Entrevistas

2 octubre 2005

La Universidad de Alcalá es la Universidad de Guadalajara, equiparada en estatus y presupuesto a la de Castilla-La Mancha. Su rector es Virgilio Zapatero Gómez. Nació en un pueblo de la provincia de Palencia con nombre cardenalicio, Cisneros. Estudió Derecho en la Complutense de Madrid y en 1970 inició su carrera de profesor como ayudante de Joaquín Ruiz Giménez y Gregorio Peces-Barba. Asegura que su vocación son las aulas, “no la política”, pero estuvo en ella desde 1982 hasta 1993, primero como secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y después como ministro del ramo. Siempre en los gobiernos presididos por Felipe González. Es socialista militante. Dice que Guadalajara es una maravilla “que no invaden porque no la conocen”. Habla utilizando un tono pausado, con voz baja y, según cuenta, lleva una corbata de color verde “que me regaló Rodrigo Rato”.

“Una universidad no está para restaurar palacios, sino para la investigación y la docencia”

VIRGILIO ZAPATERO, RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ
“El palacio de Pastrana se abrirá cuando sepamos lo que va dentro, debería haberse hecho con más cabeza. No podemos cerrar aulas y bibliotecas para gastar dinero en el mantenimiento de edificios históricos. Estamos hablando con el Ministerio de Economía y el Banco Santander para encontrar financiación” “No vamos a rehabilitar la “Casa de las Niñas” de Atienza. Nuestro compromiso en la provincia está en la capital, Sigüenza y arreglar el problema de Pastrana” “La UAH cumple en Guadalajara la ley regional que nos encomienda la enseñanza superior universitaria”
GUADALAJARA DOS MIL, 16-04-04
Raúl Conde

¿Había pensado alguna vez en ser rector universitario?
No hasta hace dos años. Realmente había pensado siempre ser profesor de universidad. Después en la vida se me atravesó una vocación política que me llevó a ocupar determinados cargos de responsabilidad y cuando dimití de todos los cargos lo que quería era ser profesor de universidad. Nunca pensé en ser rector.

Su trayectoria académica, a tenor del currículum, es prolífica.
Yo terminé mi carrera, Derecho, en 1970, en la Universidad Complutense. Hice mi tesis doctoral con algunos maestros de los que tengo una gran admiración y respeto, como Joaquín Ruiz Giménez, con el que hice mi tesis doctoral. Y, ya más jóvenes, los profesores Elías Díez y Gregorio Peces-Barba. Con ellos empecé a preparar mi tesis doctoral sobre Fernando de los Ríos, un pensador español de la época republicana. Entonces empecé a trabajar como profesor no numerario en la Universidad cComplutense de Madrid. En 1974 me marché de profesor adjunto interino a la Autónoma de Madrid. Ahí saqué mi puesto de funcionario. Y en 1981 dejé la docencia porque un año después fui nombrado secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, y después ministro. En 1993 me retiré de la política activa. Volví a la universidad como catedrático, primero en Almería y, desde 1998, en Alcalá. Aquí espero jubilarme si Dios quiere.

Siempre vinculado al Derecho.
Sí, siempre y dentro del Derecho mi especialidad es la Filosofía Política, Moral y Jurídica.

¿Qué recuerdos tiene de la política?
Fui primero secretario de Estado durante cuatro años y el resto ministro. Como parlamentario he sido miembro de la Comisión Constitucional, presidente, miembro del Consejo de Europa y de la dirección del Grupo Parlamentario Socialista. Guardo muy buenos recuerdos de aquella experiencia. Aparte de ser un honor servir a tu país, fue una ocasión espléndida para aprender, sobre lo que es un Estado, la Administración y los problemas del país, y sobre la naturaleza humana, al conocer a tantas personas.

¿Su vocación es política o académica?
Académica, esta es mi auténtica profesión, la de profesor, la que quise dedicarme desde pequeño. La parte de mi actividad política se debe a las circunstancias de nuestro país. Hubo un momento en que los jóvenes teníamos que dar un paso adelante y asumir la dirección del país. Soy uno más de la generación de la transición. De no haber existido la dictadura, yo hubiera sido previsiblemente nada más que profesor.

¿El hecho de que usted sea socialista, beneficia o perjudica a la Universidad de Alcalá?
Yo soy el rector de todos. En mi equipo hay personas de distintas ideologías, yo no les he preguntado lo que votan unos y otros. Soy el rector de todos los miembros de esta comunidad, profesores, personal de administración y servicios. Sé que aquí hay mucha gente que vota al PSOE, al PP y a Izquierda Unidad, que son los tres partidos que pueden tener representación en esta universidad. Uno no renuncia a sus ideas, pero sí la militancia activa política terminó el día que asumí el rectorado.

¿Cómo influye esta militancia ideológica?
Mire, con el Gobierno del PP tuve buenas relaciones porque el puesto que ocupé en la vida pública era la de Relaciones con las Cortes, y quiere eso decir que mi misión era el diálogo y la negociación diaria con todos los partidos políticos. Me pasé más horas hablando con el Partido Popular e Izquierda Unida que con los propios socialistas. Entonces me quedó un mundo de relaciones personales, más allá de la política, con gentes del PP, de IU y del PSOE. Mire, esta corbata me la regaló Rodrigo Rato [señala la corbata que lleva puesta]. Tengo buenos amigos en la derecha y la política. Eso me permite tener buenas relaciones con el Gobierno del PP y, obviamente, con las personas que parece que van a ocupar los determinados cargos en el Gobierno de la nación. Por ejemplo, mi amistad con Pepe Bono es de hace muchos años, o con Barreda.

¿Qué relación tiene con la provincia de Guadalajara? ¿La conoce?
Pues la conozco y cada vez me parece más maravillosa. Además ahora se la enseño a mi familia y a mis amigos. El otro día nos marchamos mi mujer y yo solos con el coche y le dije: “vas a conocer algunos pueblos que no te imaginas”. Y nos fuimos a conocer Carabias, con ese románico rural que es impresionante. Mire que en mi tierra, en Palencia, hay un románico hermosísimo, pero fue impresionante el de Carabias. Palazuelos es otro pueblo que me sorprendió, que es una maravilla. Atienza, Sigüenza, Pastrana, la arquitectura negra… Creo que Guadalajara es una provincia que no conoce la gente. Si la conocieran, la invadirían.

¿Este conocimiento de Guadalajara es anterior a su nombramiento como rector de la universidad alcalaína?
Me viene de antes la verdad porque tengo algún amigo que tiene allí una finca y los fines de semana íbamos a verle y a comer con él. Además tengo familia, mi cuñado, en Guadalajara. Yo ya iba antes de ser rector y ahora rara es la semana que no voy.

Los asuntos universitarios relacionados con la provincia, ¿los delega en el vicerrector o está encima de ellos?
Los delego pero le aseguro que estoy al día. Él me mantiene puntualmente informado. Nosotros en Guadalajara cumplimos con una obligación que es una ley regional que nos ha encomendado atender la enseñanza universitaria de Guadalajara. Y a mí me gusta cumplir con las obligaciones.

¿Cuál es el proyecto global que tiene la Universidad de Alcalá (UAH) para Guadalajara?
Yo creo que el de garantizar una educación universitaria de alta calidad y, como ya está ocurriendo, que no tengan que marchar fuera o lejos a estudiar titulaciones porque las pueden estudiar allí porque son buenas. Eso primero. Después, atraer a Guadalajara estudiantes de Madrid. Yo creo que los centros de Guadalajara se han consolidado con un buen nivel, como Ciencias Empresariales, Turismo, Arquitectura Técnica, Magisterio… Creo que gracias a la facilidad de transportes que cada vez van a mejorar, con el AVE, va a ser más fácil llegar a la Universidad de Guadalajara que a la Universidad Complutense o a la Autónoma, en tiempo. Y creo que es un punto capital y así lo entiende el Gobierno regional. Vamos a ver como queda el sistema de grados, pregratos, la reforma de las titulaciones y una vez que se clarifique, nosotros veremos qué titulaciones nos interesa tener en Guadalajara.

¿Una de las nuevas titulaciones será la de Ciencias del Deporte?
Estamos detrás de ella, puede ser esa u otra, es una de las posibles. Estamos un poco pendientes de decisiones previas que tiene que tomar el Gobierno, que es el catálogo de las titulaciones nuevas y el decreto de estructuras de titulaciones, si van a ser dos años o cuatro o cuantos. Estamos en un compás de espera.

¿Se ha quedado pequeño el aulario del campus alcarreño?
Todavía no, pero está ocupado, francamente. Ahora el presidente Bono tenía interés en hacer una fuerte inversión, si estábamos dispuestos, para crear más instalaciones educativas, pero yo no he presionado en ese sentido porque prefiero ver como queda el catálogo de titulaciones.

Corríjame si me equivoco: ¿la Universidad de Alcalá tenía comprometido espacio en los terrenos del Fuerte de San Francisco de la capital?
Bueno, el presidente Bono me hizo una oferta en este sentido, pero no se concretó ni seguimos ahondando.

Sabe que esos terrenos dependen del ministerio de Defensa, ¿no?
Sí, sí, claro [sonrisas]. Ahora la verdad es que en este sentido yo estoy encantado con que Pepe Bono sea ministro de Defensa. Por muchas razones. Primero porque será un gran ministro, tiene una experiencia de gestión muy larga, muy acreditada y un sentido común que se necesita cada vez más. Al mismo tiempo, tiene una idea de España que yo creo que va a ser un complemento necesario en estos momentos al Gobierno socialista. Y en un plano más pequeño, de menor entidad pero para mí muy importante, es que conoce perfectamente los problemas de Guadalajara y de esta universidad. Estoy seguro que me ayudará.

¿Cuáles son esos problemas?
Uno de ellos lo tenemos ahí al lado, que son los cuarteles [señala los cuarteles de Defensa contiguos al edificio histórico de la UAH]. De eso hablaré con él tan pronto tome posesión del cargo.

Le noto muy optimista.
Sí, la verdad es que estoy optimista. Creo que se abre una nueva etapa en nuestro país y siempre hay que dar un voto de confianza al Gobierno, del PP o del PSOE. Quien entra a gobernar lo hace con todas sus ilusiones, dispuesto a echar tiempo, energía, a hacerlo bien. Les deseo mucha suerte.

¿Qué ha hecho José Bono por impulsar la Universidad de Alcalá en Guadalajara?
Entre otras cosas, lo principal: garantizarle el mismo trato que a la Universidad de Castilla-La Mancha, desde el punto de vista económico y también de actitud y de relaciones. Somos la segunda universidad de Castilla-La Mancha y esto lo ha entendido perfectamente Pepe Bono y lo entiende el que espero sea el próximo presidente, José María Barreda.

¿Qué le pediría al nuevo presidente de la Junta?
Pocas cosas, que mantengamos las buenas relaciones que hay establecidas entre ambas instituciones y que los problemas los resolvamos como lo estamos haciendo, hablando. Yo sé que ellos quieren que la Universidad de Alcalá, que es la Universidad de Guadalajara, sea una gran universidad.

¿Necesitan más presupuesto?
Una universidad siempre necesita más dinero, pero hasta ahora lo que les he pedido siempre me lo han dado. Está equiparada en el tema presupuestario con la de Castilla-La Mancha y eso es de lo que yo me alegro. Creo que ha entendido que es más barato y eficaz el que nosotros cubramos la enseñanza superior en Guadalajara que en duplicar instalaciones que están a quince minutos, como tendrían que hacer si no existiera la Universidad de Alcalá. El territorio que va desde Guadalajara hasta Madrid es el natural de la universidad y el que queremos cubrir.

¿Qué trato ha recibido por las instituciones de la provincia?
Muy bueno. Con José María Bris, que era el anterior alcalde, tenía mucho afecto porque habíamos sido compañeros de las Cortes constituyentes. Nos alegró volvernos a encontrar. Con el actual alcalde, Jesús Alique, no sólo me unen relaciones de amistad sino que además está en su universidad, porque es antiguo alumno. Con el presidente de la Diputación también tenemos relaciones muy buenas. No hemos tenido ningún conflicto.

¿Han firmado convenios con el Ayuntamiento y la Diputación?
Convenios de colaboración, por ejemplo, el convenio de financiación de la universidad. Yo entiendo que para una comunidad autónoma se hizo un esfuerzo económico muy importante. Y con el Ayuntamiento los convenios como la universidad para mayores o para los cursos de verano, o para atender Sigüenza, o el proyecto del departamento de Geografía para ayudar a repoblar la provincia. Es decir, son tal cantidad de lazos y compromisos que se están tejiendo que la verdad es que nosotros nos sentimos miembros de la comunidad de Guadalajara. No es que seamos la Universidad de Alcalá y tengamos un apéndice. Esto está tan tejido ya que Guadalajara es nuestra provincia.

Después de su rehabilitación, ¿por qué la Universidad de Alcalá no tiene abierto el palacio ducal de Pastrana?
Pues por dinero, es una asignatura que tengo pendiente. Ahí se hizo una inversión muy fuerte, es un palacio maravilloso, pero se pidió financiación para hacer un centro de investigación. Eso no es un centro de investigación, es un palacio. No se puede poner algo de investigación sin que venga Patrimonio. Tenemos el problema que se ha hecho una fuerte inversión para un centro de investigación pero no se ha hecho éste. Sencillamente, se ha rehabilitado un palacio. A través de los fondos Feder, algo el ministerio de Fomento, bastante la Universidad de Alcalá con sus fondos propios, la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Alguien lo tenía que hacer, pero tal vez no debía haber sido la Universidad.

¿Por qué no debería haber puesto dinero la UAH?
Porque no entra dentro de lo que son los objetivos de una universidad el restaurar palacios. Sí está para hacer docencia, investigación… El problema es que está ahí, se ha hecho y ahora lo que tenemos que encontrar es un destino digno y adecuado. Sólo abrirlo me supone unos gastos de mantenimiento de cien millones de pesetas al año. Yo no puedo detraer este dinero de docencia, de investigación, de bibliotecas, para invertir en el palacio de Pastrana. Hay que encontrar nuevas fórmulas. Yo estoy abierto y lo sabe el señor alcalde, porque estamos en negociaciones, a encontrar cualquier fórmula para abrir ese palacio pero que no cueste dinero a la universidad. En este momento estamos gastando allí, sólo en mantenimiento mínimo, diez o doce millones al año, que lo estamos sacando de otras partidas de la Universidad. Abrirlo multiplicaría por diez el gasto.

Cuando dice que una universidad no está hecha para rehabilitar palacios, ¿está vertiendo una crítica contra el anterior rector?
¡No, por Dios! El anterior equipo rector hizo esa operación de Pastrana porque pensó que podía establecer un centro de investigación. Pero es que una vez que se ha rehabilitado, se ve que no puede ser.

¿Usted busca apoyo público o privado?
Si es posible, público. Y si no, incluso privado.

¿Con quién está hablando?
Con el Ministerio de Economía y con el de Ciencia y Tecnología, porque son fondos Feder. También han venido a verlo la Red de Paradores. Se ha hablado con el Banco Santander y a través del Santander con algunas otras empresas. Las redes están echadas y tengo la esperanza de que en este primer mandato este tema lo dejemos encarrillado. Lo que no quiero es equivocarme. No puedo, como se dice, abrirlo. Ábrase, ¿y qué ponemos? Se abrirá el día que sepamos lo que va dentro.

¿Y qué es lo que quiere instalar dentro?
Yo si pudiera poner algo de investigación en la parte que cabe, que es pequeña, me encantaría. Y si no, pues mire, lo que se pueda.

¿Es imprescindible ligar este proyecto a otro de carácter hostelero?
No sería imprescindible pero sí conveniente porque si no, ¿cómo se mantiene eso? Va a haber más de cuarenta camas…

¿Ha habido ya iniciativas de los empresarios hosteleros de Pastrana o de Guadalajara?
No, ninguna. Nadie ha dicho nada. En este momento lo que queremos es encontrar una solución digna que beneficie a Pastrana pueblo y que no sea una losa para la Universidad.

¿Cuántas veces ha visitado Pastrana?
Cuatro o cinco veces, desde que soy rector.

¿No cree que la provincia puede tener la sensación de que la Universidad ha escurrido el bulto con el palacio?
Cada uno puede pensar lo que quiera. Normalmente no cuento todas las gestiones que hago todos los días sobre los distintos temas. La verdad es que el tema de Pastrana me ha dedicado más tiempo del que debiera. El planteamiento debía haberse hecho con más cabeza. Un rector está para investigación y docencia, no para días y días resolver este tipo de problema.

¿Es verdad que no ha querido impulsar una Fundación para evitar el nombramiento de Manuel Gala, su antecesor, como presidente de la misma?
En cuanto a Pastrana, no sé de qué fundación me habla. En Guadalajara yo mismo como rector firmé el proyecto de creación de una fundación y depositamos los diez millones de pesetas como el resto de socios. Pero nadie ha tenido interés en tirar eso para adelante. Debe ser que no la consideran necesaria ni el Ayuntamiento, ni la Diputación, ni la Caja de Ahorros, ni Ibercaja… Nadie me ha preguntado qué hacemos con ese proyecto de fundación.

¿Qué relación mantiene con Gala?
Muy buenas. Le hemos nombrado director del Centro Internacional de Estudios Financieros, que es un centro espléndido. Tiene una situación y un trato como corresponde a quien ha sido tanto tiempo rector de esta universidad y ha hecho tanto por ella.

En Atienza la universidad es propietaria del edificio de la “Casa de las niñas”
Sí, el otro día fui a verlo. No lo vamos a construir porque no estoy para eso. La Universidad no está para construir. Si el alcalde de Atienza o alguien lo quiere, estamos dispuestos a entregárselo. Tendría que cerrar algunas aulas, bibliotecas… para reconstruir una casa en Atienza. No veo el sentido.

¿Cómo valor la actividad en la Casa del Doncel de Sigüenza?
Muy bien, está abierta a todos los usuarios y profesores. Cada vez hay más grupos, exposiciones, conferencias, etcétera. La residencia está estupenda, abierta al público. No hay ningún problema. Es cuestión de que Sigüenza vaya cogiendo una cierta velocidad. Va a haber cursos de verano. Nuestro compromiso en Guadalajara es la capital y Sigüenza y arreglar el problema de Pastrana. De momento, no hay más y, en todo caso, ya lo diremos.

Ha dicho que la Universidad de Alcalá es la Universidad de Guadalajara, ¿usted cree que la gente lo percibe así?
Las encuestas es lo que dicen.

¿Al nuevo Gobierno socialista le pediría derogar la vigente Ley de Universidades (LOU)?
No, le pediría que pensara muy bien que una derogación de la ley no sería conveniente, a lo mejor hay modificaciones que pueden tener sentido. No podemos las universidades entrar dos años más en otro proceso constituyente.

¿Se ha preocupado el Estado lo suficiente, desde la transición, de las universidades?
Sí, siempre se podría haber ocupado más, pero España ha hecho un enorme esfuerzo en materia universitaria. Hemos pasado de cuatrocientos mil alumnos que teníamos a un millón seiscientos mil, de escasamente quince o veinte universidades públicas a más de sesenta. Ha habido un esfuerzo notable. ¿Se podía haber hecho más? Sí, como todo en la vida.