Mis amigos

2 junio 2005

Nuestro tesoro

[ Las siguientes líneas se publicaron en el Boletín de la Fiesta de los Danzantes y Zarragón 2002, editado por la Asociación Cultural “Danzantes de Galve de Sorbe”. Este saluda está escrito por un protagonista directo de nuestra tradición y reivindica la importancia de la Danza de Ritual en el contexto del folklore de Guadalajara, además de animar a los diferentes grupos e instituciones implicadas en el Encuentro Provincial de Danzantes a no desfallecer y continuar organizando este evento cultural ]
Boletín Fiestas Galve 2001, Agosto 2001
Víctor de la Vega Ricote

Hace ya algo más de un año, en julio de 2001, en mi pueblo se vivió un hecho histórico. La celebración del II Encuentro de Danzantes de Guadalajara convirtió a Galve de Sorbe en la capital del folklore provincial por un día, llegando a congregar a más de mil personas, cosa nunca vista por estos lares. La expectativa que levantó el evento debería hacernos reflexionar sobre la importancia que poseen las tradiciones ancestrales. Tanta gente no puede estar equivocada.

Desde tiempos inmemoriales, la práctica de danzas en rituales festivos o religiosos se ha transmitido de generación en generación convirtiéndose en símbolos identificativos para sus pueblos. Los presentes en aquél encuentro son una buena muestra de ello y ese es su principal atractivo, al igual que el de muchas otras manifestaciones culturales tan extendidas en nuestra geografía.

A lo largo del tiempo, estas tradiciones han ido evolucionando y se han podido ver afectadas en mayor o menor medida en aspectos como la música, la letra de los bailes e incluso en el vestuario de los danzantes. Sin embargo, y a pesar de ello, su significado siempre debe permanecer. Seamos un poco nostálgicos, intentemos buscar y conocer sus orígenes puesto que, al fin y al cabo, forman parte de nuestra tierra, de nuestros antepasados y de nosotros mismos. Que su futuro sea o no incierto depende de todos.

De momento, luchemos por el presente, aportando granitos de arena desde instituciones y asociaciones hasta vecinos de los lugares implicados para hacer una pequeña montaña que aguante lo mejor posible el paso de los años. Dicen que el mayor tesoro de un pueblo es su historia. Tenemos en la mano la posibilidad de mantener viva parte de esa historia. Que no nos roben este tesoro. Es nuestro.