocen el proyecto o porque están convencidos de que no supone ninguna clase de riesgo?
No tienen miedo en hablar de una instalación como ésta, en el sentido de que todavía no conocen el proyecto como nosotros en Enresa tampoco lo conocemos hasta el final. Los alcaldes nos dicen que, en un principio, por el tema de las compensaciones, les interesa. Luego ya hablaremos, cuando el Gobierno saque una metodología para elegir el emplazamiento. Llamaremos a los que se han ofrecido o los que se presenten y veremos si cumplen las normas, por ejemplo, que esté situado en una llanura, que tenga poblaciones más o menos lejos, que tenga líneas de ferrocarril cerca…
¿La opción de instalarlo en Guadalajara, teniendo en cuenta las dos centrales que funcionan en Zorita y Trillo, es preferente?
No hay ninguna opción preferente porque cualquier lugar de España vale. Tan preferente como mi pueblo de Segovia. Ubicar el almacén en una central nuclear es posible, pero no es determinante.
¿Pero es conveniente?
No tiene por qué. Con las normas que se publiquen, veremos.
Desde el punto de vista técnico, de ahorro de costes, ¿sería preferible que se instalase en una central nuclear?
El único coste que se ahorra es el traslado del combustible que ya tenga esa central. La ubicación de las centrales nucleares se tomó por decisión de un señor que se llamaba Francisco Franco. Si tu decides que los ATIS, los residuos radiactivos, en la centrales, condenas a esas poblaciones que durante los próximos doscientos años ha tenerlo allí ubicado. Los tiempos han cambiado y la decisión será democrática. Este país necesita un almacén temporal centralizado.
¿Las infraestructuras influirán en la decisión final?
Serán un condicionante importante, desde luego. Pero si de repente se decide por parte del Parlamento, que se instale en un pueblo sin infraestructuras, está claro que a ese pueblo le ha tocado la lotería. Le ha tocado por el lado bueno: durante el tiempo de construcción trabajarán 600 personas de la zona y luego las infraestructuras que se crearan.
¿El alcalde de Trillo ha hablado con usted?
Habla conmigo porque además de que fue presidente de la AMAC, es amigo mío. Del almacén no he hablado. No ha ofrecido el territorio de Trillo para la instalación del almacén.
¿El Parlamento mirará con mejores ojos a aquellas localidades que se ofrezcan?
El proceso de elección será democrático. Lo lógico es que, como en Francia, se apunten seis o siete y luego el Parlamento decida. Los pueblos que se han ofrecido no tienen ventaja. De lo que se trata es de cumpla las condiciones.
¿Las centrales nucleares van a tener una participación decisiva en el proceso de elección?
Pues no. Es una decisión de los ciudadanos a través del Congreso.
¿Cuánto dinero recibirá el ayuntamiento elegido?
Hay una orden ministerial que determina que dado el almacenamiento de residuos, los pueblos reciben unas compensaciones. Cuando acabe todo el proceso, el ayuntamiento donde se ubique el almacén centralizado recibirá 12 millones de euros anuales, a partir del momento que esté apagado. Se paga por el volumen que tiene dentro. Y si el lugar requiere de infraestructuras que no tiene, también se harán. El tema de las comunicaciones es importante, lo más lógico es que sea por tren porque caben más contenedores para transportar el combustible.
Si un ayuntamiento se ofrece para instalarlo en su término municipal, ¿ustedes considerarán que el almacén cuenta con el aval de los ciudadanos o pulsarán su opinión de otra manera?
Me imagino que si ese ayuntamiento ha pasado la decisión por el pleno, debemos considerar que sí, que los ciudadanos lo avalan. El proyecto tiene que ir apoyado por todo el mundo, aunque no me cabe duda que habrá movimientos sociales en contra.
¿Lleva retraso la construcción?
Hasta el momento, vamos en hora. Si al final de 2006, no estuviera designado el emplazamiento, ya sí que estaríamos con retraso.
¿Desde Enresa se teme una utilización política del almacén?
No somos quien para juzgar en política, lo que está claro es que una instalación así debe salir del consenso.
¿Considera que en este país se tiene miedo a la energía nuclear?
Creo que hay un gran desconocimiento, sobre la energía en general y la nuclear en particular, que tenemos muchos prejuicios. Es fácil levantar a la gente en contra de lo nuclear.
¿Qué van a hacer para explicar lo que es un ATC?
Enresa va a convertirse, entre comillas, en una gran empresa de comunicación. Una vez que se decida poner en marcha, y que se apruebe el plan general de residuos, estamos pensando en lanzar una campaña de comunicación a todo el país, puesto que puede ubicarse en cualquier sitio, para que los ciudadanos lo conozcan.