Barakka
Los mismos, oiga usted, los mismos que decían y nos machacaban con la letanía de que Zapatero es un gafe indomable, son los que ahora suspiran por la ‘barakka’ de Esperanza Aguirre [pinchen en los enlaces y lean, si quieren]. Inasequibles al desaliento, los sectarios se manifiestan hasta en la anécdota. Si Zapatero hubiera tenido un accidente de helicóptero y se hubiera desatado una cadena de atentados con más de 100 muertos en uno de sus viajes al exterior, esos mismos estarían de nuevo dándonos la matraca con su mala suerte. Su terrible y prolongada mala suerte. Pero no. La cosa cambia si la persona es otra. Esperanza no da mala suerte. Esperanza goza de un inmensa ‘barakka’ y acumula más vidas que un gato.
Los caminos de la manipulación, si son buenos, son sutiles.