Los titulares
Algunos titulares los carga el diablo.
El pasado 30 de diciembre, el gratuito 20 Minutos publicó el siguiente titular: «Un manco, un ciego y un cojo, en la expedición catalana a la Antártida».
El director de este diario, Arsenio Escolar, publica en su blog la carta del director de comunicación de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica. Protesta por las palabras utilizadas por el diario para referirse a tres personas con minusvalías. Escribe: «Es por ello que le rogaría que utilizara las expresiones correctas al referirse a cerca del 10% de la población ya que los medios de comunicación, y los periodistas que trabajamos en los mismos, somos referentes para la ciudadanía y al usar estas expresiones tan poco favorecedoras estamos incitando a que el resto de la población se refiera con estos términos a las personas de nuestro colectivo».
En el blog de Escolar, varios ‘foreros’ aportan sentido común y recomiendan al diario haber utilizado la expresión «Tres discapacitados» en lugar de «Un manco, un ciego y un cojo», que parece el principio de un chiste malo. Me ha parecido interesante, y es bastante revelador, el ejemplo que han dado los lectores del blog de Escolar. Él por entonar el «mea culpa» en nombre de su medio y los lectores por preocuparse por lo que cuenta el medio que leen.
Una de las secciones más gloriosas de la televisión en España fue la del viejo «Caiga quien Caiga» en la que Juanjo de la Iglesia repasaba varios titulares a la semana y sacaba los colores a la prensa escrita que, según los viejos leones del oficio, debería ser la cima de la seriedad y el rigor. La sección se llamaba, si no recuerdo mal, «Curso de ética periodística» y la carga de humor, acidez y crítica inteligente puede que fuera insuperable.
No soy muy asiduo ni me gustan mucho los foros, pero en el foro de El Decano Digital hay un tipo que, a medio camino de la guasa y la mala leche, ha recogido varios titulares que él considera graciosos. O punzantes. Merece la pena leer alguno de ellos.
El Libro de Estilo de El País dedica diez páginas a revisar los elementos de titulación. Hay muchos puntos interesantes en este capítulo, pero me quedo con el 3.2, muy nítido, aunque no sé si está del todo adaptado a la prensa digital:
«Los titulares han de ser inequívocos, concretos, accesibles para todo tipo de lectores y ajenos a cualquier clase de sensacionalismo. Asimismo, serán escuetos, aunque nunca se sacrificará la claridad expositiva a su brevedad, ni se eludirán las normas elementales de la sintaxis castellana».
Y como la mejor terapia es reírse de uno mismo, a lo mejor es bueno que los periodistas visitemos páginas como esta o esta.
Qué perlas.